Hacienda aprieta el reloj: autónomos, solo una semana para adelantar la devolución del IVA
El plazo para inscribirse en el sistema de devolución mensual se agota y miles de trabajadores por cuenta propia apuran los días para mejorar su liquidez
Foto: Carlos Luján / Europa Press
A falta de apenas unos días para que termine noviembre, Hacienda ha puesto en jaque a los autónomos recordándoles que solo queda una semana para solicitar su entrada en el Registro de Devolución Mensual del IVA (Redeme), un mecanismo que permite a los profesionales recuperar cada mes el impuesto soportado. Para miles de trabajadores por cuenta propia, este trámite puede marcar la diferencia entre mantener la actividad o ahogarse por falta de liquidez.
En el modelo habitual, los autónomos deben esperar al cierre de cada trimestre —y en muchos casos, hasta final de año— para recibir el IVA a devolver. Esto provoca que, durante meses, tengan que adelantar dinero propio a la Agencia Tributaria, un esfuerzo financiero que pesa especialmente en negocios pequeños o en fases de inversión. Con el Redeme, la devolución pasa a ser mensual, lo que permite obtener antes ese capital que ya pertenece al trabajador.
El IVA que lastra a quienes más necesitan liquidez
Muchos autónomos cargan con un problema recurrente: pagan más IVA en sus compras que el que repercuten en sus ventas. Ocurre con actividades exentas, como las exportaciones, o con negocios que deben adquirir maquinaria, materiales o inmuebles antes de empezar a facturar. En estos casos, el impuesto soportado se convierte en un “pozo” del que no se puede recuperar dinero hasta meses después. Con la devolución mensual, la tesorería respira, lo que permite reinvertir, pagar a proveedores o asumir nuevas operaciones.
Las pequeñas empresas exportadoras suelen ser las principales beneficiarias de este mecanismo. En estas actividades, las ventas al exterior no llevan IVA, pero todas las compras necesarias para producir sí lo soportan. El resultado es que la declaración del impuesto es prácticamente siempre negativa. Optar por el Redeme implica recuperar esas cuotas mes a mes, lo que mejora de inmediato su estabilidad financiera y evita tensiones de tesorería que, en algunos casos, han llegado a paralizar pedidos o proyectos.
El alta en este sistema debe solicitarse mediante el Modelo 036, marcando la correspondiente casilla dentro del apartado censal. Sin embargo, no todos pueden adherirse: es imprescindible estar al día con Hacienda, no haber sido excluido del sistema en los últimos tres años y no operar en el régimen simplificado de IVA. Los asesores recuerdan que muchas actividades son mixtas, por lo que conviene analizar caso por caso si acogerse al Redeme es realmente beneficioso.

Un régimen que exige más control contable
El principal inconveniente del Redeme es que incrementa notablemente la carga administrativa. Para recibir la devolución mensual, el autónomo debe presentar autoliquidaciones todos los meses, llevar sus libros de registro de forma electrónica y cumplir con un nivel de detalle contable mucho mayor que el exigido en el régimen trimestral. Para los negocios con estructuras muy pequeñas o sin asesoría externa, puede suponer un esfuerzo difícil de asumir.
Otro punto importante es que no se puede entrar y salir libremente de este régimen. Si el autónomo decide abandonarlo, debe esperar tres ejercicios completos para volver a solicitar su inclusión. Esto obliga a valorar bien la decisión y analizar si se prevé una continuidad de cuotas a devolver en el medio plazo.
Los expertos señalan que ciertos sectores —como la construcción, las instalaciones o negocios con inversiones intensivas en maquinaria— pagan el IVA mucho antes de cobrar al cliente, lo que genera una brecha financiera complicada. Para ellos, entrar en el Redeme puede ser una herramienta clave para evitar tensiones, especialmente en grandes obras o proyectos que tardan meses en facturarse.
Inscribirse ahora, efectos en 2026
Aunque la solicitud debe presentarse antes de que acabe noviembre, las inscripciones formalizadas este mes entran en vigor en enero de 2026, ya que Hacienda establece el año natural como referencia para la aplicación. Aun así, los expertos aconsejan hacerlo lo antes posible, puesto que cada ejercicio cuenta para planificar inversiones, compras y balances.
Con el plazo a punto de finalizar, los despachos de asesoría fiscal están viviendo uno de los períodos más frenéticos del año. Muchos autónomos desconocían hasta ahora este sistema o no sabían que podían acogerse, por lo que el último tramo de noviembre se ha convertido en una carrera administrativa para quienes buscan mejorar su situación financiera de cara a los próximos años.
Hacienda no ampliará el plazo, y quienes no se inscriban antes del 30 de noviembre deberán esperar otro año completo para poder hacerlo. Para miles de autónomos, especialmente aquellos con actividad exterior o alta inversión, este sistema puede convertirse en el salvavidas necesario para mantener la solvencia en un entorno económico incierto.