Florentino Pérez (ACS) podría abandonar su apuesta en Defensa por hacer compras en compañías punteras de tecnología
El actual contexto geopolítico está marcado por los conflictos en el este de Europa y Oriente Próximo, pero también por la guerra comercial impulsada por Donald Trump

El actual contexto geopolítico está marcado por la inestabilidad. Los conflictos bélicos que han estallado en el este de Europa y Oriente Próximo, así como la guerra comercial impulsada por la administración estadounidense encabezada por Donald Trump no han hecho más que añadir incertidumbre a la coyuntura actual.
ACS, la compañía presidida por Florentino Pérez lleva tiempo analizando el panorama tecnológico militar con el objetivo de abrirse camino en el sector. Sin embargo, según recoge Vozpópuli, el empresario estaría echando marcha atrás en su estrategia de incursionar en el sector de defensa para optar por la compra de empresas punteras de tecnología.
Concretamente, la constructora tiene en su punto de mira compañías que puedan generar sinergias con ACS y permitan dar continuidad a su estrategia de apostar por la edificación de grandes estadios deportivos y centros de datos.
ACS, en una «posición privilegiada»
El consejero delegado de ACS, Juan Santamaría, ya señaló en la junta de accionistas del pasado mes de mayo, que la compañía se encuentra en una «posición privilegiada» para aprovechar las nuevas oportunidades de negocio que surjan a raíz del actual contexto geopolítico.
ACS considera que se encuentra en una posición privilegiada para aprovechar las nuevas oportunidades de negocio que surjan a raíz del actual contexto geopolítico
«La digitalización, los cambios demográficos y las nuevas infraestructuras energéticas van a seguir ocupando un lugar destacado en la agenda de gobiernos, inversores y empresas», destacó para acabar apuntando que, previsiblemente, se creará una «fuerte demanda» en sectores estratégicos como el tecnológico o el de defensa.
El CEO de ACS hizo alusión a la transformación política que está viviendo Estados Unidos tras la reelección de Trump como presidente y remarcó que está obligando a Europa a ser más independiente, lo que implica el despliegue de una amplia infraestructura en defensa y tecnología.
«ACS está muy bien posicionado con proyectos en Estados Unidos, Europa, América Latina, Asia y Oceanía», hizo hincapié y enfatizó que la compañía cuenta con una capacidad de inversión de unos 1.000 millones de euros anuales hasta 2030 con el objetivo de capitalizar oportunidades sin incrementar el endeudamiento y manteniendo la remuneración a los accionistas.
La capacidad de inversión de la que dispone la compañía es el resultado de la elevada caja que genera el grupo, de 2.100 millones de euros el año pasado, así como una sólida posición financiera, con una deuda neta de menos de 0,3 veces el ebitda consolidado.
La apuesta de Florentino Pérez
El actual escenario económico favorece la apuesta empresarial por el sector de la defensa. Por ejemplo, recientemente la OTAN ha acordado con los aliados un aumento del gasto militar de hasta el 5% del Producto Interior Bruto (PIB) hasta 2035. Con todo, España no gastará en defensa más del 2% de su PIB en 2026, un porcentaje que considera suficiente para cumplir con los criterios de la alianza atlántica.
Las empresas europeas del sector de la defensa y la seguridad vienen experimentando subidas en Bolsa ante la situación geopolítica
Las empresas europeas del sector de la defensa y la seguridad vienen experimentando subidas en Bolsa ante la situación geopolítica. Si bien actualmente existe un consenso estimado que el crecimiento que experimentará el sector de la defensa superará el 14%, los analistas de Bankinter prevén que se sitúe en el entorno del 22% para este año.
España, junto a Francia y Alemania, además, está avanzando en la construcción del futuro avión de combate europeo (FCAS/NGWS), una actuación que prevé materializar en 2040 y que comportará el desembolso de una inversión de 8.000 millones de euros, para los que España tiene presupuestados 2.500 millones de euros.
Se trata de un sistema completo de combate que incluye los aviones caza de nueva generación, un nuevo motor, un sistema de drones, una nube de combate, sensores y tecnología de baja observabilidad, así como un laboratorio de simulación para integrar todos los componentes.