Los grandes almacenes de bajo coste también se hunden

Los grandes almacenes alemanes Woolworth, especializados en productos de bajo coste, han sufrido en sus propias carnes el efecto de la crisis económica global. La empresa, propiedad del grupo financiero británico Argyll, se ha declarado en suspensión de pagos, según un tribunal del país.

Esto podría suponer el despido de los 11.000 trabajadores de Woolworth, que ya en 2007 y 2008 fue sometida a un plan de saneamiento que costó unos 1.000 puestos de trabajo y el despido de cerca de 800 personas.

Para este ejercicio había pronosticado una facturación de cerca de 900 millones de euros (1.200 millones de dólares). La cadena con sede administrativa en Fráncfort tiene 311 sucursales en Alemania y 12 en Austria y cuenta con un catálogo de 50.000 artículos textiles, alimenticios y de droguería.

La casa matriz británica cerró sus puertas en enero a consecuencia de la crisis. La casi centenaria empresa dejó en la calle a 27.000 empleados de tiempo completo y medio tiempo en 807 filiales.

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