Openbank y Consumer se unen en Europa: el movimiento estratégico de Santander
El grupo financiero busca simplificar su estructura, reducir costes y reforzar su posición en el mercado europeo de banca digital y financiación al consumo

Una sede de Openbank en Barcelona.
Banco Santander ha iniciado una de las reestructuraciones más relevantes de su historia reciente. El gigante financiero presidido por Ana Botín ha decidido fusionar legalmente sus dos grandes filiales europeas en el ámbito de la banca de consumo: Santander Consumer y Openbank, su banco 100% digital. El resultado será una única entidad legal y operativa bajo el nombre Open Bank S.A., que se convertirá en el epicentro de la estrategia del grupo en Europa para los próximos años.
La operación supone mucho más que una fusión corporativa: es un movimiento estratégico. Santander busca unificar su oferta de financiación y banca digital bajo una sola marca, con el objetivo de generar sinergias, simplificar estructuras y mejorar la experiencia de cliente. Según fuentes del grupo, la fusión “constituye un paso natural en la estrategia de simplificación del negocio”, uno de los ejes clave del modelo operativo de la entidad.
Desde 2020, Openbank y Consumer ya venían colaborando estrechamente, compartiendo procesos tecnológicos, sistemas de datos y modelos de atención al cliente. Ahora, esa cooperación se formaliza en una integración legal y operativa que abarcará toda Europa, aunque la división de consumo en América quedará al margen.
Un único Openbank para toda Europa
La nueva estructura se articulará en torno a la marca Openbank, que absorberá progresivamente todas las operaciones de financiación al consumo de Santander en el continente. La marca se mantendrá acompañada del distintivo “by Santander”, como forma de subrayar la solidez y la confianza de pertenecer a uno de los grupos financieros más importantes del mundo.
La integración comenzará en España y Alemania, los dos mercados donde ambas entidades tienen mayor presencia. En Alemania, Consumer concentra el 32% de su cartera de crédito, y es, además, uno de los mercados más rentables para el grupo. A medida que avance el proceso, la enseña Openbank sustituirá a Santander Consumer en países como Italia, Austria, Francia, Portugal, Polonia o los Países Bajos.
De este modo, Santander abandona definitivamente la marca Consumer en Europa, tras un proceso gradual de simplificación iniciado el año pasado. La apuesta por Openbank responde a su mayor capacidad de conexión con el público joven y a su reputación como entidad innovadora y tecnológicamente avanzada.
“Un solo punto de acceso” para todos los clientes
La unificación permitirá que los clientes de ambos negocios accedan a una plataforma digital única, con un solo punto de entrada para todos los servicios financieros: desde préstamos y financiación hasta productos de ahorro, inversión y pagos. El objetivo, según Nitin Prabhu, responsable global de Digital Consumer Bank, es claro:
“Esta unión reforzará nuestra posición en mercados clave y nos permitirá ofrecer una gama más amplia de productos y una experiencia coherente y sin fricciones, tanto en el entorno digital como en las oficinas físicas”.
La integración también beneficiará a los socios comerciales —como concesionarios, fabricantes de automóviles o cadenas minoristas—, que podrán operar a través de una red unificada, con procesos más simples y soluciones de financiación más ágiles.
La huella europea de Consumer y Openbank
Actualmente, Santander Consumer opera en 16 países europeos, incluidos Alemania, Italia, Austria, Francia, Portugal, Polonia, Noruega, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Bélgica, Reino Unido, Suiza, Grecia e Irlanda. Por su parte, Openbank, con sede en Madrid, está presente en España, Alemania, Países Bajos y Portugal, y ya se ha posicionado como uno de los bancos digitales con mayor crecimiento del continente.
Con la fusión, Santander aspira a extender la presencia de Openbank a todos los mercados donde hoy opera Consumer, consolidando así una marca única pan-europea. El grupo ve en esta operación una oportunidad para aumentar la eficiencia, reducir duplicidades administrativas y potenciar el negocio digital en una región clave para sus resultados globales.
Pese a la magnitud de la reestructuración, Santander ha asegurado que no habrá despidos ni cambios en las condiciones laborales.
Santander Consumer cuenta con unos 11.500 empleados, mientras que Openbank tiene 156 trabajadores. La fusión implicará la coordinación de ambos equipos bajo una dirección común, aunque no se prevén ajustes de personal.
En cuanto a la red física, Consumer dispone de 266 oficinas en Europa, 43 de ellas en España. Estas sucursales se transformarán en puntos de atención bajo la marca Openbank, un cambio que podría suponer una evolución del concepto de banco 100% digital hacia un modelo híbrido, combinando la cercanía física con la potencia tecnológica.
No obstante, gran parte de esas oficinas están orientadas a socios y distribuidores, no al cliente final. Por tanto, la transición será más simbólica que operativa.
Reorganización interna y liderazgo
El grupo no ha detallado todavía si la fusión implicará cambios de liderazgo. En la actualidad, Victoria Roig dirige Consumer Finance, mientras que Petri Nikkilä, actual CEO de Openbank, acaba de asumir también la dirección de Santander Alemania, lo que refuerza la visión integrada de ambos negocios. Bruce Jackson, responsable del negocio de autos en Estados Unidos, también colabora en la gestión de la división global de Digital Consumer.
El consejo de administración, compartido por ambas entidades, seguirá encabezado por Ana Botín, con Javier Monzón y Sebastian Gunningham como vicepresidentes. Esta continuidad refuerza la idea de que la fusión no es una absorción, sino un paso lógico dentro de un proceso de integración gradual que lleva gestándose varios años.
La unidad global de consumo representa actualmente el 14% de los resultados de Santander, solo por detrás de la banca comercial (49%) y la banca de inversión (20%). En el primer semestre de 2025, la división generó 1.043 millones de euros de beneficio, un ligero descenso del 3% respecto al año anterior, pero con una sólida contribución al crecimiento global del grupo.
La fusión pretende corregir ineficiencias, acelerar la transformación digital y reforzar la posición de Santander frente a nuevos competidores fintech. Además, al unificar la operativa, el banco reducirá costes regulatorios y administrativos, ganando agilidad en la toma de decisiones y capacidad de adaptación en un mercado europeo cada vez más competitivo.
Un paso más hacia el Santander del futuro
Con esta fusión, Santander reafirma su apuesta por una banca más digital, integrada y centrada en el cliente. La creación de un Openbank europeo, respaldado por la solidez del grupo, no solo consolida su estrategia tecnológica, sino que marca el inicio de una nueva etapa para la banca de consumo en el continente.
Como señalan fuentes del sector financiero, Santander no está simplemente fusionando dos marcas, sino redefiniendo su papel en la banca del siglo XXI. Y en esa nueva visión, Openbank será la punta de lanza del modelo digital europeo del grupo: más ágil, más accesible y, sobre todo, más global.