Iberdrola se vuelve anglosajona, echa el freno en renovables y descarta grandes operaciones
La eléctrica se prepara para la era de la electrificación dejando a España en un segundo plano

El presidente de Iberdrola, Ignacio Galán
Iberdrola avanza hacia su transformación anglosajona a ritmo de talonario. La compañía que preside Ignacio Sánchez Galán ha puesto el foco en las redes eléctricas de Reino Unido y Estados Unidos, dejando en un segundo plano a España, los proyectos renovables y las grandes operaciones de fusiones y adquisiciones que ya considera realizadas.
El gigante energético ha concretado las cifras de su nueva hoja de ruta hasta 2028: 58.000 millones, de los cuáles 37.000 millones serán para redes y 21.000 millones para renovables y clientes. No obstante, la mayoría de los proyectos renovables ya están anunciados y en construcción.
Su intención es transformarse con la creación de más redes «para estar más presentes en más países, ser más anglosajones y para iniciar la era de la electrificación en esta empresa que no hace más que crecer en este sector», según las palabras de Galán durante la presentación del plan en Londres, en el marco del Capital Markets Day de la compañía.
El mensaje de transformar Iberdrola en una empresa más anglosajona se repitió varias veces en el discurso del presidente de la firma, confirmando la estrategia por la que ha venido apostando en los últimos meses, con grandes inversiones en Reino Unido y Estados Unidos, países con alta calificación crediticia.
Del total de la inversión, 20.000 millones irán para territorio británico y 16.000 millones para el país que gobierna Donald Trump. Por contra, 9.000 millones serán para la «península ibérica», donde entra la inversión en España.
De esta última cifra, 4.000 millones deberían ir destinados a la mejora y ampliación de redes del país. Sin embargo, la compañía ha asegurado que hasta 1.000 millones pueden terminar cayéndose del plan si la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) no eleva la retribución que reciben por ello.
Iberdrola exprime la mina de oro de EEUU y la certidumbre de Reino Unido
Es por ello que Iberdrola se fija en mercados con un buen retorno a su inversión, «estables y predecibles«. Según la compañía, el regulador de Reino Unido está completamente de acuerdo con la política energética del Gobierno, mientras que en España ha llamado a la CNMC y al Ejecutivo a «resolver sus diferencias» para facilitar la inversión en redes.
Además, considera más fácil llevar a cabo este tipo de inversión en los países anglosajones, donde el regulador analiza de forma global y no tienen que justificar cada proyectos de manera individualizada como propone la CNMC en España.
Aunque lo que denominan en el sector como «incertidumbre regulatoria» es uno de los factores a tener en cuenta en la diferencia entre las cantidades de capital entre España y el resto de mercados, hay otros factores que la energética está teniendo en cuenta para tomar esta decisión.
Y es que Estados Unidos es un territorio al que le queda mucho por hacer en materia de redes eléctricas. La infraestructura del país norteamericano es «muy anticuada», en palabras de Galán, puesto que se diseñó en los años 60 y no tiene nada que ver con la realidad actual.
Es por ello que el 60% del capex (gasto de capital) que Iberdrola está negociando con el regulador irá destinado a cambiar la red actual y hacer que sea mucho más acorde a las necesidades del mercado.
Por tanto, se trata de una mina de oro aún por explotar donde Iberdrola ha tomado la delantera con una realidad que dista mucho de la española, donde el principal debate ahora mismo pasa por invertir más para ampliar la infraestructura y dar cabida a una gran cantidad de demanda atascada.
Con todo ello, el presidente de la mayor eléctrica de España aseguró que si invierten menos en España «no nos afecta para nada», puesto que, «si las condiciones no son muy atractivas, hay muchos lugares donde podemos llevar nuestro dinero con mejores retornos».
En cualquier caso, Iberdrola planea invertir hasta 8.000 millones en los próximos años, siendo «la empresa industrial que más ha invertido en todos los sectores», según el discurso de Galán.
«Estamos invirtiendo casi 3.000 millones al año y no hay ni una sola empresa que haga lo mismo en España. Somos la empresa industrial que paga más impuestos en este país«, sentenció el directivo.
Menos renovables y sin grandes operaciones por ahora
En este rumbo que Iberdrola ha tomado, las renovables siguen jugando un papel importante, pero han quedado relegadas a un segundo plano tras años de expansión en un negocio pujante respecto a la realidad energética y climática del mundo.
Así, la compañía tiene previsto destinar al negocio renovable y clientes, 21.000 millones. De este montante, el 38% se destinará a la eólica marina; un 24%, en eólica terrestre y un 10% a almacenamiento y otro 10% a solar.
Pero cabe destacar que el 75% de estos proyectos se encuentran ya en construcción. En este sentido, la política energética de Trump ha tenido que ver en la mayor cautela de la compañía a la hora de asumir riesgos en el negocio renovable, especialmente el eólico.
Galán considera que hay que ser «realista» respecto a la actual oposición de Trump a las energías renovables, ya que ha visto amenazados dos de sus proyectos en Estados Unidos, los parques de eólica marina New England Wind 1 y New England Wind 2.
«Estamos trabajando con todas las administraciones todo el tiempo», destacaron desde la compañía sobre la situación en el país norteamericano. Es por ello que serán más selectivos y solo atenderán a oportunidades con precios asegurados y un retorno económico adecuado.
El grupo tiene también en construcción en Estados Unidos su proyecto Vineyard Wind y que prevé que se concluya este año, así como dos más en el Reino Unido (East Anglia 3 y East Anglia 2), previstos para 2026 y 2028, y Windanker en Alemania, para 2028.
En cuanto al crecimiento a base de compras, desde Iberdrola creen que ya han hecho su trabajo en este aspecto. Tras adquirir la mayoría de sus filiales estadounidense (Avangrid) y brasileña (Neoenergía) y de comprar Electricity North West en Reino Unido, Iberdrola no buscará por ahora más fusiones y adquisiciones, siempre y cuando no se presenten oportunidades razonables.