La matriz de Mediapro perdió 70 millones antes de despedir a Roures

Joye Media, sociedad última del grupo audiovisual, incurrió en pérdidas en 2022 por las altas amortizaciones de activos

Jaume Roures, fundador de Mediapro.

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La matriz de Mediarpo volvió a perder dinero un año antes de la salida de Jaume Roures. Joye Media, la sociedad última del grupo audiovisual que aglutina todas las filiales y participaciones del conglomerado, incurrió en pérdidas en 2022 a causa de las abultadas amortizaciones de activos que todavía acumula por la remodelación societaria ejecutada cuando Southwind Media entro en el accionariado.

Según las cuentas depositadas en el Registro Mercantil, la productora catalana registro un resultado consolidado negativo de 69,4 millones de euros, frente a los beneficios de 36,5 millones anotados en el año anterior. En la memoria anual que acompaña el balance, la empresa explica que estos números rojos incluyen una amortización de activos por 38 millones de euros y unos deteriores por un importe de 12 millones, que mellaron el resultado final.

Joye Media es un holding constituido en 2017 que se convirtió en la sociedad cabecera de Mediarpo en 2018, coincidiendo con la entrada de su ahora máximo accionista, el fondo Orient Hontai Capital, a través de Southwind. El desembarco del grupo hongkonés se saldó con la compra de Imagina Media, la antigua sociedad empresarial que agrupaba todos estos negocios del grupo, por parte de Joye, que todavía está pagando las amortizaciones de esa operación. Sin estos abonos, la empresa asegura que el resultado consolidado se habría quedado en unas pérdidas menos voluminosas, de 18 millones.

Después de un 2021 con números negros, las pérdidas llegaron junto al inicio del fin de Jaume Roures al frente de la operación. A finales del pasado mes de octubre de este 2023, el primer accionista de Mediapro forzó la salida de su socio fundador, tras treinta años al frente de la empresa.

Tal y como avanzó Cinco Días y ratificó este medio, los accionistas y Roures “no se entendían”. Después de la ampliación de capital en la que los hongkoneses inyectaron 620 millones en la compañía para sanear sus cuentas, las acciones de Roures y Benet quedaron diluidas en tan solo un 5% cada uno. El socio mayoritario de Mediapro quería apartar a Roures de las funciones ejecutivas para ganar poder de decisión, mientras que el empresario catalán quería aferrarse a la primera línea de mando. Tras su salida vendió su 5% a Southwind.

La facturación se estanca

Más allá de los desacuerdos internos, la matriz del grupo cerró 2022 con una cifra de negocio de 1.181 millones de euros, un dato en la línea de los anotados en el ejercicio anterior, cuando facturó 1.171 millones de euros. De los ingresos totales, la mayoría proceden de la gestión de derechos deportivos (353 millones de euros), así como de la prestación de servicios audiovisuales (463 millones de euros).

El segmento que mejor evolucionó en 2022 fue la creación de contenido, con un aumento del 6%. En este sentido, la productora con sede en Barcelona destaca la “fuerte estrategia de crecimiento y el foco en la rentabilidad” de esta línea de negocio, con más de 60 películas realizadas y series producidas para los principales partners de la industria, como HBO, Movistar, Netflix o Amazon Prime Video.

Pese a esta mejora, los gastos de personal se elevaron en un 16% hasta los 362 millones de euros, mientras que otros costes de explotación aumentaron hasta los 206 millones de euros, lo que sumó al empeoramiento de los resultados. En este sentido, el ebitda, que no tiene en cuenta las amortizaciones mencionadas, bajó de los 170 millones de euros alcanzados en 2021 hasta los 160 millones de euros.

Aun así, la empresa audiovisual defiende que, una vez superado el covid, el grupo experimentó un incremento de su rentabilidad. En este sentido, Mediapro destaca la rentabilidad del área de gestión de derechos deportivos derivada de los buenos resultados de la comercialización internacional en exclusiva de los derechos de La Liga y de otras competiciones deportivas como el Mundial de Qatar.

“El grupo Joye es hoy un grupo resiliente, rentable y con buenas perspectivas de futuro como demuestran las proyecciones financieras actuales, sustentadas en gran parte sobre contratos firmados (lo que las dota de mayor predictibilidad de sus beneficios) y que previsiblemente se traducirán en una sólida generación de caja durante los próximos años”, argumenta la corporación en la memoria.

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