Primer mazazo judicial a la licitación del bus nocturno de Barcelona

El TSJC catalán admite a trámite un recurso de Tusgsal, empresa que ha perdido el contrato

La justicia catalana estudia congelar el concurso para adjudicar 11 rutas de autobús nocturno en Barcelona. El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña ha admitido a trámite un recurso de Tusgsal, empresa que ha perdido un contrato de 106 millones que tenía desde 1991.

Ahora, el magistrado deberá decidir si estima también las medidas cautelares contra la adjudicación, de la que salió ganadora Alsa. Si lo hiciera, el concurso público quedaría sin efecto durante varios años. Tusgsal continuaría prestando el servicio hasta que se resuelva el pleito contencioso. Alsa, por su parte, no podría empezar a explotar las rutas.

«Es un primer paso sustancial de apoyo a nuestras tesis. Ahora, el caso está en sede judicial, y veremos si se toman las medidas cautelares», ha señalado José María Parra, director del área de Servicios Generales de Tusgsal. La transportista, que ha operado el servicio durante 24 años, está disconforme con el resultado del concurso.

Embrollo

Cabe recordar que a la mesa de adjudicación llegaron las propuestas de Tusgsal y Alsa. A finales de 2014 se falló la concesión. La empresa familiar asturiana Alsa, hoy participada por el grupo británico National Express, resultaba ganadora.

Desde el principio, empresa y sindicatos cuestionaron la decisión del Área Metrolitana de Barcelona (AMB), ente que abrió la contratación. «Estimar el recurso la vemos es un varapalo para la AMB, un intento de que prevalga el buen sentido y no se adjudique un contrato que después un juez podría anular», han señalado fuentes sindicales.

Las mismas voces mencionan al caso de la guerra del agua de Cataluña, porque entienden que guarda similitud. En la concesión de la prestación del servicio de aguas, la Generalitat concedió la licencia a Acciona, pero Agbar recurrió el concurso y la revocó. Las polémica licitación ha llegado a Bruselas, con la inseguridad jurídica que conlleva.

Presión social

Ahora, la interpretación es que el TSJC busca evitar una situación similar. Al margen del litigio, la presión social para reabrir el concurso gana decibelios. Empresa y trabajadores de Tusgsal han recabado el apoyo de varios partidos políticos y el pleno municipal del Ayuntamiento de Badalona, localidad donde está radicada la sociedad laboral.

Además, la plantilla ha lanzado la campaña #JoSocNitBus en Twitter y ha protagonizado varias acciones de protesta. Buscan, dicen, proteger 170 empleos que quedarían en la picota si Alsa se hace finalmente con la explotación.

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