Guerra de Ucrania: España, preparada para abastecer de gas a Europa y ‘salvar’ a Francia dos meses

Teresa Ribera asegura que España tiene capacidad para suministrar a sus vecinos y, de hecho, cuenta con dos gasoductos infrautilizados para llevar gas a Francia

La vicepresidenta tercera y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera. EFE/Chema Moya

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La ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, reivindicó este jueves la capacidad de España para ser puerta de entrada de gas a Europa. Lo es, aunque tiene sus limitaciones y sus dificultades. Pero en caso de ser necesario, porque la guerra de Ucrania provocada por la invasión rusa corte los suministros en el centro del continente, el gran beneficiado sería Francia, pues el gas que le llegaría podría salvar su suministro de dos meses

Todos los países de Europa central dependen gasísticamente de Rusia y Ucrania, los dos países implicados en el conflicto armado. Gazprom, el gigante ruso del gas, ha garantizado el suministro, pero es fiable hasta cierto punto, pues se trata de una empresa pública. La llegada desde Ucrania sí que puede peligrar en función de cómo avance la guerra. 

Los del sur, como España, Portugal e Italia, dependen del norte de África, que también tiene sus conflictos geopolíticos y diplomáticos. De hecho, uno de ellos, entre Marruecos y Argelia, en el que España metió la pata con la acogida del líder del Frente Polisario el año pasado, terminó con el corte del gasoducto de Magreb, uno de los dos que traen gas a España de Argelia pasando por Marruecos. 

Pese a ello, España tiene garantizado el suministro, por lo que puede aportar a Europa. La forma más rápida y directa que tiene de hacerlo es con dos pequeños gasoductos que van de País Vasco y Navarra respectivamente al sur de Francia. Estos tienen una capacidad conjunta de 7 bcm año, es decir, 7.000 millones de metros cúbicos, pero solo se está mandando 1 bcm, por lo que de un día para otro, si fuera necesario, podría mandarse gas y cubrir la demanda de Francia de hasta dos meses. 

Playa de Beni-Saf en Argelia, donde inicia el gasoducto Medgaz que trae gas a España

España no debería sufrir porque cuenta con un gasoducto de mayor capacidad que el de Magreb, el de Medgaz, que le suministra gas directamente de Argelia y está en ampliación. Además, las empresas comercializadoras, como Naturgy e Iberdrola, han fletado más barcos metaneros para llenar las plantas de almacenamiento de gas natural licuado (GNL). El gas que llega de Rusia es menos del 10%.

Enagás, el gestor del sistema gasístico español, aseguró este jueves que el país no tendrá problemas con el gas. Para garantizarlo, ha ampliado de 29 a 33 los slots disponibles para marzo, por lo que podrán llegar 33 barcos metaneros si las compañías acuden a la subasta de esos cuatro slots extra, que se celebrará el lunes. 

Gracias a estas medidas, «el sistema gasista español cuenta actualmente con unos niveles de capacidad contratada de gas natural superiores a la de inviernos anteriores en la misma fecha, y se encuentra en una situación mejor que la de otros países del entorno”, aseguró Enagás en un comunicado. 

Los metaneros, la alternativa cara para transportar gas

La llegada de metaneros ya se aceleró cuando, en otoño del año pasado, Marruecos cortó el gasoducto de Magreb. Pero la solución de los barcos es más cara que importar por un tubo –literalmente– pues hay que licuarlo, estado en el que ocupa mucho menos espacio, cargarlo en el barco, almacenarlo en las plantas regasificadoras y, posteriormente, cuando se tiene que utilizar, volverlo a estado gaseoso. Además, el uso del barco tiene unos costes adicionales.

Una planta regasificadora de Sagunto, que almacena el gas en estado licuado (GNL). Foto: Enagás

Teresa Ribera insinuó que España podría mandar metaneros a otros países de Europa, pero fuentes del sector explicaron a Economía Digital que a priori eso no parece tener mucho sentido. “Si España puede comprar gas a Argelia y otros países con reservas y traerlo en barco, otros países europeos también pueden comprarlo”, explicaron. Y será más barato, fácil y rápido que comprarlo a España porque se ahorrará un intermediario.

Así, el problema actual de España no es el suministro sino el precio, pero es un problema compartido con el resto del mundo. Solo este jueves se encareció un 30%, hasta los 115 dólares el MWh en una jornada de locura en la que llegó a estar subiendo un 60%. Como el precio de la luz, en el último año se ha multiplicado por seis. 

Xavier Alegret

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