El concurso de Obrum, icono del boom, llega a su final 16 años después

La constructora Obrum entró en concurso de acreedores en el año 2009 y este mes el Juez ha dictado el fin del proceso

Construcción de viviendas.

El concurso de la constructora Obrum, símbolo del boom inmobiliario y económico vivido en España durante los primeros siete años de siglo, y también del estallido de la burbuja y la crisis financiera cuyas negativas consecuencias persisten hoy en día, ha llegado a su final, 16 años después.

El Juzgado Mercantil número seis de Madrid ha comunicado este mes de septiembre Auto en el que dicta la conclusión del concurso de acreedores de Obrum Urbanismo y Construcciones.

El magistrado Francisco Javier Vaquer Martín acuerda en dicho Auto «la extinción de la sociedad concursada, y disponer el cierre de su hoja de inscripción en el Registro Mercantil (…) pudiéndose acordar la reapertura del concurso, si aparecen bienes patrimoniales de la sociedad extinta, para tramitar una fase de liquidación (…)».

Juan Pedro Hernández Moltó, expresidente de Caja Castilla La Mancha; la entidad fue accionista de Obrum.

La historia de Obrum es reflejo de los avatares de la economía y política española de las últimas dos décadas, en la que se cruzan el esplendor y descontrol inmobiliario de los primeros años de siglo con escándalos políticos y judiciales, con la crisis bancaria, con el Banco Popular, con la caída de Caja Castilla La Mancha, con proyectos inmobiliarios y de infraestructuras básicas afectadas…

Obrum se constituyó inicialmente bajo la denominación de Retiro Mediaciones, en 1994, cambiando su denominación por la de Obrum en 2002. A mediados de 2007, al filo del estallido de la burbuja inmobiliaria en España, la compañía acordó su fusión con la constructora DHO, con el objetivo de crear un grupo con una facturación de unos 700 millones y una plantilla cercana a las 2.000 personas.

El pinchazo de la burbuja y la llegada de la crisis financiera global -la quiebra de Lehman Brothers aconteció en septiembre de 2008- impactaron con crudeza en Obrum, solicitando su entrada en concurso en el año 2009. En ese momento, el pasivo de la constructora superaba los 265 millones de euros, mientras que el activo ascendía a 93 millones.

Unos meses antes de entrar en concurso, Obrum firmó un préstamo sindicado con la banca española por 91 millones

El grupo participaba en numerosas obras de infraestructuras junto a otras empresas, y su entrada en concurso de acreedores afectó a la construcción de líneas de Metro ligero, plataformas del AVE, urbanizaciones, cooperativas de viviendas, plantas de residuos, carreteras, autovías, obras en el aeropuerto de Barcelona…

Unos meses antes de declararse en concurso de acreedores, en agosto de 2008, Obrum firmó un contrato de financiación con la banca española por el que recibió un préstamo sindicato de 90,6 millones de euros.

Según las cuentas de la empresa consultadas por este diario del año 2015, el principal acreedor era Caja Castilla La Mancha, con 67 millones. La entidad se convirtió en accionista de la matriz de Obrum en 2007, compartiendo capital con Aricam, Nueva Coslada, y el grupo Avantis.

En 2009, el mismo año en el que Obrum se declaró en concurso, Caja Castilla La Mancha, presidida por Juan Pedro Hernández Moltó, fue intervenida por el Banco de España, tras años de comprometidas inversiones inmobiliarias.

Entre los acreedores de Obrum también se encontraba Banco Popular, con cuatro millones. Pero además, Obrum contaba entre sus inversiones financieras con acciones de la entidad, en total dos millones de euros.

En junio de 2017, tras la resolución del Popular por parte de las autoridades europeas, Santander se hizo con el banco por el precio simbólico de un euro.

A la historia de Obrum no le faltó el añadido del escándalo político y judicial, como ocurrió en numerosos casos de quiebras inmobiliarias y de construcción de la época que revelaron la íntima relación entre políticos, bancos y compañías a la hora de adjudicar obras públicas, tasar terrenos y aprobar planes urbanísticos.

La constructora Obrum fue salpicada por el caso Púnica, presuntamente por ser empleada en adjudicaciones tramposas siendo Francisco Granados consejero de Transportes en la Comunidad de Madrid.

De acuerdo a las últimas cuentas de Obrum a las que este diario ha podido acceder a través de Insight View, del ejercicio 2015, la empresa presentaba ese año un patrimonio neto negativo de 277 millones de euros.

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