Collboni adjudica en Barcelona 64 viviendas a Copcisa por 13 millones, en plena batalla legal por la herencia de la familia Carbonell
La constructora, en medio de la disputa familiar, consigue un contrato clave para la construcción de viviendas de protección oficial en Barcelona, a pesar de la incertidumbre sobre su control accionario
Cartel de Copcisa en una obra. Foto: Europa Press
Copcisa, la promotora de los Carbonell, que continúa en el centro de una disputa legal por la herencia, se ha hecho con el proyecto del Ayuntamiento de Barcelona que supondrá una inversión de 12,86 millones de euros para la construcción de un edificio plurifamiliar en la Gran Vía de les Corts Catalanes, según ha podido conocer ECONOMÍA DIGITAL.
Esta adjudicación se produce mientras la batalla judicial por el control de la constructora continúa, con Eloi Carbonell luchando por mantener su liderazgo en la empresa, frente a las demandas de su hermano mayor, José Carbonell, quien busca una revisión de la herencia.
A pesar de las dificultades en la esfera familiar, la adjudicación ha sido una victoria importante para Copcisa, que superó a competidores como OHLA y ACSA.
El conflicto que hoy vive Copcisa tiene sus raíces en una decisión tomada hace más de una década por Benet Carbonell, el patriarca de la familia. En 2015, Benet sorprendió a todos al anunciar que dejaría la totalidad de su imperio empresarial a su hijo menor, Eloi, y desheredaba a su primogénito, José Carbonell.

Esta decisión fue tomada en un contexto complicado para la familia, marcado por la crisis financiera que afectó a la constructora durante la burbuja inmobiliaria. José, que hasta entonces había liderado la división inmobiliaria de la empresa, fue cesado tras una inversión fallida de 100 millones de euros en Masia Marcet, que tuvo un fuerte impacto en la estabilidad financiera de Copcisa.
Aunque la decisión de Benet fue presentada como un intento de evitar futuros conflictos, la familia nunca la aceptó de forma unánime. Eloi ha defendido siempre la legitimidad del testamento, pero José, respaldado por sus otros tres hermanos, inició un proceso judicial para impugnarlo, alegando que la decisión fue injusta y basada en hechos mal comprendidos.
Los tribunales le han dado la razón, y en los últimos meses, una sentencia de la Audiencia Provincial de Barcelona ha desestimado el recurso de Eloi, abriendo el camino a un reparto más equitativo del capital de Copcisa.
A pesar de que el conflicto sigue vivo, con Eloi aún apelando ante el Tribunal Supremo, las decisiones judiciales han favorecido hasta ahora a José Carbonell, quien podría obtener el control de una parte significativa de la constructora.
A pesar del largo proceso judicial, la constructora no ha dejado de operar, y sus resultados han sido positivos. Desde que Jordi Puigferrat asumió la presidencia, Copcisa ha logrado recuperar parte de su antigua fortaleza, enfrentando de manera exitosa la deuda derivada de la crisis financiera.

Aunque la compañía ya no es la gigante de 800 millones de euros de facturación que fue en su momento, sus ingresos se han mantenido estables, y los últimos proyectos en su cartera, como la construcción del Complejo Ferroviario de Valladolid y la estación de Sants, son muestra de su resiliencia.
El contrato adjudicado por el IMHAB, que permitirá la construcción de 64 viviendas de protección oficial en el barrio de Gran Via, se enmarca dentro de esta etapa de crecimiento y expansión.
La obra tiene un plazo de ejecución de 32 meses, y la inversión total rondará los 12,86 millones de euros. Esta adjudicación resalta el buen estado de salud de la empresa a pesar de las turbulencias internas.
Copcisa, crecimiento en la tormenta
Mientras el proceso judicial sigue su curso, la constructora continúa ejecutando grandes proyectos y fortaleciendo su posición en el mercado de la construcción. Sin embargo, las disputas legales por el control de la empresa no parecen tener un desenlace inmediato.

Si bien Eloi Carbonell sigue defendiendo el modelo de un único heredero al mando de la compañía, el fallo judicial en favor de José Carbonell podría desencadenar un cambio en el accionariado de la empresa, algo que podría alterar la dirección estratégica de Copcisa.
La situación está lejos de resolverse, y las decisiones de los tribunales, junto con la resolución de las tensiones familiares, determinarán el rumbo futuro de esta histórica constructora catalana.