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Indra sube con fuerza en Bolsa tras la amenaza de Trump de imponer aranceles por no elevar el gasto militar
El precio de las acciones de la multinacional se sitúa a las 10:00 en los 41,82 euros, lo que arroja un repunte en la cotización de los títulos del 3,21%

Fachada de la sede de Indra. Foto: Europa Press.
Indra ha experimentado un repunte en Bolsa después de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya amenazado a España con imponer aranceles por las discrepancias sobre el objetivo de gasto militar del 5% del Producto Interior Bruto (PIB) acordado en la última cumbre de líderes de la OTAN.
A las 10:00, el precio de las acciones de la multinacional se sitúa en los 41,82 euros, lo que arroja un repunte en la cotización de los títulos del 3,21%. De hecho, entrando en detalle en la evolución de la cotización de las participaciones de la compañía, se desprende que en los últimos doce meses ha experimentado un incremento del 140%.
La subida se enmarca en un momento marcado por el convulso tablero geopolítico, con conflictos en el este de Europa y en Oriente Próximo, que están impulsando las expectativas de un mayor gasto militar y llevando a las compañías del sector de la defensa a buenos desempeños en Bolsa.
Cabe recordar que la compañía presidida por Ángel Escribano ha obtenido 6.582 millones de euros, de forma directa o formando parte de uniones temporales de empresas, en préstamos al 0% para impulsar iniciativas de modernización militar.
Entre los distintos proyectos que financiará figura la unificación de la veintena de sistemas que utilizan las unidades de artillería del Ejercito de Tierra, el desarrollo de radares para localizar el origen del fuego enemigo indirecto o la configuración de campos de maniobras cibernéticos para entrenar a las tropas.
Trump amenaza con más aranceles
Las amenazas de Trump se producen a raíz de las discrepancias de España y el resto de miembros de la OTAN. En la cumbre que tuvo lugar el pasado verano en La Haya, el presidente del Gobierno acabó respaldando la declaración que establece el 5% como umbral de gasto en defensa para 2035 después de que el secretario general aliado, Mark Rutte, diese más flexibilidad al país para cumplir con sus objetivos de capacidades.
A pesar de ello, la alianza atlántica ha dejado bien claro que no se trata de una cláusula de exclusión, por lo que España deberá invertir por encima del 3% para cumplir con sus obligaciones de seguridad. Con todo, el Gobierno insiste en que los compromisos se pueden alcanzar dedicando únicamente el 2,1% del PIB al gasto militar.
Choque entre Estados Unidos y España
El líder del Ejecutivo estadounidense ha considerado que la postura de España es «injusta» para la OTAN y representa una «falta de respeto» hacia el resto de miembros. La amenaza se ha producido en declaraciones a la prensa durante una reunión de su gabinete con el presidente de Argentina, Javier Milei.
De hecho, hace tan solo unos días sugirió la posibilidad de expulsar al país de la alianza atlántica por la negativa del Gobierno a elevar el gasto militar. «Solicité que pagaran el 5%, no el 2%, la mayoría pensó que no iba a suceder y se aprobó prácticamente por unanimidad», recordó para después considerar que España quedó «rezagada» y que «quizás deberían expulsarlos» de la alianza atlántica.
En este contexto, ha abierto la puerta a castigar comercialmente el país con la aplicación de aranceles. El Gobierno ha optado por restar importancia a las declaraciones del mandatario estadounidense y remarcar que las relaciones entre Washington y Madrid están «consolidadas». También ha enfatizado que el país es un «aliado fiable» dentro de la alianza atlántica.
Qué aranceles paga España
Cabe recordar que, al formar parte de la Unión Europea, España se encuentra dentro del acuerdo que alcanzó el Ejecutivo comunitario con el país norteamericano. Consecuentemente, las exportaciones están gravadas con un arancel general máximo del 15%.
En el marco del acuerdo, se logró extender la rebaja en la tarifa al sector farmacéutico y de los semiconductores, si bien en el caso de los vehículos está condicionada a un mejor acceso a productos agrícolas y alimentos estadounidenses.
En el caso del sector de la automoción, los coches y componentes europeos se benefician de una rebaja de los gravámenes que hasta ahora se situaban en el 27,5%, para quedar bajo el paraguas del 15%.
No obstante, la medida está condicionada a que los Veintisiete den preferencia al mercado estadounidense y eliminen aranceles a sus productos pesqueros y agrícolas, incluidos frutos secos, productos lácteos, frutas y verduras frescas y procesadas, alimentos procesados, semillas para siembra, aceite de soja y carne de cerdo y bisonte.