La Cámara Minera de Galicia denuncia el asalto de su sede en A Coruña por un grupo de activistas

La Policía Nacional tuvo que identificar y desalojar a un grupo de activistas que irrumpió este miércoles en la sede de la COMG en A Coruña para protestar por la situación de la mina de San Finx

Imagen del grupo de activistas que asaltó la sede de la Cámara Oficial Mineira de Galicia (COMG)

Imagen del grupo de activistas que asaltó la sede de la Cámara Oficial Mineira de Galicia (COMG)

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La Cámara Oficial Mineira de Galicia (COMG) denuncia el asalto de su sede. La entidad ha revelado que sus instalaciones de A Coruña sufrieron este miércoles la entrada de un grupo de activistas que tuvo que ser desalojado por la Policía Nacional.

Según denuncia la COMG, estas personas grabaron «sin autorización a la directora de la entidad y a las trabajadoras que se encontraban en ese momento en la sede». «Ante la negativa de los individuos a dialogar con la directora, fue necesaria la intervención de efectivos de la Policía Nacional para su identificación y desalojo», explican a través de un comunicado.

«Durante el incidente, el grupo se negó a detener su grabación a las trabajadoras, mientras las intimidaba y las forzaba a beber agua que supuestamente procedía de los vertidos de dos minas de Galicia. El grupo de supuestos activistas increpó a la directora de la COMG acusándola de falsedades y apremiándola a que bebiera el contenido de unas botellas de refresco rellenas con líquidos no identificados», añade la Cámara Oficial Mineira de Galicia.

La entidad asegura que «lamenta y condena el ataque a una instalación privada en la que el equipo técnico tiene su puesto de trabajo. Es inaceptable que se permitan y fomenten estas actitudes violentas hacia profesionales de la minería, y más por parte de presuntas asociaciones que velan por el bienestar social».

Es por ello que la Cámara Oficial Mineira de Galicia «está estudiando tomar medidas legales y quiere dejar claro que este tipo de actuaciones solo buscan generar ruido y polémica, todo a costa de intimidar a los miembros y trabajadoras de una entidad cuyo fin es representar a las más de 280 empresas y 11.000 trabajadores del sector minero gallego».

El plan para San Finx

En respuesta las críticas de los asaltantes, desde la entidad recalcan que llevan «años impulsando una minería sostenible no solo a nivel medioambiental, sino también social». «Esto incluye el fomento del diálogo y la colaboración con todos los grupos sociales, la libertad de expresión es un valor fundamental en nuestra sociedad, pero es esencial ejercerlo con respeto y sin solapar el derecho de la seguridad de los trabajadores en su centro de trabajo», abundan, antes de reiterar su «enorme preocupación por los retrasos en la construcción de la planta de tratamiento de la mina de San Finx, que sería la solución a los altos valores presentes en el agua proveniente del yacimiento».

Se trata de una solución a la que, a su juicio, «las mismas asociaciones que denuncian la presencia de metales en el agua, se oponen». «En este momento las aguas subterráneas y de escorrentía a su paso por la zona mineralizada erosionan la roca y se cargan de metales como el zinc o el cadmio de manera natural. Al no haber actividad minera desde hace años, las aguas rebosan desde las galerías subterráneas (que están completamente inundadas) y afloran a los cauces naturales sin supervisión y control de Augas de Galicia«, subraya la COMG.

Para corregir esos valores, la entidad considera «necesario construir la planta depuradora exigida por la Xunta de Galicia. Este proyecto, contra el que hubo gran oposición, que corrige estos altos niveles de metales en las aguas, es necesario e imprescindible para evitar el vertido de aguas no tratadas».

Economía Digital Galicia

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