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De Guindos (BCE) advierte que el gasto militar puede tensionar las cuentas públicas
El vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, reconoce que la defensa es la "obsesión" de los países que forman parte de la Unión Europea
El vicepresidente del BCE, Luis de Guindos. Foto: Europa Press.
«La obsesión ahora es la defensa», ha reconocido el vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE), Luis de Guindos, que también ha advertido sobre el impacto que elevar el gasto militar tendrá en la política fiscal de los países europeos. «En Europa se ven disparidades, no todos los países parten de una posición homogénea», ha destacado y ha puntualizado: «Debemos gastar más en defensa, pero hacerlo bien».
Después de poner el foco sobre la «volatilidad» que caracteriza a la actual administración estadounidense, encabezada por Donald Trump, el exministro del Gobierno de Rajoy entre 2011 y 2018, ha enfatizado la necesidad de modificar el planteamiento del Viejo Continente en materia de defensa.
En estos términos se ha expresado a lo largo de su intervención en el XXIV Congreso de Directivos CEDE, que se está celebrando en el Auditorio de Zaragoza Princesa Leonor. Ante cerca de 2.000 directivos, ha subrayado que en un contexto marcado por la fragmentación de mercados, el incremento del gasto militar «lógicamente» tendrá un gran impacto en los presupuestos de los países europeos.
De Guindos enumera los riesgos para la economía
Más allá de las implicaciones de elevar el gasto en defensa en la política fiscal europea, De Guindos ha hecho un repaso de las principales conclusiones expuestas en el marco de su último informe de estabilidad financiera.
“La situación económica en Europa está siendo mejor de lo que esperábamos hace unos trimestres”, ha destacado para después hacer referencia al acuerdo alcanzado con la administración estadounidense sobre los aranceles: “Tenemos un sabor agridulce, ha frenado la escalada de la guerra comercial, pero implica que las empresas paguen más por exportar los productos europeos”.
Tras amenazar con la imposición de tarifas del 30% a la Unión Europea a todas las importaciones durante varios meses de negociaciones, Bruselas logró alcanzar un acuerdo comercial con el país norteamericano para rebajar la tarifa hasta el 15% para los productos europeos.
En el transcurso de su intervención, el vicepresidente del Banco Central Europeo ha celebrado la buena posición en la que se encuentra el mercado laboral, la positiva evolución de la inflación, que se sitúa próxima al objetivo de estabilidad de precios.
Entre los distintos riesgos que ha mencionado De Guindos se encuentran las grandes valoraciones de las siete magníficas, el nombre con el que se conoce a las principales empresas tecnológicas: Alphabet (Google), Amazon, Apple, Meta (Facebook, Whastapp e Instagram), Microsoft, Nvidia y Tesla.
También ha descartado que exista una burbuja parecida a la del dot.com, puesto que estas empresas cuentan con ingresos y beneficios estables. «No es equiparable», ha zanjado, si bien ha matizado que el riesgo de una corrección de precios «siempre está ahí» y ha advertido que dada la concentración de inversiones institucionales se podría producir un efecto en cascada hacia otros mercados financieros.
Política monetaria del BCE
Otro de los asuntos a los que se ha referido De Guindos ha sido la política monetaria emprendida por el BCE. «Hemos bajado los tipos de interés, creemos que el nivel actual es el adecuado acorde a la evolución de la inflación, pero también la transmisión de la política monetaria a familias y empresas», ha ahondado.
Cabe recordar que la institución financiera presidida por Christine Lagarde optó en octubre por mantener sin cambios los tipos de interés, de manera que la tasa de depósito se conservó en el 2%, mientras que la de referencia para las operaciones de refinanciación se situó en el 2,15% y la de la facilidad marginal de préstamo, en el 2,40%.
En la línea con lo que esperaban los mercados, el BCE se decantó por seguir a la espera tras detener el pasado verano el ciclo de flexibilización que recortó el precio del dinero en 200 puntos básicos mediante ocho ajustes a la baja en los últimos siete meses de forma consecutiva.