Florentino Pérez mueve ficha en ACS y pone a un contraalmirante al mando de su expansión en Defensa
ACS se adentra en el sector de la defensa europea con un perfil técnico y diplomático al mando, en línea con la transformación del grupo hacia negocios críticos y de alta tecnología

Florentino Pérez es uno de los empresarios más exitosos de España
El grupo ACS, presidido por Florentino Pérez, ha dado un paso decisivo en su aterrizaje en el sector de la Defensa. La compañía ha incorporado al contraalmirante Antonio González García, un veterano con más de cuatro décadas de trayectoria en la Armada española, como nuevo responsable de su área de Defensa e Infraestructuras Críticas.
Con esta incorporación, Pérez refuerza su estrategia de diversificación hacia actividades de alto componente tecnológico y valor estratégico, en un momento en el que Europa acelera la inversión en capacidades de defensa, ciberseguridad y sistemas de inteligencia artificial de uso dual —civil y militar—.
El hombre adecuado para un nuevo terreno
González García es un ingeniero superior de telecomunicaciones con una amplia experiencia en el diseño, modernización y gestión de infraestructuras de defensa y sistemas de comunicación naval. En los últimos años, ha desempeñado responsabilidades clave: fue director de Infraestructura de la Armada y anteriormente subdirector de Ingeniería en la Jefatura de Apoyo Logístico, tras haber coordinado el programa de fragatas F-110 en Navantia, uno de los proyectos industriales más relevantes de la última década en el ámbito militar.
Su llegada a ACS no es casualidad. En el grupo reconocen que la nueva división de Defensa busca combinar ingeniería civil con capacidades tecnológicas y operativas del ámbito militar, un espacio en el que el contraalmirante aporta una visión experta tanto en la ejecución técnica como en el manejo institucional.
Según fuentes del sector, la misión de González García será diseñar la estructura y el plan de desarrollo de la división, que actuará en sinergia con otras áreas del grupo dedicadas a infraestructuras energéticas, digitales y de seguridad.
ACS se reorienta hacia sectores críticos
La creación de esta división forma parte de un reposicionamiento estratégico más amplio de ACS. El grupo ha comenzado a replegar su exposición en negocios tradicionales —como Clece, actualmente en venta, o Abertis, donde mantiene participación, pero ha reducido su implicación directa—, para concentrarse en actividades de alto valor añadido vinculadas a la transformación tecnológica, la energía sostenible y la seguridad europea.
En los últimos meses, la compañía ha constituido varias filiales en Madrid, como ACS Digital & Energía, ACS Energy Infrastructure Development y ACS Digital Infrastructure Development, con el objetivo de atraer inversión externa y replicar en Europa el modelo de crecimiento que mantiene en Estados Unidos, donde ya participa en centros de datos, defensa y energías limpias.
El director ejecutivo Juan Santamaría actúa como el principal ejecutor de esta nueva etapa. Bajo su liderazgo, ACS está impulsando un proceso de modernización interna que incluye la revisión del modelo operativo y la búsqueda de alianzas estratégicas con socios tecnológicos e institucionales. La consultora McKinsey está colaborando en este rediseño corporativo, enfocado en mejorar la eficiencia y la capacidad de adaptación a sectores en rápida evolución.
Influencia europea y posicionamiento institucional
La apuesta de Florentino Pérez por la defensa no se limita al ámbito industrial. ACS ha puesto en marcha un grupo de seguimiento político en Bruselas, gestionado por la consultora Atrevia, para estar presente en los debates y programas de inversión comunitarios relacionados con defensa, digitalización, energía e inteligencia artificial.
Esta estrategia busca posicionar al grupo como socio de referencia en proyectos europeos, especialmente aquellos vinculados al Plan ReArmar Europa, que pretende reforzar las capacidades de defensa del continente y reducir la dependencia tecnológica externa.
En este contexto, la figura del contraalmirante González García resulta clave: su experiencia en cooperación internacional dentro de la Armada y su conocimiento de los procedimientos europeos de contratación pública en defensa aportan credibilidad y red de contactos en un terreno donde la diplomacia técnica y el conocimiento normativo son determinantes.
Puentes con el Gobierno y el sector público
En paralelo, Moncloa ha intensificado los contactos con grandes grupos empresariales con interés en el ámbito militar. Según fuentes próximas al Ejecutivo, la Oficina Económica del presidente mantiene un canal de comunicación abierto con Carlos Ocaña, colaborador histórico de Florentino Pérez y actual representante de la SEPI en Telefónica.
El objetivo de Pérez es posicionarse en el sector de Defensa sin colisionar con los intereses del Gobierno, que impulsa a Indra como su “campeón nacional” en tecnología militar. En ese marco, ACS busca complementar, no competir: su foco estaría en la infraestructura, ingeniería avanzada y digitalización de sistemas, más que en la fabricación armamentística o el software militar directo.
La cercanía entre Pérez y Joseph Oughourlian, presidente del Grupo Prisa y accionista de referencia en Indra, también ha abierto un nuevo canal de cooperación mediática y empresarial que podría facilitar alianzas futuras.
De la construcción a la seguridad estratégica
El fichaje del contraalmirante González García marca un punto de inflexión. ACS, tradicionalmente identificada con la construcción y la ingeniería civil, entra en una nueva etapa donde la seguridad y la tecnología serán pilares esenciales.
Con más de 35.000 millones de euros de facturación global y una sólida presencia internacional, el grupo dispone de capacidad técnica, músculo financiero y red institucional para convertirse en un actor relevante en la industria de defensa europea.
En un entorno geopolítico donde la inversión en seguridad y autonomía estratégica se ha convertido en prioridad para los gobiernos, ACS busca situarse en el centro del tablero. Y lo hace con un perfil técnico, discreto y de alta credibilidad, como el del contraalmirante González García, al frente del timón.
Un nuevo rumbo para ACS
Con el aterrizaje del contraalmirante, ACS se adentra en un sector de gran proyección que combina ingeniería, innovación y seguridad nacional. Y lo hace con una estrategia pragmática: sin confrontar con el poder político, pero con la ambición de estar en la primera línea de la nueva economía de defensa europea.
La defensa, tradicionalmente alejada del núcleo de negocio de ACS, pasa ahora a formar parte de su mapa de crecimiento global. Y con el sello inconfundible de Florentino Pérez: visión a largo plazo, capacidad de ejecución y un olfato singular para detectar dónde está el futuro.