El BCE ultima medidas para evitar la escalada de la prima de riesgo en España e Italia

El BCE, que se ha reunido este miércoles de urgencia, anuncia que pondrá en marcha un instrumento antifragmentación para calmar al mercado

Christine Lagarde, presidenta del Banco Central Europeo

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El Consejo de Gobierno del Banco Central Europeo se ha reunido este miércoles con carácter urgente para «intercambiar puntos de vista» sobre la situación actual del mercado. Desde que el pasado jueves se anunciara la primera subida de tipos de interés en once años (se producirá en julio y será de 0,25 puntos básicos) y el fin a las compras de deuda, las bolsas se han derrumbado.

El miedo a una crisis de deuda, como la que vivió Europa hace ya una década, ha llevado al Ibex 35 a perder casi un 9% entre el jueves y el martes. Los rendimientos de los bonos a diez años del sur de Europa han subido por encima del 3% y la prima de riesgo de España e Italia se ha disparado. Sin embargo, el principal indicador de la bolsa española respira hoy más tranquilo y responde con una subida superior al 1% a la nueva iniciativa del BCE, que ultima medidas para acabar con la turbulencia en los mercados.

El BCE ha explicado en un comunicado que, desde que se inició el proceso gradual de normalización de políticas en diciembre de 2021, el Consejo de Gobierno «se ha comprometido a actuar contra los riesgos de fragmentación resurgente». Y por este motivo, están diseñando un nuevo instrumento antifragmentación que permita evitar la escalada de las primas de riesgo y proteja al euro.

Reconocen que la pandemia ha dejado vulnerabilidades duraderas en la economía de la eurozona que, de hecho, están contribuyendo a la transmisión desigual de la normalización de su política monetaria entre jurisdicciones. En este escenario, el Consejo de Gobierno del BCE ha decidido aplicar «flexibilidad» en la reinversión de los reembolsos vencidos en la cartera de PEPP.

El objetivo es preservar el funcionamiento del mecanismo de transmisión de la política monetaria, una condición previa para que el BCE pueda cumplir con su mandato de estabilidad de precios.

La presidenta del BCE, Christine Lagarde, quiere recuperar la estabilidad de precios en Europa, su objetivo es que la inflación vuelva a situarse en el 2% a medio plazo. Pero el escenario actual queda lejos de estas previsiones. En mayo la inflación volvió a incrementarse de forma significativa, debido principalmente a la acusada subida de los precios de la energía y de los alimentos, así como al impacto de la guerra.

Las presiones inflacionistas se han generalizado e intensificado, y los precios de muchos bienes y servicios están registrando fuertes incrementos, tal y como reconoció la propia Lagarde el pasado jueves. Además, los expertos del Eurosistema sitúan ahora la inflación de 2022 en el 6,8% y esperan que descienda hasta el 3,5% en 2023 y el 2,1% en 2024, por encima de lo estimado en marzo.

Sobre esta base, el BCE decidía poner fin a las compras de de deuda. En concreto, el próximo 1 de julio finalizará su programa de compra de activos públicos (APP, por sus siglas en inglés) y dejaba sin cambios el programa de compras de emergencia contra la pandemia (PEPP).

Tras lo anunciado este miércoles, aplicará más flexibilidad en la reinversión de los bonos que lleguen a su vencimiento dentro de su programa PEPP. Y ha encargado a los Comités del Eurosistema pertinentes, junto a los servicios del BCE, que aceleren la finalización del diseño de un nuevo instrumento contra la fragmentación en la eurozona. Un instrumento que tendrá que ser validado después por el Consejo de Gobierno del BCE.

Cristina Hidalgo

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