BBVA ve con buenos ojos el giro radical que Erdogan le quiere dar a la economía turca
El Banco Central de Turquía rompió con la tendencia de continuas bajadas de tipos de interés el pasado 22 de junio, elevado las tasas en 650 puntos básicos
BBVA muestra su satisfacción ante el giro radical que Erdogan le ha dado a la política económica de Turquía en cuestión de un mes y medio. Desde que el presidente fue reelegido en las que han sido una de las elecciones más apretadas en la historia del país otomano, la idea sobre la economía turca ha cambiado de sentido, algo que, de cara a los intereses del banco español, es positivo.
Si hasta hace un mes y medio, la postura de Erdogan para combatir la hiperinflación era reducir drásticamente los tipos de interés de Turquía, ahora, el presidente, ha reculado y se ha suscrito a lo que llevan haciendo los reguladores internacionales desde hace un año: endurecer la política monetaria.
Hafize Gaye Erkan, extrabajadora de Goldman Sachs y consejera delegada de First Republic Bank hasta 2022, recaló en el Banco Central de Turquía como gobernadora a principios de junio y le han bastado semanas para imponer su idea, la cual, ha sido secundada por el presidente turco. El regulador central otomano elevó los tipos de interés en 650 puntos básicos, hasta el 15%, el pasado 22 de junio. Dicho movimiento es una declaración de intenciones de lo que está por venir en Turquía, así como de la idea que tiene la gobernadora sobre la situación macroeconómica de la nación con sede en Ankara.
BBVA cree que la vuelta a la ortodoxia es positivo
Además de las subidas de tipos de interés, el supervisor turco ha abierto la puerta a revirar las condiciones de las políticas bancarias que, hasta el momento, son un lastre para las entidades. Aunque Garanti se ha visto afectada, como el resto de los bancos, por unas políticas bancarias restrictivas, ha logrado obtener rédito en los últimos meses.
Pese a ello, BBVA remarca a ECONOMÍA DIGITAL que «en Turquía se están dando pasos de vuelta a la ortodoxia para reducir paulatinamente los desequilibrios de la economía. Por lo tanto, si las medidas continúan en esta dirección, será positivo para BBVA».
A tenor de la postura adoptada por la máxima mandataria del Banco Central de Turquía, y atendiendo a que Erdogan ha accedido a variar su idea económica, todo apunta a que lo que está por venir es una etapa de varias subidas de tipos de interés, la cual cesará cuando estos estén en un nivel lo suficientemente restrictivo y, sobre todo, cuando haya evidencias de que la inflación cae.
El Banco Central de Turquía rebajó los tipos de interés de forma consecutiva desde marzo de 2021 hasta la última subida de junio
Además de ello, el regulador turco ha dado los primeros pasos hacia una suavización de la regulación bancaria, lo cual, se antoja clave para el mayor desempeño comercial de todas las entidades financieras, entre las que destaca Garanti, la filial turca de BBVA, al ser el mayor prestamista del país otomano, entre otras cosas.
La llegada de políticas expansivas para la banca desahoga al sector
Tomasz Noetzel, analista de Bloomberg, explica que «la rebaja del coeficiente de mantenimiento de valores de Turquía desde el 10% hasta el 5% es el primer paso para rebajar una regulación bancaria poco favorable y que debería apuntalar la confianza en Ankbank, Garanti etc.». El experto señala que, una vez el mercado ha interiorizado el cambio de dinámica monetaria, ahora se centra en otros aspectos, entre lo que destacan «los nuevos planes sobre el régimen de depósitos de divisas y la limitación de los préstamos».
Cabe destacar que la política bancaria, hasta ahora, era restrictiva. Por poner un ejemplo, Erdogan ha tratado de elevar el uso y el ahorro en liras a través de la ‘imposición’ de que la banca conceda préstamos, o abra depósitos, a través de la moneda local. El objetivo era aguantar el valor de la divisa, algo que no ha conseguido y que parte de su equipo económico acababa por imponer una política económica laxa.
Ahora, un estudio de Bloomberg al que ha tenido acceso ECONOMÍA DIGITAL señala que «el principal reto para el nuevo equipo económico será formular un plan creíble para finalizar el programa de depósitos protegidos en divisas». Pese a que la lira ha cedido estrepitosamente en los últimos meses, los expertos creen que el programa ha sido «fundamental para limitar la depreciación de la moneda».
La última subida de tipos de interés llevada a cabo por el regulador turco colocó las tasas en el 15%
Además, los analistas de la agencia estadounidense consideran que «cualquier flexibilización de las normas bancarias ayudaría a sus costes de financiación, con unos tipos de depósito de la lira cercanos al 40% en la actualidad», en línea con el positivismo que ve BBVA si, finalmente, los reguladores turcos conducen la economía hacia la ortodoxia.
Podría haber un deterioro en la demanda de crédito
Cabe destacar que las subidas de tipos de interés también podrían generar problemas sobre el negocio bancario. Atendiendo a que la primera alza de las tasas tras dos años de descensos ha sido de 650 puntos básicos, parece claro que el Banco Central de Turquía pisará el acelerador a fondo para trata de rebajar una inflación que, según el último dato, roza el 40%.
Es decir, es probable que el regulador eleve los tipos a un ritmo vertiginoso (JP Morgan estima que hasta el 30% hasta finales de año), lo que, a la larga, podría mermar la demanda de crédito, algo que, hasta ahora, no era un problema. En esas, Garanti tiene un papel crucial, puesto que su negocio se basa en la concesión de préstamos.
Pese a ello, el banco filial de BBVA tiene recorrido y encara el tramo de endurecimiento monetario con unas métricas positivas, en las que destaca el aumento de las provisiones en un 48%, una caída de la morosidad hasta el 4,3%, y un crecimiento de los depósitos de la clientela superior al 10%, según los últimos datos reportados por la entidad.