Barreras, Comar, Celsa… Sepi e ICO extienden los rescates por Galicia

Además de empresas gallegas como Barreras o Comar, compañías con centros de producción en Galicia piden la ayuda del Gobierno ante la crisis del Covid-19

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No solo los ERTE a los que recurrieron grandes empresas de Galicia ante el impacto del coronavirus, como Luckia, Bimba y Lola, Comar, Sociedad Textil Lonia, Adolfo Domínguez o Finsa. También los fondos de liquidez que puso en marcha el Gobierno para combatir la crisis generada por la pandemia, básicamente los avales ICO y el fondo de rescate de 10.000 millones de la Sepi, empiezan a desvelar su influencia en el tejido productivo gallego.

A cierre de septiembre, la financiación concedida por las líneas ICO en Galicia acariciaba los 5.000 millones. Concretamente, se habían suscrito 49.000 operaciones por un importe de 4.929 millones, la mayoría solicitadas por pymes en busca de oxígeno para aguantar el coronavirus. Sin embargo, también grandes empresas están recurriendo a los fondos de liquidez articulados por el Gobierno. Entre ellas están las gallegas Barreras o Comar, pero también otras empresas con fuerte presencia en la comunidad, como Hotusa, Celsa o Ferroglobe.

Siderúrgica Celsa: del ERTE al rescate

El último caso en trascender fue el de la siderúrgica Celsa, que tiene en A Laracha la planta que en su día compró a Manuel Añón. El grupo, que arrastra tensiones de liquidez desde hace años, ya aplicó un ERTE en su fábrica gallega durante la primera oleada del coronavirus. Ahora, solicita al fondo de rescate de la Sepi –la dueña de Navantia o Correos– 350 millones.

Este fondo de “apoyo a la solvencia de empresas estratégicas” exige a las empresas presentar un plan de viabilidad con previsiones de negocio y objetivos medibles, además de comunicar a la Comisión Europea los fondos recibidos y hacer una estimación sobre su futuro reembolso.

Barreras no supera la crisis

No son un problema los requisitos para el astillero vigués Hijos de J. Barreras, que también tramitó la solicitud para acudir al fondo de rescate de Sepi. La empresa viene de salvar una crisis que la llevó hasta el preconcurso de acreedores y que acabó con la estadounidense Cruise Yacht tomando los mandos del astillero al que había encargado su crucero de lujo.

Comar, un imperio del juego confinado

También el grupo del juego de José Collazo, Comar, pidió auxilio ante el impacto del coronavirus, que cortó de raíz la actividad que despliega en nueve casinos españoles,18 salones de juego, ocho bingos, 600 máquinas de apuestas deportivas colocadas en hostelería y más de 2.500 máquinas recreativas. La compañía recurrió a los ERTE y solicitó financiación al ICO de 2,5 millones, además de renegociar los alquileres ante el corte de ingresos que supuso el coronavirus para su negocio.

Hotusa emite deuda con el aval del ICO

Como todo el sector turístico, la cadena del empresario de Chantada Amancio López encajó un duro golpe con el Covid-19. Hotusa, líder hotelero en Galicia, utilizó las ayudas del Gobierno ante la pandemia de manera diferente. Lanzó una emisión de deuda en el MARF de 100 millones con el ICO ejerciendo de avalista. Dentro de las líneas habilitadas en el instituto de crédito, hay una de 4.000 millones destinada a garantizar pagarés en el MARF.

Ferroglobe pide ayudas en todas partes

Otra de las empresas que no abandona la crisis es Ferroglobe, el grupo que vendió Ferroatlántica. La compañía que controla Villar Mir conserva la fábrica de Sabón (Arteixo), además de tener el contrato en exclusiva del suministro de las plantas de Cee y Dumbría. Sometida a una fuerte presión por la deuda y los problemas de liquidez, manifestó en su última presentación de resultados que había obtenido financiación de 4,3 millones del Gobierno francés y que se acogería a los programas de ayudas contra el coronavirus de otros estados, entre ellos, el español.

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