Una comercializadora de frutas y hortalizas entra en concurso de acreedores tras arrastrar una deuda de 8 millones

Los fondos europeos para el sector superan los 90 millones de euros en 2025

Una comercializadora de frutas y hortalizas entra en concurso de acreedores tras arrastrar una deuda de 8 millones

Una comercializadora de frutas y hortalizas entra en concurso de acreedores tras arrastrar una deuda de 8 millones

El concurso de acreedores presentado por el Grupo Alifruit Sabor de la Tierra, empresa de frutas y hortalizas ubicada en Archena (Murcia), con un pasivo declarado de 8 millones de euros, supone la suspensión de pagos y ya está bajo gestión del Juzgado de lo Mercantil número Dos de Murcia y en proceso de nombramiento de administrador concursal, poniendo el foco en los desafíos que atraviesa la industria murcian

Constituido por cuatro sociedades y según avanza «elnuevodigital», dos particulares bajo la dirección de Armando D’Angio, el grupo Alifruit reconocía en 2021 un volumen de ventas de 14,7 millones de euros, pero ya entonces arrastraba deudas superiores a los 12,2 millones.

La reducción de la deuda a 8 millones en 2025 evidencia la envergadura de los esfuerzos realizados por la compañía para reconducir su situación, aunque finalmente resultaron insuficientes frente a las dificultades de mercado, la competencia internacional y el aumento de costes logísticos y energéticos.

La trayectoria de Alifruit pone el foco en la complejidad de la comercialización agroalimentaria en Murcia, región que lidera el exportación de frutas y hortalizas en España, pero donde empresas medianas y grandes asumen riesgos elevados para mantener la competitividad en mercados europeos, bajo regulaciones estrictas y con altos grados de volatilidad en precios.

El sector hortofrutícola de Murcia en peligro por concurso de acreedores

La Región de Murcia es conocida como la «huerta de Europa», con exportaciones hortofrutícolas de más de 3.500 millones de euros en 2024 y un crecimiento acumulado del 24% en cinco años.

Sin embargo, los retos van en aumento: en 2025, la amenaza de recorte al trasvase Tajo-Segura y la presión sobre los recursos hídricos aumentan el riesgo de insolvencia para muchas empresas, tal y como alertó el presidente autonómico Fernando López Miras, quien relacionó estos desafíos con posibles impactos de “paro y ruina” si no se abordan de manera integral.

Además, el sector enfrenta la competencia internacional, la volatilidad de precios —con caída de márgenes en frutas como la uva de mesa, cítricos y melón— y la necesidad de innovar en procesos productivos y comerciales.

Solo en los primeros siete meses del año anterior, la región exportó más de 2.222 millones de euros en frutas y verduras, con incrementos notables en volumen y valor.

Murcia.
Murcia.

Aun así, la tendencia a la concentración de pasivos y el aumento de los concursos de acreedores, como el de Alifruit, y otros casos recientes en Murcia, muestran una situación que exige estrategias de digitalización, modernización, cooperación empresarial y firme gestión de riesgos financieros.

Los fondos europeos para el sector superan los 90 millones de euros en 2025, destinados a organizaciones de productores para fortalecer la resiliencia y combatir la volatilidad, pero los expertos advierten que el acceso es complejo y los plazos de recuperación pueden dilatarse.

Futuro para la industria agroalimentaria

La noticia del concurso de acreedores de Alifruit impacta directamente en el tejido socioeconómico local. La empresa, como tantas otras del sector, genera empleo en zonas rurales, dinamiza la cadena de valor y contribuye a la imagen internacional de Murcia como potencia agrícola.

La liquidación o reestructuración de empresas de este tamaño podría incrementar la tasa de desempleo, reducir el volumen de exportaciones y poner en cuestión el futuro de la pequeña y mediana industria agrícola, especialmente bajo un marco de cambio climático y competencia global.

Instituciones y agentes sectoriales, como Proexport o el gobierno regional, insisten en la necesidad de más ayudas, soluciones innovadoras y cooperación público-privada para afrontar los desafíos: agua, financiación, modernización y ampliación de mercados. El caso de Alifruit será un ejemplo paradigmático en los próximos meses para evaluar el rumbo del sector y la eficacia de las políticas de estabilización.

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