Escrivá se abre a «ajustes» en su propuesta de cotización ante las exigencias de los autónomos

Escrivá avanza 66.000 nuevos empleos en enero y aguarda a las propuestas: ATA se opone y UPTA propone reducir a 10 los tramos y situar las cuotas entre 208 y 1.266 euros en 2031

El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá. /EFE

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El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, se abre a acometer «ajustes» a su propuesta para el nuevo sistema de cotización por ingresos reales que regirá para los autónomos desde 2023, ante las exigencias de las principales organizaciones representativas del colectivo, sobre todo ATA, que rechaza de facto el planteamiento inicial del Gobierno.

En la rueda de prensa para presentar el avance de datos de afiliación de enero, Escrivá ha defendido a ultranza su propuesta por ser «bastante equilibrada, absolutamente consistente y muy justa», pero aguarda la contrapropuesta que le puedan realizar esta tarde en la nueva reunión las asociaciones de autónomos (ATA, UPTA y Uatae) y se abre ya a acometer «ajustes» en función de las contrapropuestas que se reciban, pero, eso sí, dentro de los parámetros del acuerdo alcanzado en julio con las propias asociaciones para que los autónomos coticen por ingresos reales.

En este sentido, ha insistido en que la propuesta se basa en el acuerdo de las asociaciones de autónomos del pasado mes de julio y lo determinado por el Pacto de Toledo, siendo además un compromiso con Bruselas recogido en en el Plan de Recuperación, al tiempo que ha negado «razones recaudatorias» y ha asegurado que se desarrolla porque lo acordaron los agentes sociales y por la «lógica» de lograr «un sistema más justo que permita mejores pensiones para muchos autónomos».

La propuesta del Gobierno establece un sistema progresivo que se aprobaría antes del 30 de junio de 2022 para aplicarse gradualmente desde 2023 durante nueve años de transición, que se evaluaría cada tres ejercicios, y que conllevaría flexibilidad con 13 tramos desde un suelo (base de cotización) para aquellos que ganan 600 euros o menos al mes hasta aquellos con una base de cotización de 4.050 euros o más, dejando al final de año una horquilla de cuotas de entre 184 y 1.267 euros. Se fijaría la posibilidad de realizar hasta seis cambios de tramos al año.

La propuesta divide a las asociaciones de autónomos

Y es que la propuesta ha sido recibida de forma distinta por las principales asociaciones representativas del colectivo de trabajadores por cuenta propia. ATA rechaza la propuesta y pide que los autónomos coticen por ingresos reales y no por rendimientos, mientras que UPTA valora a grandes rasgos el planteamiento pero propone una cuota fija de 135 euros para los autónomos que ingresen menos de 5.400 euros anuales.

El presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Trabajadores Autónomos (ATA), Lorenzo Amor, rechaza el «injusto» borrador que presentó el Ministerio porque supone para la mitad de los autónomos una subida de las cotizaciones de un 20% en 2023, mientras que para la otra mitad solo baja un 5%. Como ejemplos señala que un autónomo que gane 4.500 euros en 2024 pagará 2.200 euros de cotización, un 8,5% menos, mientras que uno que perciba 15.600 euros abonará 4.968 euros, un 40% más.

Además, Amor recuerda que hay muchos autónomos que no tienen gastos en su actividad, sólo tienen lo que facturan, por lo que estos autónomos van a tener que cotizar el doble a la seguridad social frente a los que pueden deducir gastos. Según el Ministerio, dos de cada tres autónomos verían reducidas sus cotizaciones respecto al sistema actual.

De su lado, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) ha analizado la propuesta presentada por la Secretaría de Estado e la Seguridad Social y pensiones y valora la propuesta, pero plantea diez tramos en lugar de los trece del Gobierno, y una bajada contributiva a los más de un millón de autónomos que pagan actualmente 295 euros al mes, al pedir que su cuota baje a los 183 euros hasta 2027, y luego subir a 208,08 euros. Su horquilla abarcaría en 2031 una horquilla de cuotas de entre 208,08 euros y 1.266,66 euros.

Además, la asociación presidida por Eduardo Abad propone una cotización especial para los autónomos que realicen una actividad artística o cultural, con dos tramos: para aquellos que obtengan rendimientos netos inferiores a 3.600,00 euros anuales, que cotizarían por una cuota fija de 90 euros al mes, y otra para aquellos que obtengan rendimientos netos entre 3.601,00 y 5.400,00 euros anuales, que cotizararían por una cuota fija de 135 euros al mes.

Entre tanto, la secretaria general de la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores (Uatae), María José Landaburu, respalda la propuesta de modificación, aunque pide rebajar la cuota mínima para los autónomos por debajo del salario mínimo y crear una «cuota simbólica» para los autónomos con rendimientos negativos y, por tanto, sin ingresos.

Descenso «generalizado» de las bajas tras el pico de ómicron

Por otra parte, José Luis Escrivá ha avanzado también un que las bajas laborales disparadas con motivo de la sexta ola por la variante ómicron ya están «empezando a declinar» tras los picos alcanzados en las últimas semanas por los contagios, con un descenso «casi generalizado» por sectores y en un número creciente de comunidades autónomas, aunque no hay datos actualizados de incapacidades temporales por ahora.

Preguntado sobre la denuncia de la Confederación sindical estatal de sindicatos médicos que alegan que la aplicación de las bajas supone una vulneración de la normativa vigente, reclamando que su gestión pase a las mutuas, Escrivá ha considerado que hay una «confusión sobre la interpretación de las normas», ya que se fija la posibilidad de que en un mismo el acto el INSS pueda dar simultáneamente el alta y la baja con hasta con un diferimiento de cuatro días, algo pensado para situaciones en las que hay una operación o un periodo de reposo claramente anticipado.

Pero «no estamos en ese supuesto», por lo que la última decisión de dar un alta es una cuestión de «naturaleza médica». Escrivá ha dicho que se han propiciado ajustes informáticos para agilizar la bajas permitiendo emitir una baja y programar la emisión de la alta, pero «desde el punto de vista del iNSS son dos actos distintos y llegan en dos momentos distintos».

Creación de 66.000 empleos en enero

El ministro de la Seguridad Social ha avanzado también una creación de unos 66.000 nuevos empleos en enero, similar ala de diciembre, con lo que se alcanzará un nuevo récord de afiliación al registrarse 429.000 trabajadores más que antes de la pandemia (200.000 del sector privado y 229.000 del sector público), hasta el pico de 19,9 millones de ocupados.

Este «buen comportamiento» del empleo ha sido generalizado por sectores, tanto en el privado como con «especial dinamismo» de actividades como informática, servicios sociales, servicios a edificios o construcción especializada, así como en el sector público, con alza en Sanidad y Educación. De hecho, el 60% de los empleos creados en el último año han sido en Sanidad y Educación.

A su vez, el empleo indefinido se sitúa en 40.000 afiliados más que la media de otros años y, tal y como ha apuntado Escrivá, el dinamismo del empleo ha impulsado la recaudación por cotizaciones sociales, al situarse un 4,3% por encima del nivel prepandemia.

En paralelo a la mejora de la afiliación este primer mes del año, y a pesar del impacto de ómicron, el número de trabajadores en ERTE Covid continúa reduciéndose, con un total de 100.761 trabajadores protegidos, nuevo mínimo equivalente al 0,66% de los asalariados, de los que prácticamente el 50% trabaja a tiempo parcial. Casi 30.000 trabajadores en ERTE, el 40% de los que tienen derecho a exoneraciones (la mayoría de hostelería y agencias de viajes), participarán en programas de formación.

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