Alcoa estudia los informes sobre el apagón con la reactivación de San Cibrao paralizada
La directora financiera de la multinacional norteamericana, Molly Beerman, insiste en que no retomarán las operaciones en la fundición hasta conocer las medidas que tomará el Gobierno para evitar otro apagón y los costes energéticos que generarán
La presidenta de Red Eléctrica, Beatriz Corredor, durante el IV Congreso Iberoamericano para líderes compañías y familias empresarias CEAPI. EFE/Mariscal
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La batalla de informes sobre las causas del apagón y el encontronazo entre Redeia y las eléctricas, que ya se está produciendo, tiene como atento espectador a Alcoa. La viabilidad de su fundición en A Mariña, la última planta de aluminio primario de España, depende en buena medida de los costes eléctricos, y el incidente del pasado 28 de abril hizo saltar las alarmas en Pittsburgh. Desde el cortocircuito, la compañía ha sostenido que sin conocer las causas y tener garantías de que no volverá a ocurrir seguirá sin reactivar la factoría, como ya trasladó oficialmente a los trabajadores.
La vicepresidenta y directora financiera del grupo, Molly Beerman, insistió el martes en esta idea. Durante su participación en una conferencia, resaltó que analizarán con detenimiento el informe del Gobierno sobre el apagón –al que se sumó este miércoles el de Red Eléctrica–, aunque las operaciones de San Cibrao dependerán de otros dos factores. «No reanudaremos la operación de la fundición hasta que obtengamos respuestas de las autoridades gubernamentales sobre la causa raíz del corte de energía, así como sobre las correcciones que se están implementando para garantizar que no se repita; y hasta que comprendamos los mayores costes que se generarán si necesitan gestionar la red de manera diferente», advirtió.
En base a esta idea, el anuncio del Ejecutivo sobre las medidas a tomar para garantizar la estabilidad del suministro será el paso clave para que Alcoa tome una decisión.
Revisión del plan de viabilidad
La ejecutiva de Alcoa, en todo caso, señaló que la planta de aluminio tiene la oportunidad de volver a la rentabilidad, manteniendo el tono optimista que emergió tras el acuerdo con Ignis EQT. Aunque esa rentabilidad no será inmediata. «Creemos que tendremos dos años difíciles como parte de nuestro plan de recuperación, este año y el próximo; sin embargo, esa estimación presuponía que la reactivación sería completa para finales de este ejercicio. Así que lo revisaremos con la evolución del mercado energético. Sin embargo, la fundición tiene la oportunidad de ser rentable», manifestó Beerman.
La directiva, a diferencia de lo que sucedía en años anteriores, se mostró más optimista respecto al futuro del aluminio que al de la planta contigua de alúmina, donde «la situación económica es más complicada». Sobre la fundición, señaló que «la plantilla está muy bien preparada», pues son «expertos» y saben «como gestionar bien las operaciones». «La fundición tiene perspectivas de rentabilidad a largo plazo», aseguró.
