Esta empresa especialista en el sector de la automoción afronta un concurso de acreedores
Coches. Concurso de acreedores. Nissan
La solicitud del concurso de acreedores es una figura útil para aquellas empresas que no pueden solucionar sus problemas de insolvencia y falta de liquidez. A través del procedimiento jurídico, se persigue garantizar el cobro a los acreedores, pero también la búsqueda de alternativas que permitan al negocio continuar con su actividad habitual.
Es el caso de Troqueles y Moldes de Galicia S. A. (Tromosa), que se ha visto abocada a afrontar un concurso de acreedores. La complicada situación que atraviesa la compañía, cuya sede se encuentra en el polígono industrial del Tambre en Santiago de Compostela, se explica por la caída del consumo en el sector de la automoción.
Qué es Tromosa
La historia de Tromosa se remonta a 1980, cuando un grupo de técnicos procedentes de varios talleres de matricería optaron por fundar su propia compañía con el objetivo de cubrir las necesidades que había en el mercado local de moldes y troqueles en ese momento.
Lo que comenzó como un pequeño taller emplazado en el corazón de Galicia, rápidamente comenzó a expandir su actividad hacia el mercado nacional e internacional. Con el paso de los años, la compañía creció de forma sostenida hasta contar con una plantilla cercana a los 70 trabajadores y ocupar una parcela de 11.000 metros cuadrados.
Producción de moldes de plástico
La actividad principal de la firma es la fabricación de moldes para inyección de plástico, cuya producción en sus más de 30 años de historia se ha enfilado hasta las 1.300 unidades. Dado que sus productos acaban principalmente en el sector de la automoción, se ha especializado en la producción de moldes de grandes dimensiones.
Los principales clientes de la empresa son las grandes multinacionales, con fábricas centrales emplazadas en Francia, Alemania y España. Después de fabricar moldes para compañías como Citroën, Volkswagen, Audi, Seat, Nissan o Mercedes, actualmente tiene como clientes a Faurecia, Reydel, CEFA, Magna o Promens.
Entre los principales usos que estas empresas dan a los moldes de mediano y gran tamaño que produce Tromosa se encuentra la fabricación de paneles de puerta, consolas o defensas.
Trabajo para el sector aeronáutico
Más allá de la producción de plásticos para el embalaje y transporte, de los que ha superado los 50 millones de piezas fabricadas, también trabaja para el sector aeronáutico. A pesar de tratarse de una línea emergente dentro de la actividad de la empresa, ha trabajado para los proveedores de los principales fabricantes, como Airbus o Embraer.
Tromosa fabrica varios componentes, como los útiles de curado, útiles de recanteo o los perfiles de titanio para los aviones A380. De hecho, señala en su página web, cuenta con pedidos para la producción en serie de piezas.
Solicitud del concurso de acreedores
El desplome en el consumo del sector de la automoción, así como la deuda valorada en 12 millones de euros, ha llevado a la compañía al concurso de acreedores, según recoge La Voz de Galicia, que también relata que gran parte de la plantilla concluyó a finales de mayo un expediente temporal de regulación de empleo (ERTE).
Según se desprende de las cuentas de 2023, las ventas registradas por la firma se situaron en los 8,4 millones de euros, pero los ‘números rojos’ se situaron cerca de 1,2 millones de euros.
Tras sufrir el duro impacto de la pandemia originada por la expansión del coronavirus, en 2023 arrancó un proceso de reestructuración financiera con sus principales acreedores financieros.
Sin embargo, el descenso en la actividad que ha experimentado el sector de la automoción ha llevado a la empresa ha empeorar su situación económica y verse obligada a solicitar el concurso voluntario de acreedores.