La patronal de Exlabesa, Cortizo y Extrugasa y Asime piden medidas contra la “tormenta perfecta” para el aluminio

La Asociación Española del Aluminio y la entidad gallega de industrias del metal piden modificar el mecanismo europeo denomina CBAM que, advierten, provocará sobrecostes del 10%

De Izquierda a Derecha_Francisco Quintá, Cruz Casal, Enrique Mallón, Gonzalo de Olabarria y Marina Magán

De izquierda a derecha: Francisco Quintá, Cruz Casal, Enrique Mallón, Gonzalo de Olabarria y Marina Magán. Miembros de la patronal del aluminio en España y Asime que advierten de los riesgos del sector debido a la nueva regulación europea del arancel climático. Foto: Asime

Tormenta perfecta sobre el aluminio gallego y español. La Asociación Española del Aluminio (AEA) y la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (Asime) advierten de la crítica situación que atraviesa la industria del aluminio en España y en la comunidad. Denuncian un escenario en Europa marado por la caída de la demanda, el aumento de costes, la volatilidad de los precios, guerras comerciales y, además, nuevas regulaciones que generan incertidumbre.

En concreto, como ya llevan haciendo meses, solicitan detener y modificar el mecanismo europeo de ajuste en frontera de carbono, que está previsto que entre en vigor el próximo 1 de enero y que será “especialmente perjudicial” para el sector en Galicia.

El llamamiento lo han lanzado, desde Santiago, el secretario general de AEA, Gonzalo de Olabarria, entidad que representa a más de 650 empresas del sector, y su homólogo de Asime, Enrique Mallón. La rueda de prensa ha contado también con la participación de la directora fiscal de Cortizo, Cruz Casal; la responsable financiera de Exlabesa, Marina Magán y el presidente del Grupo Quintá (Extrugasa), Francisco Quintá.

Todos coinciden en una idea: «la industria gallega, pese a su fortaleza, se enfrenta a un escenario sin precedentes que exige respuestas inmediatas«.

La crisis del CBAM

El mecanismo de ajuste en frontera por carbono, el denominado CBAM, es para estos representantes del sector del aluminio «necesario pero incompleto y especialmente perjudicial para Galicia». Al respecto, explican que el perjuicio será «especial en regiones altamente industrializadas y dependientes de la importación de metales, como Galicia».

El CBAM aborda el riesgo de fuga de carbono que se produce cuando, por razón de costes derivados de políticas climáticas, las empresas de determinados sectores o subsectores industriales trasladan su producción a otros países, o cuando las importaciones procedentes de estos países sustituyen a productos equivalentes que son menos intensivos en términos de emisiones de gases de efecto invernadero, explica el Ministerio para la Transición Ecológica.

“Instrumento fiscal de recarga”

En su comparecencia ante la prensa este martes, el secretario general de AEA, Gonzalo de Olabarria, ha señalado que, tal y como está diseñado, el mecanismo opera como «un instrumento fiscal» que «recarga con una tasa los dos tercios de aluminio» que emplea el sector, importado, con el «tremendo coste» que ello supone, que, según estudios, ha cifrado en 4.500 millones de euros, esto es, «en torno al 10% del valor de la industria europea, una auténtica barbaridad».

Este sobrecoste, ha avisado, «repercute aguas abajo en todas las cadenas de valor que dependen del aluminio«, por lo que, augura, afectará a «infinidad de productos que están hechos de aluminio», desde un ascensor a una bicicleta. «Todo se va a ver encarecido por este mecanismo», ha lamentado.

Aviso a la Comisión Europea

Es un mecanismo «complejo» y estas «dificultades» ya han sido trasladadas al Parlamento Europeo y a la Comisión Europea, según ha señalado el secretario general de la AEA. «Tenemos una próxima reunión las asociaciones española, alemana, italiana, griega, polaca y francesa (los más importantes del aluminio europeo) para intentar ver si este asunto puede detenerse», ha indicado.

«Nuestra posición, lo que estamos pidiendo, es que el CBAM se pare para el aluminio, ya que aplica a otros materiales (como el cemento, fertilizantes y acero)», ha expuesto. «Que la UE haga un estudio detallado de los efectos», ha incidido.

Por parte de Asime, Enrique Mallón ha coincidido en reclamar que el mecanismo «se detenga» por los efectos «muy relevantes por no decir dramáticos» que puede tener en sectores como el naval, la automoción y la industria aeroespacial, entre otros.

Asimismo, Gonzalo de Olabarría ha abogado por un CBAM «eficaz y justo, que proteja realmente a la industria europea». Ha indicado que «tal como está diseñado, deja fuera productos transformados de aluminio como extrusiones y perfiles, no contempla las emisiones indirectas y carece de un sistema robusto de trazabilidad del reciclado«. Esta falta de cobertura, ha añadido, «pone en riesgo la competitividad de muchas empresas gallegas que han invertido durante años en tecnología limpia y procesos eficientes».

Alcoa

A preguntas de los periodistas sobre la planta de aluminio de A Mariña, en Lugo, el representante de la asociación española del aluminio ha subrayado la importancia de la «autonomía estratégica», toda vez que si el sector español tuviera «las toneladas que producía Alcoa» en España «las empresas tendrían cierta tranquilidad». «Ojalá en España podamos tener la nuestra funcionando», ha remarcado.

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Redacción ED

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