Arantxa Sánchez Vicario publica un libro en el que critica el expolio económico de su familia

La mejor tenista española de todos los tiempos relata cómo sus padres y hermanos se aprovecharon de los 45 millones ganados hasta descubrir cómo había menguado su patrimonio

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El escándalo que se vive en el seno de la familia Sánchez Vicario, adelantado en diciembre de 2010 por Economía Digital, ha vuelto a cobrar actualidad con la publicación de un libro escrito por Arantxa Sánchez Vicario en el que relata con todo lujo de detalles lo que considera un expolio familiar de su patrimonio.

Según la mejor tenista española de todos los tiempos, apenas queda nada de los 45 millones de euros que ganó durante su carrera como deportista. Un expolio familiar que atribuye a la gestión realizada por sus padres y sus hermanos Javier y Marisa, mientras que deja aparte a su hermano Emilio, quien se independizó del grupo incluso desde el punto de vista patrimonial.

El libro que se titulará Arantxa ¡Vamos! Memorias de una lucha, una vida y una mujer ha sido editado por La esfera de los libros y hoy el diario El Mundo ha publicado un avance editorial. En el mismo se puede leer las intromisiones de la familia en la vida personal, deportiva y económica de la tenista.

Oposición al matrimonio

“Mi padre ha disfrutado de plenos poderes para decidir y gestionar los recursos. Ha hecho las inversiones que ha considerado oportunas y ha administado la totalidad de mis ganancias”, relata la benjamina de los Sánchez Vicario. De igual manera, explica la oposición frontal de su familia al matrimonio con el empresario Pep Santacana, con quien tiene dos hijos.

“Cuando por fin conseguí imponerme, llegó la sorpresa; luego, la decepción. La sorpresa de encontrarme sin recursos después de una carrera plagada de éxitos y, en consecuencia, de ganancias”, agrega.

Escándalo y deuda con Hacienda

Uno de los reproches que la tenista realiza a los gestores de su patrimonio es la sentencia que hubo de afrontar por el contencioso sobre su domicilio fiscal en Andorra. Una vez desestimados los recursos de casación ante Hacienda, Arantxa Sánchez Vicario hubo de abonar 3,5 millones de euros por liquidaciones tributarias de los años 1989 a 1993.

“Me han dejado sin nada, estoy endeudada con Hacienda y mis propiedades son muy inferiores a las que tiene por ejemplo mi hermano Javier, que a los largo de su carrera ha ganado mucho menos que yo. ¿Puedo aceptar este abuso y quedarme callada? –prosigue–. No voy a hacerlo”

Economía Digital

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