Ferroglobe, proveedora de Alcoa y Megasa, ve al acero y al aluminio como ganadores con el rearme de la OTAN

Marco Levi, CEO de la dueña de Ferroatlántica, vaticina que el aumento del gasto militar "reforzará" a la industria siderúrgica y aluminera y ve brotes verdes con los aranceles de Trump y de la Unión Europea

Ferroatlántica

Imagen de archivo de la planta de Ferroatlántica en Sabón (Arteixo)

Ferroglobe dibuja el escenario que tiene por delante en su camino por salir de números rojos. La matriz de Ferroatlántica presentó a última hora del martes los resultados de un segundo trimestre del año al que dio carpetazo con unas pérdidas de 10,5 millones de dólares (unos 9,1 millones de euros al cambio actual) que son seis veces inferiores a los 57,5 millones de euros que se dejó en los tres primeros meses de 2025.

«Nos alientan los beneficios iniciales derivados de las acciones comerciales en Estados Unidos. Creemos que las decisiones que se tomarán próximamente tanto en Estados Unidos como en la Unión Europea podrían ofrecer un apoyo clave para garantizar una competencia justa y una mejora en los precios«, afirmaba Marco Levi, consejero delegado de Ferroglobe, sobre la batería de nuevos aranceles que se preparan a uno y otro lado del Atlántico.

Las políticas comerciales reducirán, de acuerdo a las estimaciones del directivo, la presión a la baja que existe actualmente sobre los precios. Pero a este giro de tuerca, que lleva a Levi a vislumbrar un 2026 con «desarrollos positivos» para Ferroglobe ,se suma también el viento de cola procedente de los planes de rearme por parte de la OTAN.

El tirón del sector de defensa

«De cara al futuro, un factor clave es el compromiso de la OTAN de aumentar significativamente el gasto en defensa. Se espera que esto tenga un impacto positivo en las industrias del acero y el aluminio, sectores estrechamente relacionados con nuestras operaciones. Cabe destacar que los países miembros de la OTAN incluyen nuestros principales mercados en Europa y América del Norte«, ha explicado el consejero delegado de Ferroglobe durante la conference call con los analistas de las principales casas de inversión.

Ferroglobe apunta, de esta manera a dos sectores como el siderúrgico y el aluminio como los principales beneficiados por este previsible aumento en el gasto militar. La multinacional que preside Javier López Madrid cuenta con nombres propios de estos dos ámbitos entre su cartera de clientes. Es el caso de Celsa Group o Megasa (con plantas en A Laracha y Narón, respectivamente) en un ámbito siderúrgico al cual también pertenecen ArcelorMittal, Sidenor o Tata Steel.

En el aluminio, por su parte, brilla con luz propia una Alcoa que viene de rubricar un acuerdo para dar entrada al grupo energético Ignis Eqt en el accionariado de su complejo de San Cibrao.

Los aranceles entran a escena

Ferroglobe ha retirado su guía de previsiones de beneficios para este 2025 ante la presencia de un entorno «extremadamente incierto», pero en el que vislumbra oportunidades de crecimiento y no solo por el aumento del gasto militar.

«Alemania ha anunciado planes para invertir más de 500.000 millones de dólares en infraestructura, lo que respalda aún más la demanda a largo plazo en nuestra industria», ha recalcado un Marco Levi que muestra sus esperanzas en el resultado de las denominadas medidas de salvaguarda de la Unión Europea.

En esta investigación iniciada el pasado mes de diciembre, Bruselas está analizando hasta qué punto las importaciones de aleaciones de manganeso, de aleaciones basadas en silicio o de silicio metal se enmarcan dentro de prácticas de comercio desleal. «La decisión preliminar, que inicialmente se esperaba para mayo, no ha sido anunciada oficialmente. En este momento, no sabemos qué medidas se adoptarán ni cuál será el calendario. Como resultado de estos retrasos, creemos que Ferroglobe se beneficiará de estas medidas en 2026″, ha resaltado el consejero delegado de la compañía.

“Somos optimistas de que la importancia estratégica de nuestra industria resultará en un resultado favorable”, ha precisado un Marco Levi que defiende el papel «esencial» de los productos de Ferroglobe en industrias clave como el del aluminio, el químico, el acerero, el fotovoltaico, los microchips y el armamentístico».

Europa podría seguir, de esta manera, los pasos de Estados Unidos, en donde Ferroglobe ya identifica «beneficios tangibles» de las medidas «antidumping» que la administración Trump ha impuesto a las importaciones de ferrosilicio procedente de países como Rusia, Kazajistán, Brasil y Malasia.

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