El Supremo borra el gran escollo a la venta de Agbar

La sentencia del Supremo que da la razón a Agbar en la concesión del agua en Barcelona clarifica el futuro de la empresa, que Suez ha puesto en venta

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La gran incertidumbre que empañaba el futuro de Agbar ha desaparecido. La compañía barcelonesa de aguas ve ahora, tras el fallo del Supremo, el futuro con mucha más claridad y su matriz francesa, Suez, mucho más rentable. La multinacional gala prevé desinversiones y la de la empresa española es una de las más probables; ahora ya puede escuchar ofertas sin condiciones.

Agbar mantenía un litigio con Ada Colau por el servicio del agua en Barcelona, que gestiona la empresa mixta Aigües de Barcelona, participada por Agbar con el 70% y por el Área Metropolitana de Barcelona y La Caixa con el 15% cada uno. Finalmente, el Tribunal Supremo dio a conocer este miércoles la sentencia definitiva: da la razón a Agbar y Aigües de Barcelona seguirá suministrando el agua en baja a Barcelona y parte de su área metropolitana.

Mientras este conflicto se dirimía en los juzgados, Suez reformaba su estrategia. Su plan para la próxima década incluye rotación de activos con desinversiones de hasta 4.000 millones de euros y la de Agbar era de las que estaba sobre la palestra. Amber, fondo accionista de la multinacional francesa, presiona para que sea uno de los activos en venta y lo valora en 3.000 millones, con lo que ya cubriría la mayoría de las ventas previstas.

No obstante, el litigio dificultaba enormemente la venta de Agbar por parte de Suez. El principal motivo es que sin saber si mantenía o no el control de la empresa mixta que abastece a 23 municipios de Barcelona, era muy difícil saber cuánto vale la compañía que preside Ángel Simón. La incertidumbre no solo le restaría valor sino también interés por parte de posibles interesados. Una sentencia negativa para la empresa también bajaría el precio —todavía más— pero alejaría los interrogantes. El desenlace ha sido el mejor posible para Agbar y Suez.

Suez planea desinvertir hasta 4.000 millones

Suez presentó a principios de octubre su plan estratégico hasta 2030, con ventas de hasta 4.000 millones que su consejero delegado, Bertrand Camus, no desveló. Sin embargo, el mercado mira decididamente hacia Agbar. Fuentes del sector apuntan que sería una desinversión lógica por parte del gigante galo del agua y el medio ambiente. La participación se considera madura y amortizada.

A todo ello está contribuyendo Amber. Aunque el fondo armenio solo posee el 1,9% del grupo francés, es uno de sus inversores institucionales más importantes y, lo que es más importante en ese caso, es activista. A diferencia de muchos otros fondos, como es el caso del gigante Blackrock, que son simples socios financieros, el del armenio Joseph Oughourlian pretende influenciar en el rumbo de la compañía para sacar la mayor tajada posible.

Amber está presionando a Suez para que ponga a la venta Agbar e incluso le ha puesto precio: lo ha valorado en 3.000 millones de euros. Algunas fuentes han calificado de algo hinchado este precio, si bien la desaparición de los nubarrones en Barcelona pueden llevar ahora al fondo y al grupo francés a maximizar su inversión en la empresa catalana.

Puede que Suez dé más detalles a los inversores sobre sus intenciones sobre Agbar estos días, cuando se celebra en París un salón para pequeños accionistas y el grupo dirigido por Bertrand Camus es una de las grandes compañías presentes en él. Además de conferencias, el Actionaria sirve para poner en contacto a los inversores con las empresas, que les explican sus planes de negocio para captar dinero.

El papel de La Caixa en el futuro de Agbar

La Caixa puede tener un papel muy importante en esta operación, si bien las fuentes consultadas creen que no se producirá en el corto plazo. La fundación que preside Isidro Fainé tiene, a través de Criteria, el 6% de Suez, siendo el segundo accionista individual por detrás de Engie (32,1%). El grupo catalán ostenta esta participación desde que le vendió precisamente la mayoría de Agbar.

Sobre las torres negras de La Caixa en la Diagonal de Barcelona sobrevuela la opción de recuperar una participación en la compañía de aguas, y más ahora que ya no hay nubarrones. Dispone de liquidez para hacerlo y, si necesita crédito, tampoco tiene dificultades para lograrlo. Aunque todavía no hay una posición tomada, pues es pronto y Fainé y su equipo manejan los tiempos de forma extremadamente cuidadosa, una opción con posibilidades es encontrar un fondo de inversión como socio financiero.

La duda es qué participación y papel tendrá La Caixa si decide tomar la iniciativa. Su 6% en Suez vale alrededor de 500 millones. Cambiarlo por acciones de Agbar le daría ya cerca de un 20%, aunque eso dependerá finalmente de la valoración de la compañía. A partir de ahí, deberá invertir más si quiere tener la mayoría.

Xavier Alegret

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