El Banco de España pone el modo anticrisis (contra la doctrina Merkel)

El organismo pretende ganar peso en el BCE y apoya las medidas de estímulo frente a la resistencia de Alemania

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El Banco de España está llevando a cabo una estrategia para ganar peso en Europa. El gobernador de la institución, Pablo Hernández de Cos, se ha posicionado en el bando del presidente del BCE, Mario Draghi, quien anunció que haría todo lo que hiciese falta para reactivar la economía. Este discurso de Draghi tuvo, sin embargo, el rechazo de algunos gobernadores, como los de Alemania y Holanda, mientras que el de Francia expresó sus dudas. De esta forma, el Banco de España ha sido de los pocos que han salido al paso alineándose a favor de las intenciones del BCE. 

Según adelanta este lunes El País, ante la próxima llegada de Christine Lagarde al BCE y en plena ralentización, es la primera vez que el organismo se implica por primera vez en el debate público para apoyar las medidas de estímulo económico. 

Pablo Hernández de Cos, irrumpió en el debate sobre la activación económica a través de una política expansiva el pasado 31 de agosto en los cursos de La Granda, en Asturias. Allí dijo que el BCE “está preparado para ajustar todos sus instrumentos”. Se trataba de la primera vez que un gobernador español hacía pública una posición en política monetaria y lo hacía alineándose con las intenciones de Draghi. 

El rechazo de la mayoría de gobernadores 

 El presidente del Banco Central Europeo ya reaccionó el pasado julio en Sintra prometiendo estímulos adicionales con tal de evitar que se perpetúen los crecimientos bajos. Draghi declaró que “en ausencia de progresos” se revisarían “todos los instrumentos disponibles”, ya sean bajadas de tipos o nuevas compras de deuda. 

Ante esto, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, pidió “especial cautela con las compras de bonos”. La integrante alemana del consejo ejecutivo del eurobanco, Sabine Lautenschläeger, afirmó que el llamado QE solo debería usarse cuando existiese el riesgo de deflación, y ese riesgo “no se veía por ningún lado”.

Los gobernadores holandés, austriaco y estonio se sumaron a las críticas e incluso el gobernador galo, François Villeroy, se preguntó si era necesario.

No obtante, el gobernador finlandés, Olli Rehn, se mantuvo también en la línea de Draghi y reclamó un paquete de estímulos “significativo y con impacto”.

Draghi se enfrenta a un escenario complicado en los dos consejos que le quedan para poder armar un paquete potente de estímulos antes de dejar el BCE en manos de la futura nueva presidenta, la francesa Christine Lagarde, que entrará en el cargo el 1 de noviembre. 

 

 

 

 

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