Telepizza ajusta su estrategia y mantiene presencia en México, Colombia y Ecuador pese a las pérdidas en Latinoamérica

Food Delivery Brands, la compañía matriz de Telepizza, afronta un duro revés económico y pone rumbo a un plan de concentración en Europa tras el fracaso de sus operaciones latinoamericanas

Food Delivery Brands, matriz de Telepizza, atraviesa uno de los momentos más delicados de su historia reciente. La compañía cerró 2024 con pérdidas de 48,1 millones de euros, un fuerte contraste con el beneficio de 39 millones logrado en 2023. Estos resultados han llevado al grupo a acelerar su plan de reorganización internacional, que incluye una reducción de operaciones en Latinoamérica, aunque la compañía recalca que sigue activa en México, Colombia y Ecuador.

El año 2024 supuso un golpe financiero para la compañía. Telepizza esperaba alcanzar unos ingresos de 300 millones de euros, pero solo llegó a 249,9 millones, lo que representa una caída del 18 % respecto a 2023. Esta contracción refleja el deterioro de su negocio en algunos mercados y la necesidad de redefinir prioridades.

La entrada de los bonistas en el capital en 2023 y la salida del fondo KKR habían permitido cerrar aquel ejercicio con beneficios, pero la debilidad de varias filiales en Latinoamérica y los costes asociados a la reestructuración han revertido esa tendencia.

El ajuste más visible se produjo en febrero, cuando Telepizza anunció el cierre de sus 100 locales en Chile y la liquidación de la filial. La empresa explicó entonces que el complejo entorno económico y competitivo del país hacía insostenible mantener la actividad.

A ese recorte se sumaron otras medidas en la región: la devolución a Yum! de 560 locales de Pizza Hut operados bajo masterfranquicia, así como la pérdida de 170 franquicias en Guatemala y El Salvador gestionadas por Pollo Campero.

México, Colombia y Ecuador, aún en el mapa

Aunque el plan estratégico contempla centrar recursos en Europa (especialmente en España, Portugal e Irlanda), Telepizza subraya que no ha abandonado por completo Latinoamérica.

La compañía mantiene operaciones en México, Colombia y Ecuador, tres mercados donde todavía gestiona parte de su red de locales. Los acuerdos de venta que se habían explorado en México y Ecuador no llegaron a cerrarse, lo que ha prolongado la presencia de la marca en la región.

Desde la empresa señalan que la continuidad en estos países dependerá de la evolución de su estrategia y de las condiciones de mercado, pero insisten en que por ahora siguen atendiendo a clientes y franquiciados en estos territorios.

El retroceso en Latinoamérica ha reducido de manera drástica la huella internacional de Telepizza. En 2022, el grupo llegó a contar con 2.368 establecimientos en todo el mundo. Dos años después, la cifra se sitúa en torno a 1.600 locales operativos.

Hoy, el 60 % de los ingresos del grupo procede de España, con 148,7 millones de euros en facturación durante 2024. Sin embargo, incluso el mercado doméstico cerró con pérdidas de 24,8 millones de euros. La empresa aclara que estas cifras están distorsionadas por la carga de deuda y las amortizaciones, lo que no refleja la rentabilidad real de la actividad ordinaria, cuyo ebitda aseguran que sigue siendo positivo.

Giro hacia Europa

La prioridad estratégica pasa ahora por reforzar la presencia en Europa, mejorar la rentabilidad en España y explorar nuevas vías de diversificación. El consejero delegado, Rafael Herrero, ha señalado que la compañía quiere reducir costes, sanear el balance y concentrar recursos en los mercados donde Telepizza conserva mayor reconocimiento de marca.

Entre las medidas en estudio figuran la expansión en canales digitales, la apuesta por el reparto a domicilio con tecnologías más avanzadas y la búsqueda de nuevos formatos de restauración.

El contexto tampoco juega a favor. El mercado de la restauración rápida vive una fuerte competencia global. Cadenas como Domino’s y Pizza Hut han reforzado su posición en varios países, mientras que las plataformas de reparto a domicilio han modificado los hábitos de consumo.

Telepizza, pionera en España en el delivery, necesita recuperar terreno frente a competidores que han invertido más en digitalización, logística y fidelización de clientes.

El desafío de la confianza

La salida de mercados como Chile y la incertidumbre sobre la continuidad en otros países latinoamericanos suponen un golpe para la imagen internacional de Telepizza, que había presentado la región como un motor de crecimiento.

La empresa reconoce que uno de sus grandes retos será restaurar la confianza de inversores, franquiciados y consumidores, al tiempo que trata de recuperar estabilidad financiera.

Telepizza encara una etapa de profunda reestructuración, marcada por la necesidad de abandonar mercados deficitarios, pero también por el compromiso de mantener su actividad en México, Colombia y Ecuador mientras evalúa opciones de futuro. La pérdida de 48 millones en 2024 evidencia la urgencia de este giro estratégico, con el que la compañía busca asegurar su supervivencia en un sector cada vez más competitivo y en plena transformación.

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Alba Carbajal

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