Florentino Pérez (ACS) se perfila como «socio clave» de la mina de litio de Savannah en la frontera lusa con Galicia

Sedgman, filial del grupo ACS, ofrece servicios de ingeniería a Savannah Resources con la Mina de Barroso, que se sitúa a menos de 30 kilómetros de la frontera con Galicia y cuya apertura se prevé para el año 2027

Florentino Pérez, presidente de Grupo ACS, durante una junta del Real Madrid / Oscar J. Barroso / AFP7 / Europa Press

Florentino Pérez, presidente de Grupo ACS, durante una junta del Real Madrid / Oscar J. Barroso / AFP7 / Europa Press

ACS redobla su apuesta por los centros de datos. Su consejero delegado, Juan Santamaría, ha sido el encargado de llevar a cabo este viernes la presentación corporativa con la que el grupo que preside Florentino Pérez ha desvelado los detalles de su alianza con el fondo GIP y BlackRock y ha puesto de manifiesto el nuevo giro a su modelo de negocio.

Tras pasar en un primer momento de ser un grupo 100% constructor a una empresa global de servicios con filiales como Clece o Urbaser (ahora en manos de Platinum Equity), la firma que controla Florentino Pérez pretende convertirse en punta de lanza del negocio de los centros de datos. «Yo creo que dentro de 10 años sólo habrá empresas tecnológicas para la sanidad, para la educación, para la banca, para la construcción… sólo empresas tecnológicas. Así que estamos en una transición para convertirnos en una empresa tecnológica», ha vaticinado Juan Santamaría durante la presentación que ha tenido lugar este viernes.

La apuesta minera de ACS

ACS ya es el primer contratista mundial de centros de datos, tras haber desarrollado más de 9 gigavatios. Con un objetivo de desarrollar otros tres gigavatios adicionales de cara a 2033, la compañía tiene otro ojo puesto en los minerales críticos para dotar aún de mayor consistencia a sus proyectos.

El grupo que preside Florentino Pérez suma ya más de 140 proyectos en este ámbito desde el año 2022 y ahora pone en el punto de mira a yacimientos como el de Mina de Barroso. Ubicado en el municipio portugués de Boticas, esta mina alberga 39 millones de toneladas de litio a apenas 30 kilómetros de la frontera con Galicia.

Savannah Resources, la promotora del proyecto, prevé el inicio de producción para 2027 y ACS ya ha tomado posición como «socio clave» en esta iniciativa a través de su filial australiana Sedgman. Esta firma fue la encargada de firmar en 2023 el contrato feed para diseñar y desarrollar la viabilidad del que se perfila como el mayor yacimiento del litio de toda la Unión Europea.

Sedgman aporta su condición de consultor técnico líder para el diseño de plantas de este tipo y, además de ofrecer orientaciones de carácter técnico y de poner sobre la mesa diferentes opciones de contratistas, también ofrece su estimación del capex (gastos de capital) y opex (gastos operativos) en los que incurrirá Savannah Resources.

En la presentación ante inversores de este viernes, ACS pone el foco únicamente en otros dos proyectos europeos (el de Vulcan, en Alemania, y el de Lithium de France). Sedgman liderara en ambos todo el proceso de diseño de ingeniería (FEED).

El plan de ACS

Los ingresos acumulados de ACS en este segmento de recursos naturales y minerales críticos se elevan ya hasta los 9.200 millones de euros. En este sentido, la firma aprecia oportunidades de crecimiento en este sector toda vez que cifra entre 500.000 y 600.000 millones de dólares los requerimientos de capital necesarios hasta el año 2040 para poner en marcha estas inversiones que permitirán reducir la dependencia de países como Australia, China, Chile o Bolivia, que actualmente copan la práctica totalidad del negocio de la extracción de litio.

La demanda del litio se ha disparado en los últimos años como consecuencia de su uso tanto en las baterías de coches eléctricos como smartphones. A estos usos más tradicionales se suma ahora el de unos centros de datos cuya implantación se ha disparado de igual manera que el uso de la inteligencia artificial (IA). Para tejer la infraestructura de estos centros de datos se emplean minerales como litio, cobalto, níquel o grafito para todo lo relativo con sus sistemas de almacenamiento, así como silicio, galio, tántalo o tungsteno (wolframio) para los chips.

Los números de los centros de datos

Otros minerales como cobre, aluminio, acero, la plata o el paladio cobran especial protagonismo en la puesta en marcha de estos centros de datos que aportan ya 14.000 millones de euros a una cartera de pedidos de ACS cuyo total ronda los 89.000 millones.

En este sentido, ACS busca convertirse en el particular casero de gigantes tecnológicos como Microsoft, Meta, Google o Amazon aprovechando su capacidad para construir centros de datos de manera industrializada en plazos relativamente reducidos.

En clave española, ACS ya construye su primer centro de datos y tramita otro en Madrid mientras tiene otros dos en desarrollo en Zaragoza. Estos son cuatro de los siete activos que ACS transferirá a su sociedad conjunta con GIP, que gestionará 1,7 gigavatios. Su objetivo es alcanzar los 3 gigavatios de aquí a 2030, lo que le implicará poner sobre la mesa otros 1.000 millones que se sumarán a los 1.200 millones ya aportados para los proyectos en curso.

Además de los centros de datos, ACS supera los 20 proyectos en el ámbito de los chips y los semiconductores y los 60 en el sector de la defensa. Con la diversificación de su negocio, el grupo español promete rentabilidades del 20% a los inversores al entender que su capitalización se disparará desde los 21.163 millones de euros actuales hasta los 50.000 millones que espera alcanzar en 2030.

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