Aigües de Barcelona impulsa el saneamiento como pilar de la resiliencia urbana
La compañía se reafirma como referente en agua regenerada en Catalunya y acelera la implantación de soluciones digitales avanzadas a través del proyecto PERTE RESSONA, reconocido por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico
Estación Depuradora de Aguas Residuales de Gavà-Viladecans
El 19 de noviembre se celebra el Día Mundial del Saneamiento, una fecha para concienciar a la población sobre la importancia capital de este servicio. El saneamiento, basado en la disponibilidad de agua y en las innovaciones que supusieron el sifón hidráulico y las cisternas domésticas conectadas a una red de desagüe común, se ha erigido como un salvavidas esencial que evita la transmisión de enfermedades y facilita la salubridad de las ciudades.
La emergencia climática representa una amenaza creciente para este sistema, que es un pilar básico para el buen funcionamiento urbano. El cambio climático, que se manifiesta en episodios meteorológicos extremos como inundaciones o sequías y en el aumento del nivel del mar, puede dañar gravemente la infraestructura de saneamiento e impactar de forma negativa en los recursos hídricos conservados en el subsuelo.
Aigües de Barcelona, compañía comprometida con el planeta y el medio ambiente, impulsa un saneamiento sostenible y responsable para proteger la salud del planeta y de las personas como fundamento de la resiliencia urbana y la sostenibilidad ambiental.
Con este hito, la compañía se marca el objetivo de la transformación integral de las depuradoras tradicionales en ecofactorías: fábricas energéticamente autosuficientes que, además de tratar el agua, convierten los residuos generados durante el proceso de depuración en productos útiles para usos como la agricultura, la construcción o la movilidad.
Agua regenerada, solución para la resiliencia hídrica
En este camino hacia la sostenibilidad, es básico reutilizar el agua y reducir la presión sobre un medio natural que sufre un estrés hídrico cada vez más intenso. Aigües de Barcelona trabaja en sus plantas depuradoras por el buen tratamiento de este recurso y va un paso más allá, apostando decididamente por la regeneración del agua depurada para que se pueda reutilizar.
Una vez regenerada, el agua se puede devolver en condiciones óptimas a los ríos y acuíferos para iniciar de nuevo el ciclo de la captación o se puede suministrar a la industria, las ciudades o la agricultura para distintos usos, como por ejemplo el riego de calles y zonas verdes, la producción agrícola o procesos industriales.

Actualmente, la compañía ya está implementando iniciativas concretas que la han situado como referente en este ámbito en el sector del agua en Catalunya. Así, por ejemplo, aporta agua regenerada desde la Estación Regeneradora de Agua Residual del Baix Llobregat hasta el río Llobregat para mantener su caudal ambiental, y se usa como recarga del acuífero de las balsas de Sant Vicenç dels Horts.
Además, el agua regenerada es crucial como barrera contra la intrusión del agua de mar en la fachada litoral de Barcelona y del Prat de Llobregat, ya que garantiza la calidad del agua almacenada en el acuífero del delta del Llobregat.
Economía circular en la gestión de fangos
Aigües de Barcelona ha evolucionado desde un modelo lineal hacia un enfoque circular basado en la reutilización, la reducción de residuos y la valorización de subproductos. Esta transición permite aprovechar al máximo los recursos, minimizar el impacto ambiental y contribuir a la descarbonización del territorio.
En este sentido, prácticamente el 100% de las más de 230.000 toneladas de fangos generados durante el 2024 en las plantas depuradoras gestionadas por la compañía fueron valorizados, principalmente en plantas de compostaje o mediante la aplicación agrícola directa. Esta gestión responsable ha representado un ahorro de emisiones de casi 15.000 toneladas de CO2.
