El sector turístico queda a expensas de Madrid y Barcelona

El retraso en los avances de fase de las dos grandes ciudades y de muchas áreas de Castilla y León pospone la normalización de la llegada de extranjeros

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El sector turístico continúa sin saber cuándo empezará a operar con una cierta normalidad en 2020 ante la pandemia del coronavirus. Aunque los establecimientos hoteleros pueden abrir con limitaciones durante la fase 1, los empresarios no ven rentable poner en marcha los establecimientos sin que se consiga la libertad de movimientos al menos interprovincial.

La llegada normalizada de turistas extranjeros también está en el aire. Quitando el grupo de visitantes que estén dispuestos a visitar a España y a invertir en una cuarentena de 14 días, poner una fecha al tradicional desembarco de turistas dependerá de cómo avance la epidemia en los núcleos donde la desescalada está más retrasada. Hoy por hoy esas son Madrid y Barcelona y algunas zonas de Castilla y León.

Este domingo, la ministra de Hacienda y el ministro de Sanidad, María Jesús Montero y Salvador Illa, recordaron que la cuarentena obligatoria se aplicaría a los extranjeros hasta que no existiera movilidad por parte de todos los españoles.

Dado el distinto ritmo al que ha comenzado el despliegue de fases, y cómo está diseñado el proceso de desescalada, a menos que tanto la Comunidad de Madrid, Barcelona y Castilla León una vez que progresen a la fase 1 aceleren el salto más hacia delante, el calendario en la limitación de movimientos a otras provincias se prolongaría hasta julio y con ella también la apertura de fronteras para los turistas extranjeros.

Algunas comunidades, que ya ven la temporada de verano peligrar por este calendario, están planteando la posibilidad de poner en marcha corredores sanitarios, certificando que los visitantes no están infectados. En cualquier caso, dependerá del Ministerio de Sanidad, que coordinará la actuación de todos el Ejecutivo hasta el fin de la desescalada, según ha adelantado este fin de semana el presidente del Gobierno.

Otra posibilidad es que se apliquen cambios en el diseño inicial de fases -este fin de semana se ha hecho con la apertura de grandes superficies durante la fase 1-, por lo que algunas limitaciones podrían irse revisando o facilitar el movimiento interprovincial tras un test (Wuhan lo aplicó para poder abandonar la ciudad). Por el momento, la idea del Gobierno es tratar de sacar adelante una prórroga del estado de alarma por «aproximadamente» un mes; por lo que se intuye que se solicitará la ampliación hasta el 30 de junio.

Turismo limitado, recesión más profunda

Si hay algo en lo que coinciden todos los economistas, es que la economía española se verá más afectada por la crisis en la medida en que el turismo no se recupere. Con un peso en el PIB que rondaría el 13%, se calcula que la aportación del turismo interior equivale a cinco puntos. El Banco de España adelantó hace unas semanas que la apertura incompleta de la hostelería este año -se da por hecho que es probable que el sector no se reactive completamente hasta 2021-, podría provocar una contracción del PIB español del 13,6%. 

Aunque la ministra de Hacienda ha adelantado que se estudian medidas para fortalecer el turismo interior, este domingo también ha supeditado la libertad de movimiento de los españoles a la situación sanitaria. La aportación, por tanto, del gasto de los españoles esta temporada de verano (y es posible que la situación económica nos vuelva más conservadores), es todavía bastante incierta.

El Gobierno ha prometido un plan específico para el sector. Por el momento, estará representado en la Comisión para la reconstrucción social y económica que se ha creado en el Congreso, según explicó Exceltur este domingo.

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