El viaje de BDO: de auditora en el ‘caso Pescanova’ a fichaje de Stellantis
Stellantis España ha contratado los servicios de consultoría y asesoría de BDO, la auditora de Pescanova antes de la quiebra, que fue absuelta por el Tribunal Supremo hace casi tres años
Antonio Filosa en su primera visita como CEO de Stellantis a la fábrica de Vigo
BDO se integra en el universo Stellantis. El Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) recoge en su edición de este martes el nombramiento de BDO Servicios Corporativos como nuevo apoderado de Stellantis España, la sociedad radicada en Vigo a través de la cual la compañía controla su negocio en el país.
BDO Servicios Corporativos, un gigante con una red de 14 oficinas en España (entre ellas se encuentran las situadas en Vigo y A Coruña), estrecha así sus vínculos con Stellantis. La firma especializada en servicios profesionales de auditoría, consultoría, asesoría y outsourcing prestará sus servicios a la filial con la que el consorcio automovilístico gestiona sus actividades en las plantas de Balaídos (Vigo), Figueruelas (Zaragoza) y Villaverde (Madrid).
De esta manera, la firma pasará a trabajar para una Stellantis que ya tiene cubierto el puesto de auditor. La compañía que ahora capitanea Antonio Filosa tiene a Deloitte como auditor desde hace 15 años, por lo que las funciones de BDO se ceñirán estrictamente a las áreas de consultoría y asesoría en un momento en el que la multinacional prepara la puesta en marcha de su nuevo plan estratégico.
Los retos de Stellantis
Stellantis había anunciado que detallaría los pormenores de su nueva hoja de ruta en el primer trimestre de 2026. Sin embargo, este calendario se verá ligeramente alterado. “Aunque en un principio habíamos indicado el primer trimestre de 2026, ahora sería más preciso decir la primera mitad de 2026”, aseguraban directivos de Stellantis durante una presentación a inversores recogida por la agencia Reuters.
Está previsto que este nuevo plan estratégico tenga entre sus principales líneas de actuación cuestiones como la electrificación de la gama de vehículos, la puesta en marcha de nuevas inversiones en sus centros productivos, el fortalecimiento de sus marcas o la adopción de medidas a nivel económico-financiero para regresar a la senda de la rentabilidad.
No en vano, el grupo cerró el primer semestre de su ejercicio fiscal 2025 con unas pérdidas de unos 2.300 millones de euros tras registrar una caída del 7,2 % en el volumen de venta de automóviles (2,66 millones). El recorte en mercados como Estados Unidos se elevó hasta el 23 % y agudizó el golpe para una Stellantis que se encamina a las primeras pérdidas de su historia. Habría que remontarse al año 2014 (por aquel entonces PSA todavía no había adquirido Opel ni se había fusionado con Fiat Chrysler) para encontrar el último precedente de su cuenta de resultados teñida de rojo.
Stellantis echa mano de BDO en un momento de terremoto para el sector como consecuencia del tránsito hacia las energías renovables y de la amenaza de fabricantes chinos como MG o BYD.
BDO da carpetazo al ‘caso Pescanova’
El gigante de la automoción recurre a los servicios de una BDO que recibió un espaldarazo del Tribunal Supremo hace casi tres años. Fue en febrero de 2023 cuando la Sala Segunda del Tribunal Supremo absolvió totalmente a BDO Auditores y a Santiago Sañé en la causa penal por la quiebra de Pescanova.
De acuerdo al Alto Tribunal, aunque la firma pudo tener una conducta “descuidada” o “desatenta”, no hubo dolo ni una negligencia penalmente punible. A juicio del Supremo, la auditoría no puede ser considerada como responsable penal por no detectar un fraude perfectamente diseñado e intencional por la dirección de la empresa, motivo por el cual dejó sin efecto la condena inicial de la Audiencia Nacional.
La sentencia del Tribunal Supremo fue definitiva en el ámbito penal. Sin embargo, el Instituto de Contabilidad y Auditoría de Cuentas (ICAC) abrió un procedimiento administrativo independiente por posibles deficiencias en la auditoría del ejercicio 2011. El ICAC determinó que BDO cometió una infracción grave de la Ley de Auditoría de Cuentas al incumplir determinadas normas técnicas de auditoría y le impuso una multa de 232.826 euros y una sanción de 7.500 euros al socio auditor responsable.
La sanción ha sido recurrida por BDO, que se encuentra a la espera de la resolución de la Audiencia Nacional. La firma alega que la auditoría se realizó respetando la normativa técnica pertinente, que las deficiencias identificadas no implican dolo ni negligencia grave y que la sanción aplicada por el ICAC no utiliza el máximo legal previsto, lo que, a su juicio, indica que el incumplimiento no fue de “máxima gravedad”.