Cuerpo llama a apoyar la integración financiera «transfronteriza» tras vetar la fusión BBVA-Sabadell

El ministro presenta su candidatura a presidir el Eurogrupo con los socialistas europeos divididos y con la Unión Bancaria como prioridad

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, ha presentado sus credenciales para tratar de hacerse con un puesto europeo que España ansía desde hace más de una década, primero con Luis de Guindos y ahora con Nadia Calviño, y en su programa a sus pares europeos defiende la necesitar de reforzar la Unión Bancaria (una de las patas del mercado único), lo que apoyaría las fusiones transfronterizas, justo en la semana en que La Monclo ha intervenido en la opa hostil del BBVA sobre el Banco Sabadell.

El Ministerio de Economía apuró los límites para postular a Cuerpo a presidir el Eurogrupo, el órgano donde se reúnen los ministros de Finanzas de la moneda única, un cargo al que ya aspiró la ex vicepresidenta Nadia Calviño en 2020 y que se le escapó de las manos, a pesar de contar con el relevante apoyo de los Gobiernos de Francia o Alemania.

Si bien el actual presidente del Eurogrupo, el ministro irlandés Pascal Donohoe, del Partido Popular Europeo (PPE), es el favorito para seguir al frente de la organización, un reciente documento firmado por las cinco principales economías del euro (Alemania, Francia, Italia, España y Países Bajos) apuntaba un movimiento para tratar de hacer cambios en un órgano que tuvo muchísimo protagonismo durante la crisis financiera, pero que ha perdido relevancia en el último lustro.

En su carta de motivación, el ministro de Economía defiende cuatro ejes esenciales a los que le gustaría dirigir el Eurogrupo, un cargo en el que es necesario ser titular de Finanzas para ejercerlo. El primero, hacer reformas estructurales que fomenten el crecimiento a largo plazo. El segundo, completar la unión de capitales. El tercero, reforzar el papel del euro y, especialmente, impulsando el euro digital. Y el cuarto, reforzar la estabilidad fiscal y financiera completando la Unión Bancaria.

«La consecución de la Unión Bancaria aseguraría un sector financiero más seguro y resiliente en toda la zona euro, apoyando la integración financiera transfronteriza y rebajando los costes del crédito», argumenta el ministro en la misiva a sus pares.

Este apoyo a las fusiones transfronterizas se produce justo en la misma semana en el que se ha conocido la intervención de La Moncloa en la opa hostil lanzada por el BBVA para hacerse con el Banco Sabadell, una operación que ha levantado suspicacias en Bruselas.

El Gobierno ha tratado de cuadrar el círculo y apoyar, por un lado, la necesidad de que haya grandes entidades a nivel europeo para competir con otros gigantes americanos o asiáticos; y, por otro, bloquear ‘de facto’ una fusión entre ambos bancos para contentar a la mayoría de sus socios políticos.

Pero la Comisión Europea, a través de un portavoz, ya advirtió el mismo martes en que se conoció la decisión de que la monitorizarían y, en el caso de que la consideraran excesiva, la reverterían como garante de los tratados europeos y del mercado único.

«Recordamos que cualquier condición impuesta por un Gobierno para aprobar una operación debe ser excepcional, proporcionada y justificada por razones válidas de interés público», dijo un portavoz de la Comisión tras conocerse el veredicto de Moncloa.

Cuerpo tampoco lo tiene fácil para presidir este grupo de ministros por varios motivos. Uno, Cuerpo representa a un gobierno socialdemócrata en un momento en que esta opción política ha perdido mucho peso en Europa. Otro, que España ahora mismo está sobrerrepresentada en los organismos económicos de decisión: la vicepresidenta de Competencia de la Comisión Europea, Teresa Ribera; la presidenta del Banco Europeo de Inversiones, Nadia Calviño; el presidente de la Autoridad Bancaria Europea, José Manuel Campa; o el vicepresidente del Banco Central Europeo, Luis de Guindos.

Además, hay un tercer candidato en liza, el ministro Rimantas Šadžius, de Lituania, y que pertenece también a los socialistas europeos, lo que puede dividir el voto de este bloque.

La votación tendrá lugar el próximo 7 de julio y decidirá qué ministro presidirá el foro durante los próximos dos años y medio que dura el mandato, una carrera en la que Donohoe parte como favorito.

El procedimiento, que requiere de mayoría simple, prevé además varias rondas de votación si en la primera vuelta ninguno de los aspirantes logra reunir los apoyos necesarios de entre sus socios.

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