Qué impuestos podría subir Rajoy para recaudar 7.700 millones

El Gobierno está obligado a aumentar la recaudación para cumplir con Bruselas

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El gobierno de Mariano Rajoy (PP) calculaba que debería recortar 5.500 millones de euros para cumplir con las pautas marcadas por Bruselas. Esto era la diferencia entre el 3,1% del déficit del producto interior bruto (PIB) pactado con la Comisión Europea (CE) y el 3,6% que estiman como valor real. Pero el gobierno europeo cree que el desvío presupuestario será mayor, exactamente del 3,8%. Ello significa que España deberá realizar un ajuste de 7.700 millones.

¿Es factible seguir recortando? Diversos expertos consultados descartan la posibilidad, tanto por el malestar social que generará como por la falta de apoyo que el PP se encontrará en el Congreso para sacar adelante leyes que profundicen el ajuste.

«Reducir más el gasto supondría afectar seriamente al estado del bienestar y políticamente no creo que sea posible», dice María Jesús Fernández, del departamento de coyuntura y estadística de Funcas.

Para Pedro Aznar, profesor de economía en Esade, sólo se podría reducir el gasto recortando las prestaciones por desempleo, pero siempre que haya un cuadro macroeconómico «optimista», al cual todavía no se ha llegado. Sí cree que «siempre es fácil tocar la partida de inversión pública», aunque reconoce que tras años de crisis queda poco margen para recurrir a esa vía.

A recaudar como sea

Si no se puede ajustar, no quedará otra que buscar dinero. Ángel de la Fuente, director ejecutivo de Fedea, cree que al Gobierno no le queda otra que aumentar la carga fiscal con el «retoque» de algunos impuestos, pero sin tocar los tipos del IRPF y el IVA.

Por ejemplo, considera que la caída de los precios del petróleo da un margen para que se incremente la presión fiscal sobre los hidrocarburos, que tienen un precio más barato que en los países vecinos.

Otra alternativa, sugiere Fernández, es que se reclasifiquen algunos productos que pagan el tipo superreducido del 4% del IVA (como los lácteos, las legumbres u otros alimentos de primera necesidad) o el reducido del 10% (donde se engloban el transporte de viajeros, la asistencia sanitaria y dental y los consumos en bares y restaurantes), que pasarían al tipo general del 21%.

Esta economista considera que el Gobierno también podría imponer un mínimo para el impuesto de patrimonio y sucesiones, actualmente cedido a las comunidades autónomas, y también propone que suban los impuestos especiales, como los que gravan el alcohol o el tabaco.

Pero más allá de aplicar nuevos impuestos, los economistas coinciden en que el Gobierno tendría que encarar una reforma integral del sistema impositivo, para que mejore su eficiencia y aumente la recaudación. 

Economía Digital

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