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Los Villar Mir devuelven 16 millones a la SEPI y levantarán el veto a más desinversiones en Ferroglobe
El productor de silicio metálico y ferroaleaciones devolvió en marzo la mitad de la ayuda del fondo de rescate, que impuso restricciones a la venta de la participación de los Villar Mir en el grupo, al traspaso de filiales o al reparto de dividendos

Javier López Madrid y Juan Villar Mir con la planta de Ferroglobe en Sabón de fondo / EDG
Ferroglobe, el grupo metalúrgico que nació de la alianza entre Villar Mir y Globe Special Metals, ha comenzado a devolver los 34,5 millones de financiación que le otorgó la SEPI en 2022 a través del fondo de solvencia habilitado por el Gobierno para ayudar a las empresas tras el Covid. La compañía, que tiene como mayor accionista al grupo español, ahora controlado por los herederos del fundador de OHL, entregó en marzo 17,96 millones de dólares al holding público, unos 16 millones de euros, según consta en las cuentas anuales presentadas por el grupo. Este pago permite saldar la mitad de la deuda, derivada de un préstamo ordinario de 16,9 millones y otro participativo de 17,6 millones.
La directora financiera de Ferroglobe, Beatriz García-Cos, afirmó el pasado febrero que la previsión del fabricante, con planta en Sabón y varias minas de cuarzo repartidas por Galicia, era devolver la financiación obtenida del fondo de solvencia entre marzo y junio, aprovechando los 38,9 millones de dólares de caja con los que arrancó el año. Este plan debería culminarse, por tanto, el mes que viene.
El escenario no es el mejor posible, aunque no tan malo como el que siguió al rescate de la SEPI con la crisis energética, que mantuvo al grupo encadenando ERTEs en sus plantas españolas. Ferroglobe acabó el 2024 con un leve descenso de ingresos (0,4%), que se situaron en los 1.644 millones de dólares. El ebitda ajustado cayó a 153,8 millones, la mitad que en 2023; y los beneficios se hundieron un 93,7%, hasta los 5,2 millones de dólares.
García-Cos dijo ante los analistas que el ebitda ajustado del primer trimestre de este ejercicio sería previsiblemente negativo, por los problemas arrastrados ya desde el año pasado, con bajos precios y débil demanda, pero que esperaban una mejora progresiva de la situación a lo largo del año. Este contexto no mellaba la determinación del grupo de devolver los préstamos.
Las restricciones de la SEPI
La amortización de las ayudas de la SEPI permitirá también levantar las restricciones vinculadas a la concesión de la financiación y que implican limitaciones en la venta de participaciones o filiales, en el pago de dividendos y comisiones, o en los movimientos de préstamos intragrupo. No es algo menor para Juan, Silvia y Álvaro Villar-Mir, los hijos del exministro de Hacienda, que traspasaron recientemente el 8,5% del holding familiar al fondo monegasco Tyrus Capital, su principal acreedor desde hace una década, y que mantienen en la agenda nuevas desinversiones.
Una de las restricciones establecidas por la SEPI obliga a Grupo Villar Mir a mantener el 35% del capital de Ferroglobe, pues bajando de ese porcentaje del capital podría ser objeto de penalizaciones, como la ejecución del préstamo participativo mediante su conversión en acciones de la compañía o el vencimiento anticipado de los créditos. Los Villar Mir controlan el 35,9% del fabricante de silicio metálico, por lo que el veto no les dejaba demasiado margen para continuar desprendiéndose de acciones.
Hace una década, cuando nació Ferroglobe, Juan Miguel Villar Mir controlaba el 57% de los títulos. Los problemas de deuda han llevado a la familia ha reducir prácticamente a la mitad esta participación, si se tiene en cuenta que ni siquiera ese 35,9% del grupo les pertenece íntegramente, pues un 3,1% le corresponde a Tyrus.
Las minas gallegas
Otra de las restricciones que se levantarán tras la devolución del préstamo atañe a las minas gallegas de cuarzo. La SEPI obliga a Ferroglobe mantener la propiedad de las filiales que detentan los derechos de explotación, Ramsa y Cuarzos Industriales. Se trata de las minas Sonia (Mañón), Esmeralda (Val do Dubra), Serrabal (Vedra y Boqueixón) y Conshitina (O Vicedo). El grupo extrajo unas 350.000 toneladas el año pasado de estos yacimientos.