Primera reunión del nuevo consejo de Celsa tras el desembarco de los fondos

Deutsche Bank y el resto de los acreedores ya son los propietarios del grupo tras capitalizar una deuda de 1.300 millones de euros

Rafael Villaseca, nuevo presidente de Celsa. Foto EFE-Quique García

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Celsa consolida su cambio de ciclo. El consejo de administración designado por los nuevos dueños del gigante siderúrgico celebró este martes su primera reunión, según aseguran fuentes del sector a Economía Digital. El encuentro entre los consejeros sirvió como primera toma de contacto, a la espera de cerrar las cuentas de este 2023.

Deutsche Bank, Attestor y el resto de los tenedores del millonario pasivo de la empresa se hicieron oficialmente con la totalidad del accionariado de la acerera a finales de noviembre, después que una sentencia judicial emitida en setiembre avalara su plan de reestructuración mediante el cual capitalizaban 1.300 millones de euros de deuda.

Con su entrada en el grupo, nombraron un consejo de administración provisional especializado en reestructuraciones empresariales, mientras siguen buscando un consejo definitivo con perfiles cercanos al sector industrial que acompañará al presidente no ejecutivo, Rafael Villaseca.

Hasta entonces, el órgano de representación está formado por Luis Aurelio Martín y Francisco Javier Díaz-Gálvez, fundadores de la consultora Abencys, y por Esther Alfonso y Antonio Arenas, que deberán de consolidar la transición del grupo. De hecho, tienen una amplia experiencia en la gestión de empresas inmersas en procesos concursales y de reestructuración, habiendo trabajado, por ejemplo, en la refinanciación del grupo acerero Gallardo.

Según las fuentes consultadas, el primer encuentro entre estos consejeros se celebró este martes de forma semipresencial y fue una reunión “muy preliminar”. Los consejeros restan a la espera de tener disponibles las cuentas de este 2023, que está analizando la firma internacional FTI Consulting, para empezar a preparar los presupuestos del próximo ejercicio. En las previsiones para 2024, deberán tener en cuenta la evolución del precio del acero y del sector a nivel europeo.

Los fondos simplifican la estructura

La primera convocatoria del nuevo consejo llega un día después de la formalización del proceso de reestructuración con un anuncio en el Borme. En el boletín de este lunes, figuraba una simplificación societaria mediante la cual las tres sociedades de cabecera del grupo se unían en una sola corporación. Concretamente, la empresa Inversiones Pico Espadas ha absorbido a Inversiones Pico Aneto y a Inversiones Pico Anayete.

La publicación describía una la emisión de warrants como mecanismo para capitalizar la deuda. Además, los nuevos dueños han ejecutado una reducción de capital que simboliza la salida del accionariado de la familia fundadora, los Rubiralta, seguida de una ampliación con un importe nominal de 1,32 millones de euros.

En este sentido, también se anunciaba la salida de los antiguos consejeros, el expresidente de la siderúrgica, Francesc Rubiralta, sus hermanos Ignasi y Carola y los vocales independientes, Xavier Pujol Artigas y Jorge Sendagorta Gomendio; para dar entrada a los nuevos miembros del órgano.

Rafael Villaseca ya certificó el cambio de etapa de Celsa, cuando visitó la sede de la empresa en Castellbisbal (Barcelona) y se reunió con Rubiralta y con el comité de empresa el día 1 de diciembre. El presidente de la compañía catalana estuvo acompañado por Sergio Vélez, responsable de FTI Consulting en España y CEO interino de Celsa, que será sustituido en enero por Jordi Cazorla, director general en el Sur de Europa de DS SMITH y el elegido por los fondos como el nuevo CEO de Celsa.

El principal reto del nuevo equipo directivo del grupo, tanto el provisional como el definitivo, será impulsar un plan industrial, una vez saneadas las cuentas. Más allá de los casi 1.400 millones de deuda convertible y Jumbo a capitalizar, los fondos han alcanzado un acuerdo para extender las líneas de circulante y han prorrogado cinco años el vencimiento del pasivo posterior a la reestructuración, que asciende a 1.600 millones de euros.

En busca de un socio

Los nuevos consejeros deberán trabajar, también, en la entrada de un socio industrial español. Tras la sentencia que daba luz verde a la toma de control, los fondos pactaron con el Gobierno el mantenimiento del empleo y de la sede social en Castellbisbal, así como la entrada de un socio que se hiciera con el 20% del capital, para conseguir su visto buen, en caso de necesitarlo bajo el amparo del llamado escudo antiopas, un sistema que controla inversiones extranjeras en empresas estratégicas.

Según dicho acuerdo, el reloj empezaba a moverse en el segundo en que se oficializara el plan de restructuración y los hedge funds pasaran a ser los propietarios de Celsa, por lo que los nuevos directivos de la acerera tienen hasta mayo para encontrar un comprador. En un sector tan nicho como el siderúrgico, las opciones son pocas, por lo que ya han empezado a sonar la vasca Sidenor, Megasa y CL Grupo Industrial, los propietarios del grupo Gallardo desde 2020, como posibles interesados.

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