Calvo, Leche Río y Pescanova responden a la crisis de precios con más innovación

La consejera delegada del grupo lácteo, Carmen Lence, asegura que ya han conseguido "resultados mejores que en 2019"

Mané Calvo (Grupo Calvo), Carmen Lence (Leche Río) e Ignacio González (Pescanova)

Mané Calvo (Grupo Calvo), Carmen Lence (Leche Río) e Ignacio González (Pescanova)

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Productos con un mayor valor añadido en tiempos de crisis. Es una de las apuestas de los grandes grupos alimentarios gallegos, que tras afrontar la pandemia, el encarecimiento de la electricidad y el paro en el transporte, deben hacer ahora lidiar con una inflación que no solo encarece la cesta de la compra de los consumidores sino las materias con las que elaboran su oferta.

Es una de las conclusiones que se extrae de las palabras del consejero delegado de Conservas Calvo, Mané Calvo, su homóloga en Leche Río, Carmen Lence, y el director general de Pescanova, Ignacio González. Los tres participaron este viernes en la jornada organizada por Vegalsa en A Coruña, Diálogo en la Cadena de Valor.

Recuperación de las cifras preCovid

En la misma también quedó claro que, a pesar de que el año pasado los coletazos de la pandemia y la factura eléctrica presionaron la cuenta de resultados de las grandes compañías alimentarias, la mayoría de ellas consiguieron sobrepasar las cifras preCovid. A falta de conocer los datos de 2021 de conservas Calvo, este viernes, Carmen Lence, destacó que, de nuevo funcionando el sector hostelero, han firmado unos resultados “mejores que los de 2019”. Lo cierto es que ya hace unos meses, también en el marco de un acto público, la primera ejecutiva del grupo lucense, propietario de marcas icónicas como Río o Leyma, pronosticó que podrían marcar récord. Con unas ventas en 2020 de 139,3 millones de euros, alcanzó su techo histórico en 2019, con 142 millones.

Nueva Pescanova también habría regresado el pasado año a la senda alcista y «a los 1.000 millones de facturación». Así lo apuntó Ignacio González en una ponencia titulada “La empresa desde una visión global”. A falta de que se conozcan las cifras oficiales del grupo pesquero, en una reciente entrevista en El Economista,el ejecutivo indicó que la compañía había logrado superar las ganancias y la facturación previas a la pandemia.

De la inflación a Ucrania

Pero, tras sobrepasar un año 2021 en el que las grandes de la alimentación gallega volvieron al punto de partida prepandémico, toca ahora hacer frente a una crisis de consumo derivada de la inflación. «No encontramos casi ningún ítem que no haya subido, desde los aceites a la energía«, apuntó Calvo, quien manifestó su esperanza en que el sector logre sobreponerse a esta situación aunque los márgenes se vayan a resentir.

En la misma línea, Lence indicó que, tras el paro del transporte, la invasión rusa ha afectado a muchas empresas de la comunidad. También a ellos. «Toda la leche que tenemos se compra y se transforma en Galicia, es importante crear valor en el rural y fomentar la conectividad. Durante todo este tiempo hemos podido ver los peligros que también trae la globalización», dijo, para ejemplificar que habían sufrido problemas con suministros de cartón de proveedores con fábricas en Rusia y Ucrania.

Innovación

En este contexto, la apuesta por la innovación y los productos de valor añadido cobra aún más importancia. “Todo lo que tiene que ver con la innovación es una gran inversión”, explicó Lence, que recordó que el margen de la leche UHT es mínimo, por lo cual la compañía apuesta por explorar productos que ofrecen unas mayores tasas de rentabilidad. “La innovación debe dar cash. La marcan los productos de tendencia, con mayor aporte de proteínas. Es ahí hacia donde vamos”, indicó.

También el primer ejecutivo del grupo Calvo defendió la apuesta por productos más sostenibles y más saludables, demandas de los consumidores, así como la defensa de productos locales de gran calidad como, en su caso, el mejillón con denominación de origen gallego.

El ejecutivo también ejemplificó esta tendencia con la última gran apuesta de Calvo, la lata vuelca fácil, que ya ha sustituido completamente a la anterior y que introduce una revolución tecnológica en el mundo de la conserva, ya que permite un volcado del contenido del atún completo. La compañía sacó al mercado su nuevo envase sostenible el pasado año en España, una apuesta que conllevó una inversión de 30 millones de euros para remodelar la planta de Carballo, para adaptar la maquinaria a la nueva lata.

También en este sentido, Ignacio González destacó la inversión en innovación en el marco de la acuicultura que está desarrollando el grupo en manos de Abanca. “Estamos sacándole tensión al mar”, dijo, para destacar el hecho de que han conseguido cerrar el ciclo de reproducción del pulpo en acuicultura tras décadas de investigación. También llamó la atención sobre la salida al mercado de nuevos productos de mayor valor añadido y que responden a nuevas formas de consumo, como su línea de pasta de mar, un «innovador productor de I+D gastronómico» que el grupo ha sacado al mercado de la mano del chef Ángel León.

Así, la apuesta por productos diferenciales en un momento de crisis de consumo también fue algo destacado en la jornada por el director general de Vegalsa, Joaquín González. «Las marcas propias están ganando protagonismo en estos momentos, y lo seguirán ganando en momentos de crisis, todo este año y el que viene», apuntó.

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