Una promotora en concurso desde 2012 subasta las dos parcelas más cotizadas en Fuerteventura
El concurso de la promotora Ramiterra, en 2012, finaliza ahora con la subasta de sus activos en Fuerteventura, entre ellos dos parcelas a pie de playa por un precio de seis millones cada una.
El paseo marítimo de una playa de Fuerteventura con oleaje, a 27 de diciembre de 2022, en Fuerteventura, Las Palmas, Islas Canarias (España). Europa Press
Las dos parcelas más cotizadas en Fuerteventura (Canarias), con vistas al Atlántico, salen a subasta por un precio de seis millones de euros cada una.
El Juzgado Mercantil número dos de Las Palmas de Gran Canaria, al frente del concurso de acreedores de la promotora Ramiterra, declarado en 2012, dispuso en septiembre del pasado año que la realización del activo de la empresa se hiciera por subasta, después de que, un año antes, aprobara el plan de liquidación de la inmobiliaria.
De acuerdo a la documentación de la subasta, consultada por este diario, los bienes de Ramiterra, promotora del complejo Salinas Golf Resort, se dividen en varios lotes, que comprenden campo de golf, la desaladora que autoabastece al complejo, y 80 parcelas urbanas en urbanización costera, perteneciente al municipio de Antigua.
La cadena Riu lidera la oferta hotelera en Canarias, seguida de Barceló y H10 Hoteles
Pero de todos los bienes a subasta, los que han llamado la atención de inversores inmobiliarios y grupos hoteleros, son dos parcelas, en el Lote 2.
«Son las más cotizadas de Fuerteventura, ahora mismo las dos parcelas más deseadas en el sector inmobiliario por el potencial turístico que tienen, interesan a los grupos hoteleros«, dicen fuentes del mercado consultadas por este diario.
La subasta, organizada por Trademat, de esas dos parcelas se inició el pasado 7 de noviembre, y finalizará el próximo día 26, a las 13 horas.
Los licitadores no podrán hacer reclamaciones por el estado físico, jurídico, ocupacional, urbanístico de los bienes «entendiéndose que con la oferta efectúan su renuncia a todo ello».
Las parcelas están situadas en Caleta de Fuste, cercana al aeropuerto de Fuerteventura, ubicadas en primera línea de playa, con vistas al océano Atlántico. Junto a ellas se encuentra el campo de Golf Club Salinas de Antigua, el mayor de la isla, y hay hoteles de la cadena Eurostar y de Sheraton.
Las fuentes del mercado consultadas estiman que las parcelas permitirían la construcción de un hotel de cuatro o cinco estrellas con una oferta total de 421 camas.
La consultura Colliers, en un informe presentado a mediados de este año, estima una inversión inmobiliaria para este año de 3.245 millones de euros en Canarias, con especial concentración en Tenerife y Gran Canaria, destacando también la renovación de complejos turísticos en Fuerteventura y Lanzarote.
De acuerdo al mismo informe, la oferta hotelera en el Archipiélago Canario está liderada por la cadena Riu, con una oferta de 6.856 habitaciones, el 4,3% del total de la planta hotelera.
Le sigue Barceló, con 6.745 (4,2%), mientras que H10 Hotels ocupa el tercer lugar con 6.356 (4%). El cuarto grupo en volumen es Lopesan Hotel Group, con 5.366 (3,4%), seguido por Meliá, que cuenta con 5.322 (3,3% del total).
Del boom a la subasta
La promotora Ramiterra, constituida a principios de este siglo, proyectó un desarrollo urbanístico en el municipio de Antigua, en Fuerteventura, un complejo residencial junto al mar, con campo de golf y viviendas de lujo.
Sin embargo, los planes de la inmobiliaria chocaron con los planes urbanísticos oficiales. Ramiterra reclamó en 2005 una indemnización de 127 millones de euros al Gobierno canario, sosteniendo que la moratoria turística le había impedido ejecutar su proyecto.
El pinchazo de la burbuja inmobiliaria y la crisis económica y financiera desencadenada a partir de 2008 frustró definitivamente los planes de Ramiterra.
El Tribunal Supremo desestimó en 2011 la indemnización reclamada por la compañía al Gobierno canario, y la promotora no tuvo más remedio que declararse en concurso de acreedores, al igual que las miles de promotoras que quebraron en España en aquella época.