Para optimizar la gestión de lodos y minimizar sus emisiones, se están desarrollando proyectos clave bajo el enfoque de economía circular. Las obras para la construcción de una plataforma de recepción y rehidratación de fangos en la depuradora del Baix Llobregat permitirán tratar más de 40.000 toneladas de fangos anuales provenientes de la depuradora del Besòs. Así se podrá aprovechar parte del poder energético de los fangos en forma de biogás para generar energía eléctrica.
Paralelamente, en la planta depuradora de Montcada i Reixac se está construyendo un sistema de digestión anaeróbica para producir hasta 2 millones de m² de biogás al año y disminuir el volumen de fangos a gestionar. Esto favorecerá la valorización energética del fango a partir del biogás generado, incrementando la autosuficiencia energética de esta depuradora, y adecuará el fango para ser aplicado directamente al suelo en agricultura sin necesidad de compostaje.
Autosuficiencia energética y descarbonización
El proceso de transformación hacia las ecofactorías incluye la mejora continua de la eficiencia y la autosuficiencia energética de las instalaciones de tratamiento de agua residual. La compañía referente en la gestión del agua desde hace más de 150 años está ultimando la instalación de placas fotovoltaicas en la depuradora de Gavà-Viladecans, que se prevé que empiece a funcionar en marzo del 2026. Esta instalación producirá 511.750 kWh/año y comportará una reducción de las emisiones de 123.332 kg de CO2/año.
Asimismo, se está acabando de poner a punto la instalación de codigestión en la estación depuradora de Sant Feliu de Llobregat para incrementar la producción de biogás y, por lo tanto, la producción de energía eléctrica, mejorando la autosuficiencia energética de la planta, que actualmente ronda el 35%.
Alineación con las directivas europeas sobre aguas residuales
Todas las iniciativas enmarcadas en el proceso de transformación de las ecofactorías de Aigües de Barcelona están alineadas con la nueva directiva europea sobre el tratamiento de las aguas residuales urbanas (TARU), que pone énfasis en la mejora de la calidad del agua depurada y en la identificación y el tratamiento de contaminantes emergentes, como por ejemplo fármacos, drogas o productos químicos.
Otra línea de trabajo señalada por la TARU es la reducción de la aportación de carga contaminante al medio por los desbordamientos de los sistemas unitarios de saneamiento (DSU) durante los episodios de lluvia, que pueden provocar vertidos de una mezcla de aguas residuales y pluviales al medio.
Para reducir estos episodios y mejorar su gestión, por encargo del Área Metropolitana de Barcelona, la compañía está redactando el Plan Integral de Gestión del Sistema de Saneamiento (PIGSS) de Gavà-Viladecans, y en los próximos meses iniciará la redacción de los planes correspondientes de los otros cuatro sistemas metropolitanos (Baix Llobregat, Sant Feliu de Llobregat, Besòs y Moncada), para disponer de un modelo preciso del funcionamiento de la red para planificar infraestructuras que reduzcan los DSU.
En esta línea, el proyecto RESSONA, financiado por el programa PERTE de digitalización del ciclo urbano del agua, lleva a cabo una iniciativa para la sensorización de los sistemas de saneamiento. Esta acción permitirá cuantificar y caracterizar los vertidos producidos en los sistemas de saneamiento metropolitanos que alcanzan el Dominio Público Hidráulico como consecuencia de los desbordamientos durante los episodios de lluvia. Esta iniciativa de Aigües de Barcelona está subvencionada por el MITERD (Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico) y cofinanciada por el AMB (Área Metropolitana de Barcelona) en coordinación con la ACA (Agencia Catalana del Agua).
Con una inversión total de más de 35 millones de euros, el PERTE RESSONA resulta un elemento clave en el actual escenario de emergencia hídrica estructural. La compañía acelera con este proyecto la implantación de soluciones digitales avanzadas al servicio de la sostenibilidad y la resiliencia del ciclo del agua. Precisamente, en septiembre el MITERD otorgó un reconocimiento a Aigües de Barcelona por el carácter innovador y la capacidad de este proyecto para hacer más eficiente, resiliente y sostenible el ciclo del agua.