Shein eleva de 700 a más de 4.000 las auditorías a proveedores en la antesala de su salida a bolsa
El gigante chino líder del ‘fast fashion’ explica en su memoria de Sostenibilidad e Impacto Social que puso fin a sus “relaciones comerciales” con ocho fabricantes, dos proveedores y dos subcontratistas por incumplimento de su política de abastecimiento

Letrero de Shein durante su inauguración, en el ABC Serrano, a 26 de abril de 2024, en Madrid (España). Alejandro Martínez Vélez / Europa Press
En 2024 Shein, la multinacional china líder de la moda low cost realizó un total de 4.288 auditorías en su red de proveedores, según se desprende de la memoria de Sostenibilidad e Impacto Social de la compañía presentada el pasado junio. Esta cifra es seis veces superior a los cerca de 700 controles que la firma reportó en la memoria del 2021.
Según explican en el documento, las auditorías son realizadas por agencias de verificación externas o por el equipo interno de auditores de la compañía. “En 2024, Bureau Veritas, Intertek, Openview, SGS, TÜV Rheinland y QIMA, todos miembros de la Asociación de Auditores Profesionales de Cumplimiento Social (APSCA), realizaron el 87 % de nuestras auditorías a proveedores y subcontratistas existentes en China”, explican.
Del total de controles realizados, 3.574 se realizaron a 3.192 fabricantes que trabajan con la multinacional mientras que las 714 restantes fueron a proveedores de telas, embalajes y subcontratistas asociados a su cadena de suministros. Desde la multinacional sostienen que estas auditorías se han seguido implementando progresivamente en otras regiones de fuera de China. En concreto, se llevaron a cabo 287 a proveedores y subcontratistas en Brasil y Turquía.
Resultados de las auditorías
La memoria explica algunas de las infracciones analizadas con los controles, “in situ y sin previo aviso”, realizados. Por un lado, están los que requieren medidas correctivas para poder mantener la relación con la multinacional. Por otro, están las que denominan “infracciones de terminación inmediata” que engloban supuestos relacionados con la ética y la transparencia, como sobornos o la negativa a cooperar con las auditorías, u otros como el trabajo forzoso o infantil o el acoso laboral. “Al identificar estas infracciones se rescindirá inmediatamente la relación comercial con el proveedor o subcontratista”.
El año pasado la compañía puso fin a “doce relaciones comerciales debido al incumplimiento de nuestra política de abastecimiento responsable –SRS por sus siglas en inglés– con ocho fabricantes, dos proveedores y dos subcontratistas”.
El gigante chino detalla también que no se identificaron casos de trabajo forzoso el año pasado durante sus auditorías aunque “las relaciones comerciales con dos fabricantes se rescindieron tras el hallazgo de un trabajador menor en cada una de sus instalaciones”. Se trata de los dos casos que la compañía reportó el pasado febrero al Parlamento británico en el marco de la comisión de Empresa y Comercio para despejar dudas sobre su cadena de suministro antes de su posible salida a bolsa en suelo londinense.
Otro de los puntos por lo que la compañía ha sido el objetivo de repetidas críticas en los últimos años es el de las condiciones laborales de los trabajadores de la cadena de suministro. Al respecto, la memoria señala que han observado “mejoras adicionales en la tasa de incidencia de infracciones salariales”. “Los retrasos en el pago de salarios e impago del salario mínimo, se detectaron en el 0,4 % de las auditorías anuales de SRS en 2024, en comparación con el 0,5 % en 2023 y el 2,3 % en 2022”.
Salida a bolsa
Este incremento del número de auditorías coincide con el marco temporal en el que la compañía ha tanteado distintos escenarios para cotizar en bolsa. En 2020 la compañía puso la mirada en EEUU para dar el salto al parqué, opción que no pudo materializarse tras la negativa del regulador estadounidense.
La siguiente alternativa considerada fue Londres. El pasado abril, Shein obtuvo la autorización de la Financial Conduct Authority (FCA) para su salida a bolsa. Sin embargo, la multinacional también debía recibir la aprobación de la Comisión Reguladora de Valores de China. Aunque trasladó su sede de Nanjing a Singapur en 2022, seguía necesitando el permiso chino debido a su extensa red de proveedores en ese país.
Según publicaba Financial Times el desacuerdo constante entre los reguladores chinos y británicos para transmitir los factores de riesgo en el folleto de la compañía, sumado a la exposición de Shein a la cuestionada región de Xinjiang ha contribuido a un nuevo cambio de escenario. Ese mismo medio, que valoraba la compañía en cerca de 45.000 millones de euros, habría solicitado estrenarse en la bolsa de Hong Kong. Por el momento, la compañía no ha confirmado nada de sus planes.