Volkswagen critica que la automoción europea no es competitiva tras embolsarse 400 millones en ayudas

Thomas Schäfer, CEO del gigante automovilístico, alerta que Alemania y la Unión Europea están perdiendo “atractivo y competitividad” por la falta de inversión y la crisis energética

Thomas Schäffer. Volkswagen.

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Las dificultades de la Unión Europea para conseguir energía tras el estallido de la guerra en Ucrania dejan a la comunidad en desventajas frente a otros territorios con recursos propios. El alza de precios y sus consecuencias sobre los costes energéticos de las empresas han hecho saltar las alarmas de la industria europea, también en el sector de la automoción.

El propio CEO de Volkswagen, Thomas Schäfer, ha advertido que las automovilísticas del continente pueden perder competitividad sin una fuerte política industrial e instrumentos para evitar una desindustrialización. Hace un mes, el grupo alemán recibió 397 millones de euros procedentes del Perte del coche eléctrico, el fondo de ayudas del Gobierno para apoyar al sector e impulsar la movilidad eléctrica tras el golpe de la pandemia. Proceden de los Fondos Next Generation de la Unión Europea.

Frente a las consecuencias de la crisis de precios, el directivo alemán reclamó esta semana en una publicación en su cuenta de LinkedIn un marco normativo para que Europa tenga un buen posicionamiento en la transformación de la industria. Argumenta que los Estados Unidos ofrece a las empresas incentivos “muy atractivos” para invertir en nuevas plantas y producción con la Ley de Reducción de la Inflación. Mientras, la Unión Europea “se aferra a unas normas de ayudas estatales obsoletas y burocráticas que promueven las regiones en lugar de preservar y transformar centros industriales enteros”, en alusión indirecta a los Next Generation.

“No tenemos tiempo que perder. La UE necesita urgentemente nuevos instrumentos para evitar la insidiosa desindustrialización y mantener el atractivo de Europa como sede de las tecnologías y los empleos del futuro”, sentencia el recientemente nominado CEO de la matriz de Seat.

Menos competitivos

Según Schäfer, Alemania y el resto de la UE están “perdiendo rápidamente su atractivo y competitividad”, mientras países como Estados Unidos, Canadá, China, el sudeste asiático y regiones del norte de África están avanzando con fuertes inversiones industriales.

“Estamos haciendo aguas. Estoy muy preocupado por la evolución actual de las inversiones en la transformación de la industria”, argumenta el directivo. Schäfer considera que Europa “carece de competitividad de precios en muchos ámbitos”, pero la subida de costes en electricidad y gas es lo que más les está perjudicando, hasta el punto les está haciendo “perder cada vez más terreno”.

La preocupación por la inflación energética del director general del consorcio alemán es tal, que alerta de una posible fuga de las inversiones previstas para el continente. “Las inversiones en producción intensiva de energía o en nuevas fábricas de baterías en Alemania y en la UE serán prácticamente inviables”. Aunque no menciona explícitamente ninguna planta, hay que recordar que Volkswagen tiene prevista la construcción de una fábrica de baterías en Segunto, Valencia, financiada en parte con el dinero del Perte.

Un operario saca brillo a un vehículo Volkswagen Touareg. EFE

Thomas Schäfer no es el único que mantiene esta opinión. En un reciente comunicado conjunto, las principales patronales europeas del sector, incluyendo la de los fabricantes de vehículos (ACEA), la de sus proveedores (CLEPA) y la de los distribuidores y talleres (Cecra); también denunciaron las consecuencias de la inflación energética sobre las empresas automovilísticas.

Las asociaciones empresariales alertan que los costes de producción están “socavando la rentabilidad” y poniendo en riesgo “las inversiones y la propia supervivencia de del ecosistema de la automoción”. Añaden que la industria no puede absorber unos costes tan elevados a largo plazo, sobre todo ante la competencia de otros grandes mercados como los Estados Unidos o China. En este sentido, el precio de la energía en Europa es entre siete y ocho veces más alto que en Estados Unidos. “Necesitamos una igualdad de condiciones a nivel mundial”.

Crece menos que sus principales competidores

Europa sigue siendo el segundo fabricante mundial de vehículos, pero el crecimiento en la producción de coches no se está desarrollando este 2022 en el mismo ritmo que el resto de mercados. Casi 8 millones de vehículos se fabricaron en las plantas de los países de la Unión Europea hasta setiembre, un 5,8% más que en 2021.

Mientras, en norte América este incremento ha sido del 11,8%, gracias a una creciente demanda de vehículos nuevos en los Estados Unidos. La nación presidida por Joe Biden ha superado a Japón y se ha convertido en la tercera región que más vehículos ensambla. El país nipón sigue viéndose perjudicado por el impacto del covid, interrumpiendo la actividad manufacturera. Por eso, la producción japonesa ha bajado un 2%.

China continúa siendo el indiscutible fabricante número uno globalmente. Pese a la política covid cero del gobierno chino, la producción se ha disparado un 15% hasta el tercer trimestre, aunque hay que tener en cuenta la baja fabricación comparable del año pasado. También en Asia, la producción en de coches en India ha aumentado un 21% tras un incremento de la demanda por los cambios de tendencia en el país hacia una movilidad más individual.

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