Esta importante empresa cárnica con más de tres décadas entra en concurso de acreedores
La histórica cárnica Giresa Palencia 87, con más de tres décadas de actividad, se declara en concurso por insolvencia
Un trabajador en una carnicería. Foto: Freepik
Una firma con más de 35 años de experiencia en la industria de la carne y reconocida en el ámbito local por su especialización en el sacrificio y despiece de animales, Giresa Palencia 87 S.A. ha iniciado un proceso concursal voluntario, al confirmar ante el juzgado su situación de insolvencia inminente. La noticia, hecha pública tras el auto emitido por el Juzgado de Primera Instancia número 1 de Palencia, pone en evidencia la delicada situación financiera de una empresa que ha sido un pilar del sector agroalimentario en la región.
El auto judicial, de 15 páginas, firmado a comienzos de julio, admite a trámite la solicitud presentada por la propia empresa el pasado 26 de junio. En dicho documento se certifica que Giresa no está en condiciones de afrontar de forma regular sus obligaciones económicas. A partir de ahora, un administrador concursal será el encargado de evaluar la viabilidad del negocio y supervisar sus operaciones mientras se intenta buscar una solución que pueda evitar su liquidación.
Una empresa clave en el sector cárnico de Castilla y León
Fundada en 1987, Giresa Palencia 87 ha sido un actor relevante en la transformación y distribución de productos cárnicos. Su sede, ubicada en el polígono industrial de la capital palentina, ha dado empleo a cerca de medio centenar de trabajadores y ha manejado una facturación anual que oscila entre tres y seis millones de euros, según los datos recogidos en registros oficiales.
La compañía ha desarrollado su actividad en todo el ciclo de la cadena cárnica, desde la compra de animales vivos hasta su distribución a supermercados y carnicerías, incluyendo también la venta de subproductos como pieles. Asimismo, ha operado en el transporte de carne fresca, consolidando una red logística fundamental para la economía local.
Aunque su núcleo de negocio ha estado tradicionalmente centrado en la industria cárnica, el objeto social de Giresa también abarca otras actividades como la promoción inmobiliaria, la construcción y la gestión de terrenos. Este tipo de diversificación, cada vez más común entre medianas empresas, no ha logrado evitar su debilitamiento financiero ante un contexto económico adverso.
Aumento generalizado de concursos de acreedores
El caso de Giresa no es aislado, y se enmarca dentro de un aumento significativo de los concursos de acreedores en toda España. Según datos recientes del Consejo General del Poder Judicial, los tres primeros meses de 2025 registraron un 37 % más de procedimientos concursales que en el mismo periodo del año anterior. Un incremento impulsado en gran medida por personas físicas no empresarias, aunque también se percibe un ligero crecimiento en los concursos de pequeñas y medianas empresas, como en el caso de Giresa.
En la provincia de Palencia, el primer trimestre del año ya acumula 31 solicitudes de concurso, cifra que evidencia una presión creciente sobre el tejido empresarial local. En 2024, los procedimientos concursales en la provincia ascendieron a 112, de los cuales 10 correspondían a entidades jurídicas.
Consecuencias y próximos pasos
La apertura del concurso supone la paralización inmediata de posibles embargos, así como la protección de la empresa frente a acreedores que intenten ejecutar deudas de forma individual. A partir de este momento, todos los movimientos económicos deberán contar con el visto bueno del administrador concursal, quien tendrá la responsabilidad de trazar un plan de viabilidad o, en su defecto, proceder a la liquidación ordenada de los activos.
Uno de los aspectos más relevantes en este tipo de procesos es la conservación de los puestos de trabajo. La empresa aún no ha emitido un comunicado oficial sobre si el concurso afectará directamente al empleo, pero la incertidumbre se cierne sobre su plantilla, que deberá esperar a las próximas decisiones judiciales y administrativas.
Impacto en el sector y en la economía local
La caída de Giresa representa un golpe para el ecosistema agroalimentario de Castilla y León, una región en la que el sector cárnico desempeña un papel estratégico. Además del impacto directo en sus trabajadores y proveedores, la noticia genera preocupación entre clientes, cooperativas ganaderas y empresas logísticas que dependían de su actividad.
Expertos del sector advierten que la presión inflacionaria, el aumento de los costes energéticos y las exigencias normativas en materia sanitaria están lastrando especialmente a las empresas medianas, que carecen de la capacidad de maniobra financiera de las grandes corporaciones. En este contexto, muchos advierten que pueden producirse más procesos concursales en los próximos meses si no se adoptan medidas de apoyo específicas al sector primario.
El proceso judicial que ahora se abre marcará el destino de una firma con más de tres décadas de historia. Mientras se examina la posibilidad de encontrar inversores o de diseñar una reestructuración viable, Giresa Palencia 87 se enfrenta al momento más crítico de su trayectoria. Lo que está en juego no es solo la supervivencia de una empresa, sino el equilibrio de una parte esencial del engranaje económico de Palencia.
El desenlace dependerá del análisis financiero que lleve a cabo la administración concursal y de la capacidad de la empresa para renegociar su deuda. Mientras tanto, la ciudad y su entorno miran con preocupación el futuro de una compañía que ha formado parte del paisaje industrial palentino durante más de una generación.