Arranca la cuenta atrás para que las empresas se adapten a una reforma laboral sin mayoría parlamentaria

La reforma laboral entra en vigor tras su publicación en el BOE, lo que concede 3 meses a las empresas para adecuar sus contratos a los nuevos criterios de temporalidad

La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz (i), y el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá (2i), conversan con periodistas tras la rueda de prensa posterior a la reunión semanal del Consejo de Ministros celebrada en el Palacio de la Moncloa en Madrid, este martes. EFE/ Juan Carlos Hidalgo

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El contador para que las empresas adapten sus contratos a la nueva reforma laboral ya se ha activado. El Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este jueves el decreto ley elaborado por el Gobierno, por lo que este viernes la normativa ya ha entrado oficialmente en vigor. Las compañías dispondrán a partir de ahora de tres meses de margen para acometer los cambios, a pesar de que la iniciativa todavía no ha logrado aglutinar una mayoría parlamentaria suficiente.

Su publicación supone el inicio de una cuenta atrás que concluirá a finales del mes de marzo. Para entonces, los empresarios deberán haberse sumado a los nuevos modelos de contratación. El principal cambio es el que afecta a la temporalidad, que solo podrá aplicarse en dos casos bien diferenciados: por motivos de sustitución o por razones productivas. El resto de la plantilla deberá figurar como indefinida.

La vicepresidenta y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, decidió aplicar un periodo de vacatio legis a las compañías para que pueden tener margen de actuación, debido a la gran cantidad de cambios que se avecinan. El sector de la construcción, por ejemplo, será uno de los más afectados ya que contará con un particular sistema de contratación indefinida.

El decreto también estipula la desaparición del contrato por obra y servicio, que permitía mantener a trabajadores en una situación de temporalidad durante largos periodos de tiempo de hasta cuatro años. Ahora todos deberán ser indefinidos. Aunque en este caso, el Gobierno ha dejado un margen de seis meses para que se vayan extinguiendo los contratos. Con el pistoletazo de hoy, el umbral se colocará a finales del mes de junio.

Los cambios en materia de subcontratación o de ultraactividad de los convenios son otros de los dos grandes giros que ha acarreará esta reforma laboral, que ha salido adelante con el apoyo de los agentes sociales. Tanto la patronal como los sindicatos han dado su visto bueno, después de llevar negociando los artículos desde mediados de marzo con el equipo de Yolanda Díaz.

La reforma laboral entra en vigor sin apoyos parlamentarios

La publicación en el BOE ha puesto ya sobre la mesa todos estos cambios, a pesar de que la coalición del Partido Socialista y de Unidas Podemos todavía no tiene cerrados los apoyos suficientes para poder sacar adelante la normativa cuando llegue al Congreso de los Diputados. Sus principales socios de la legislatura ya han mostrado su rechazo, lo que deja en el aire la aritmética parlamentaria.

El Gobierno ha recurrido a la herramienta del decreto ley para aprobar el texto debido al carácter urgente de reformar el mercado laboral. Esta decisión evita un debate inminente con el resto de los grupos sobre el contenido de la ley. Sin embargo, la Constitución fija un plazo máximo de un mes para que sea convalidado por las Cortes. Es decir, la coalición tiene hasta finales de enero para tratar de ganarse el apoyo de la mayoría de los diputados.

El portavoz parlamentario de ERC, Gabriel Rufián, interviene en el Congreso. EFE

La suma se ha complicado por las dudas que han manifestado tres de sus socios por excelencia. Esquerra Republicana y EH Bildu han calificado como insuficiente el cambio porque consideran que no rompe definitivamente con la anterior reforma laboral del Gobierno de Mariano Rajoy. Mientras que el Partido Nacionalista Vasco quiere incorporar algunos cambios como la prevalencia de los convenios autonómicos en el texto.

Cualquiera de estas propuestas cuentan ya con el rechazo adelantado de la patronal. La CEOE ya ha advertido que no secundará cambios en el documento, después de haber estado nueve meses debatiendo en el seno de la mesa colectiva. Los empresarios han amenazado con romper futuras negociaciones si el Gobierno cede ante las presiones y no respeta el texto original.

Este choque de trenes ha abierto la puerta a otra serie de apoyos. El PSOE ya ha lanzado mensajes de sintonía con Ciudadanos, que podría resultar clave con sus 10 diputados para afianzar una mayoría. Eso sí, la formación de Inés Arrimadas tendría que renunciar a algunas de sus pretensiones en materia laboral, como el contrato único o la mochila austríaca que Yolanda Díaz ha cuestionado en numerosas ocasiones.

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