Esta tradicional empresa de aceitunas entra en concurso de acreedores al perder más de 4 millones de euros
A pesar de su tradición, popularidad y calidad, no han conseguido salvarse de los numerosos golpes que está sufriendo el sector en España

Pérdidas millonarias que provocan la entrada en concurso de acreedores
El sector aceitunero en España vive una crisis sin precedentes. La inestabilidad ha provocado que empresas como Aceitunas Sarasa estén al borde de la desaparición. La tradicional compañía de origen navarro se ha visto obliga a entrar en concurso de acreedores después de registrar unas pérdidas que superan los 4 millones de euros.
Aceitunas Sarasa, la entidad que ha entrado en concurso de acreedores, es una firma española con sede en Andosilla, un municipio de Navarra. También tiene fábricas en Cárcar y Badajoz. Cuenta con más de 50 años de experiencia en la elaboración de aceitunas y encurtidos. A lo largo de este tiempo, ha desarrollado más de 60 variedades.
Uno de los aspectos que diferencian a la compañía es su pasión por la aceituna y el encurtido, un compromiso que aplica en cada etapa de producción, desde el campo hasta el producto final. Además, como ellos mismo explican en su página web, todas sus elaboraciones destacan por conservar la trazabilidad y la excelencia de la materia prima.
Respecto a su catálogo, es variado y especializado, con varias categorías de productos. Destacan las «Aceitunas de siempre», elaboradas de manera tradicional, disponibles al natural o con rellenos, como anchoa, orientadas para picoteos y aperitivos. También cuentan con las aceitunas aliñadas y rellenas. Entre sus referencias más populares figuran «Receta del Cortijo», una aceituna verdial aliñada con ajo y pimiento rojo según una receta andaluza, y «Hechizos del Sur», otra variedad aliñada muy apreciada.
Solicitan concurso de acreedores voluntario
A pesar de su tradición, popularidad y calidad, no han conseguido salvarse de los golpes que está sufriendo el sector. La reducción en la producción agrícola, la volatilidad de los mercados internacionales, el encarecimiento de materias primas, impulsados por la revalorización de aceitunas, vinagres, sal y otros insumos esenciales, y la falta de personal, son algunos de los motivos de esta caída.
Esto ha provocado, en 2023, obtuvieran unos beneficios marginales de 1.000 euros. Pero el gran golpe llegó en el último ejercicio, donde tuvieron pérdidas superiores a los 4 millones de euros. Este retroceso se produce a pesar de un crecimiento en las ventas superior al 20%, que alcanzaron los 27,8 millones de euros durante el mismo periodo.
Ante esta insostenible situación, la compañía ha solicitado el concurso de acreedores voluntario en los juzgados de lo mercantil de Navarra. Según fuentes de la dirección, publicadas por Diario de Navarra, el objetivo de este procedimiento es llevar a cabo una reestructuración que garantice la viabilidad futura de la empresa.
«Esta decisión se ha tomado tras un periodo de rápido crecimiento que ha generado tensiones de caja. El principal objetivo ahora es mantener la actividad y los puestos de trabajo mientras se sanean las finanzas», indicaron desde Sarasa a Alimarket.
A pesar del impacto en la cuenta de resultados, la dirección parece mantener un enfoque optimista en la búsqueda de socios o inversores interesados en un proyecto consolidado y con productos de calidad reconocida. Confían en salir reforzados del concurso de acreedores.
El último gran desembolso de la compañía
La última gran inversión de Sarasa fue en el año 2017, cuando adquirió 38.000 metros cuadrados en el polígono El Mallatón, en Cárcar, con un desembolso de 1,5 millones de euros para urbanización y construcción de una nueva planta de 5.000 metros cuadrados. En aquel momento, la empresa proyectaba una inversión total de 6 millones de euros en dos o tres años.
La inversión también contemplaba duplicar la plantilla, que entonces rondaba las 90 personas. En 2017, Sarasa estimaba facturar 21 millones de euros, con un 70% del mercado en España y un 30% en exportaciones. Sin duda se trata de una compañía contrastada dentro del sector que ahora atraviesa una crisis que les ha llevado a entrar en concurso de acreedores.