Pere Navarro avisa a los conductores del nuevo dispositivo de la DGT que llegará tras la baliza V16
La consigna oficial es clara por parte de la DGT, la única tasa segura es 0,0%
El director general de Tráfico, Pere Navarro. Foto: Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
El director general de Tráfico, Pere Navarro, ha aprovechado la campaña de Navidad para lanzar un mensaje muy claro a los conductores españoles: este final de año y el arranque de 2026 llegan cargados de controles reforzados, cambios normativos y nuevas obligaciones en materia de seguridad vial.
La DGT prevé 22,4 millones de desplazamientos por carretera estas fiestas, con un operativo especial activo hasta el 6 de enero y más de 35.000 pruebas de alcohol y drogas diarias en todo tipo de vías.
Navarro, recuerda dos grandes ejes de la estrategia de Tráfico para los próximos años: la reducción del límite legal de alcoholemia y la obligatoriedad de la baliza V16 conectada a partir del 1 de enero de 2026.
El contexto no deja mucho margen para la complacencia. Según los datos provisionales de la DGT, 2024 terminó con 1.154 muertos en carretera en vías interurbanas, 14 más que el año anterior (+1%), pese a registrarse menos siniestros mortales.
En total, hubo 1.040 accidentes mortales y 4.634 heridos graves que requirieron hospitalización, en un entorno de desplazamientos récord: casi 463 millones de viajes, un 3,15% más, la cifra más alta de la serie histórica.
Los informes del Observatorio Nacional de Seguridad Vial confirman que el alcohol y las drogas siguen presentes en un porcentaje muy elevado de los accidentes mortales, con más del 40-49% de los conductores fallecidos dando positivo en alcohol, drogas o psicofármacos en los análisis toxicológicos.
Controles masivos en Navidad
Entre el 15 y el 21 de diciembre, la DGT ha coordinado una campaña específica de control de alcohol y drogas en la que las policías con competencias de tráfico realizan más de 35.000 pruebas diarias, tanto en vías urbanas como interurbanas, y a cualquier hora del día.
El objetivo es claro, atajar el riesgo asociado a las cenas de empresa, comidas familiares y celebraciones navideñas, donde el alcohol suele ser uno de los invitados habituales… y, en demasiadas ocasiones, el protagonista cuando alguien decide conducir después de beber.
Navarro ha sido especialmente contundente en este punto. Lleva meses defendiendo la necesidad de reducir el límite máximo de alcoholemia de 0,5 a 0,2 gramos por litro en sangre (equivalente a 0,1 mg/l en aire espirado) para conductores no profesionales, alineando España con los países más estrictos de Europa.
Según el titular de la DGT, “no hay excusa”: cuanto antes se rebaje el límite, antes se podrá evitar algún siniestro grave, y la medida no busca sancionar más, sino reforzar un mensaje cultural muy simple: “quien bebe no conduce”.
En 2023 y 2024, más del 40% de los conductores fallecidos en siniestros de tráfico tenía presencia de alcohol, drogas o psicofármacos, y en algunas series esta proporción se acerca al 50%.
Además, la siniestralidad ha crecido no solo en carreteras convencionales —que concentran el 72% de las víctimas mortales— sino también en autopistas y autovías, donde los fallecidos aumentaron un 7% en 2024.
Esta tendencia llevará a la DGT a revisar la distribución de los 122 nuevos radares que se instalarán, reforzando la vigilancia en las vías de alta capacidad con peores registros de accidentes.
Para las Navidades 2025-2026, el operativo especial se estructura en tres fases, coincidiendo con Nochebuena, Fin de Año y Reyes, e incluye carriles reversibles, itinerarios alternativos, paralización de obras y restricciones a camiones en determinados tramos y horarios.
La consigna oficial es tan clara como repetida por la DGT, la única tasa segura es 0,0%.