Fainé fija el nuevo rumbo de Caixabank tras la salida de Nin

Las diferencias personales han sido definitivas para el cese y dan pie a una etapa pilotada por Gonzalo Górtazar y Jaume Giró

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Las cosas cambian.

“Siempre he tenido claro que mi sustituto tenía que ser él. Espero que, en la entidad, marque muchos goles”. Son palabras de Isidro Fainé, el 5 de junio de 2007, tras fichar a Juan Maria Nin como director general de La Caixa.

“Mi objetivo profesional en esta vida es Banco Sabadell”, decía Nin, justo antes, cuando los rumores eran intensos sobre el fichaje por La Caixa. Meses más tarde, el mismo día del anuncio, junto con Fainé, aseguraba: “La Caixa es lo máximo”.

Ahora todo eso se ha roto. El consejo de administración de Caixabank aprobó este lunes el cese de Juan Maria Nin como vicepresidente y consejero delegado de la entidad. Le reemplaza Gonzalo Gortázar como consejero delegado y Antoni Massanell como nuevo vicepresidente.

También sale del consejo de Caixabank Javier Godó. La razón es que ya está en el patronato de la fundación bancaria de la entidad, y es un cargo incompatible. 

Se trata de un rumbo nuevo, fijado por Isidro Fainé, que será pilotado por el propio Gortázar y por Jaume Giró, como director general de la nueva fundación bancaria La Caixa, el núcleo duro de todo el grupo financiero de la entidad.

Desavenencias personales

Aquella buena relación, que se iniciaba profesionalmente en 2007, aunque Fainé y Nin se conocían desde muchos años atrás, ha acabado en un desencuentro a la hora de tomar decisiones. Nin ha asumido, según fuentes financieras, un papel preponderante en la entidad, en colisión con Fainé. Y, en la nueva etapa que quiere protagonizar el presidente Faine, Nin había comenzado a ser un obstáculo.

Nin, sin embargo, no se desvincula de la entidad. Seguirá en representación de Caixabank en los consejos de Gas Natural, Repsol y Erste Bank, aunque abandonará el consejo de Criteria. La salida de Nin, por tanto, se ha producido de mutuo acuerdo, de forma pactada y ordenada, justo después de un proceso que ha significado la reordenación del grupo financiero, tras aplicar la nueva ley de cajas.

Y sin olvidar que Juan María Nin tiene un contrato blindado, con seis años de sueldo fijo que se garantiza en caso de despido. Eso supone unos 10 millones de euros, teniendo en cuenta que Nin es uno de los que más años acumula en comparación con otras grandes empresas que cotizan en el Ibex. Nin, por tanto, tiene una buena cobertura y mantendrá la relación con la entidad que preside Fainé.

La cuestión de Barclays y CatalunyaCaixa

La salida de Nin llega en un momento en el que La Caixa deberá tomar algunas decisiones, una vez reordenada la organización interna. En pocos días Barclays anunciará si vende su filial española a Caixabank. En esta cuestión, Nin, según fuentes financieras, tenía un mayor interés que Fainé. El otro tema es la adjudicación de CatalunyaCaixa, un proceso en el que está implicada la entidad.

Fainé ha nombrado a Gonzalo Gortázar como nuevo consejero delegado. Es uno de los ejecutivos emergentes. Se incorporó a La Caixa procedente de Morgan Stanley y en su nueva responsabilidad se incluye la de diseñar un plan estratégico para el periodo 2015-2018.

Gortázar ya estaba ejerciendo un papel primordial, como director general de Caixabank. Era el ejecutivo que, junto con Nin, se entrevistaba en los últimos meses con el gobernador del Banco de España, Luis María Linde, para analizar la situación y los planes financieros de la entidad.

Massanell, el hombre de la casa

Junto con Gortázar, Fainé ha situado como vicepresidente a Antoni Massanell, hasta ahora director general de Caixabank. De hecho, este último nombramiento es coherente con la política tradicional que ha mantenido La Caixa. Antes de la designación de Nin, como director general en 2007, en la entidad se aseguraba que sólo un fichaje de relevancia podía justificar que no se recurriera a la promoción interna.

Y en aquel momento había un triunvirato de directores generales adjuntos, justo por detrás de Fainé: el propio Antoni Massanell, Tomás Muniesa y Marcelino Armenter.

El otro hombre clave en la nueva etapa será Jaume Giró, nombrado director general del patronato de la nueva fundación bancaria La Caixa, verdadero corazón de la entidad, propietaria del 60% de Caixabank, administradora de la obra social, y la que aglutina las participaciones industriales de la caja a través de Criteria.

La labor «positiva» de Nin

Fainé valoró como “enormemente positiva” la gestión de Nin, desde su incorporación en 2007. Entre los proyectos que la entidad ha destacado, bajo el mandato de Nin, figuran las salidas a Bolsa de Criteria, en 2007, –que no fue, sin embargo, muy exitosa en el inicio–, y de Caixabank.

También la labor para segmentar el negocio bancario; la compra de diferentes cajas y entidades, y el esfuerzo para llevar al banco a niveles de capitalización muy superiores a la media en España, adaptándose a las exigencias europeas.

Tercera salida del ejecutivo

Para Nin es su tercera salida, que siempre han acabado de una forma un tanto traumáticas. Lo fue cuando dejó el Sabadell, de forma inesperada para su presidente, Josep Oliu, y también cuando dejó el grupo Santander Central Hispano (SCH) en septiembre de 2002 para fichar, precisamente, por el Sabadell.

Entonces, Juan Maria Nin era el director general responsable de la división de Banca de Empresas del SCH. Antes se había responsabilizado de toda la red comercial del BCH, un total de 1.900 sucursales, hasta que se acabaron fusionando con las del Banco Santander. Su puesto lo ocupó, como responsable de la gestión comercial, Enrique García Candelas, que era el encargado de esa tara en el Santander.

Las cosas cambian. Nin ha sido cesado. Es su tercera salida desde 2002. Con 61 años, encara su última etapa profesional, desde tres consejos de administración, eso sí.

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