La crisis energética devuelve la esperanza a As Pontes y dispara el negocio de Reganosa

Endesa vuelve a comprar carbón ante la perspectiva de rearranque de la térmica mientras que España se prepara para duplicar la llegada de metaneros para paliar una hipotética falta de suministro de gas

Endesa planea una planta de hidrógeno verde en As Pontes que se nutrirá de seis parques eólicos asociados.EFE

Endesa planea una planta de hidrógeno verde en As Pontes que se nutrirá de seis parques eólicos asociados.EFE

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La térmica de Endesa en As Pontes y Reganosa, la regasificadora enclavada en la ría de Ferrol, emergen en plena crisis energética como refugio de cara a salvaguardar el suministro eléctrico en un invierno que se prevé especialmente frío y con las turbulencias que rodean el precio del gas en toda Europa. Dos datos lo evidencian. El primero, que la compañía de José Bogas habría adquirido, de nuevo, carbón ante la previsión de que Red Eléctrica le demande un rearranque para hacer frente a posibles necesidades energéticas. El segundo, que España, tal y como especifica el plan de operación de Enagás, duplicará la llegada de buques metaneros este mes para tratar de paliar una eventual falta de suministro. Según ha podido saber Economía Digital Galicia, la compañía de Mugardos, que está firmando un año récord en cuanto a carga de trabajo, recibirá este otoño en su terminal, al menos, un barco más de los inicialmente previstos.

Todos estos movimientos se producen en un escenario de crisis energética a nivel europeo. Sin ir más lejos, este miércoles, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, celebró el, a su juicio, creciente apoyo de la propuesta española de crear una plataforma comunitaria que centralice las compras de gas natural. “La tensión en el mercado energético es algo que sobrepasa a España y que está ocurriendo en todos los países del mundo”, apuntó.

La vuelta del carbón

Cuando, a finales de 2019, Endesa anunció su intención de cerrar la térmica de As Pontes debido al encarecimiento de los derechos de emisión de CO2 y a los procesos de descarbonización, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, manifestó que España no podía permitirse “el lujo de que el mayor generador y la mayor batería de energía que tiene el Estado, la central de As Pontes, se apague, porque estaría en discusión incluso la suficiencia y la seguridad energética”, sentenció.

Esas declaraciones cobran en este momento cierto eco, teniendo en cuenta que, según confirman fuentes sindicales, Endesa habría llevado a cabo una gran compra de carbón con destino As Pontes ante la previsión de rearranque. La compañía de José Bogas no confirma esta operación, si bien recuerda que, en estos momentos, y sin su cierre aún aprobado por el Estado, se encuentra operativa y lista para su reenganche si así lo solicita Red Eléctrica. La filial de Enel se limita a indicar que “analiza diversas opciones para atender los requerimientos del operador del sistema en caso de un invierno extremadamente crudo o de alteraciones en el mercado internacional del gas”.

La parte social avanza que la operación de compra de carbón se habría cerrado el pasado 30 de septiembre. El mineral llegaría al puerto exterior de Ferrol, donde la empresa cuenta con una terminal de descarga y, posteriormente, en noviembre, sería transportado por carretera hasta las instalaciones próximas a la central.

Oxígeno para As Pontes

En un escenario marcado por los altos precios de gas, se da la paradoja de que, en pleno proceso de cierre, España podría necesitar de la capacidad de la térmica de As Pontes para garantizar sus suministros energéticos. La térmica debe permanecer activa en tanto que no reciba la confirmación administrativa de su cierre, algo que, en principio, no se preveía hasta finales de este año o principios del próximo.

Esta coyuntura abre un nuevo escenario en el complejo industrial. En principio, porque la plantilla gana oxígeno y tiempo en medio de una negociación que arrastra meses y en la que los representantes de los trabajadores buscan asegurar el futuro laboral de una comarca en la que, según un reciente informe de la Universidad de A Coruña, un apagón térmico sin una alternativa estable de futuro podría llegar a destruir cerca de 1.500 empleos en toda la comarca de Ferrolterra.

Con esta eventual compra, que podría estar en una horquilla entre las 60.000 y las 100.000 toneladas, fuentes sindicales indican la importancia de que se clarifique la repercusión que tendrá en el empleo, tanto de plantilla directa como auxiliar y transportistas. “Nos interesa que se concrete en qué se va a traducir, en cuanto a carga laboral”, apuntan.

El precedente de Carboneras

La reactivación de As Pontes, a pesar de todo, no es algo extraño. El precedente más inmediato está en Carboneras, en Almería. Allí Endesa tiene la térmica de Litoral, cuyo cierre anunció de forma conjunta con el de Ferrolterra. A principios de año, y tal como recogió Economía Digital Galicia, un informe de Competencia instaba al Ministerio de Transición Ecológica de Teresa Ribera a mantener parcialmente operativa la planta andaluza a fin de garantizar el suministro energético. Los de Cani Fernández proponían al Gobierno que la planta conservase actividad en uno de sus grupos de generación, con el objetivo de garantizar el suministro en una zona con un gran despliegue de energía verde, algo que, según el informe, podría generar inestabilidades sobre el control de la red.

Precisamente este miércoles, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publica la autorización por parte del ministerio de Teresa Ribera del cierre solicitado por Endesa de los dos grupos de la central de carbón de Litoral. No obstante, pone condiciones al cierre de uno de ellos hasta que haya herramientas para controlar la potencia entre Granada y Almería y evitar limitaciones a la nueva generación renovable.

Reganosa, Enagás y los metaneros

Pero, en Galicia, As Pontes no es la única zona que juega un papel importante en este momento de crisis energética. Hace casi un mes que Enagás, el gestor del sistema gasista español, celebró, por orden del Gobierno, una subasta extraordinaria de 25 slots (tiempos y servicios de descarga de gas natural licuado desde buques metaneros). El objetivo era asegurar las reservas de gas este invierno frente a los temores por la crisis de Argelia y Marruecos o la posibilidad de menos entregas desde Rusia (las autoridades de este país insistieron este miércoles en que este “no juega y no puede jugar ningún papel en lo que sucede en el mercado del gas en Europa”).

Tras esta operación, y según publicó El Economista, está previsto que España duplique la llegada de buques metaneros este mes de octubre hasta los 31. Si bien Reganosa ha estado trabajando en niveles de récord histórico desde hace meses, en esta coyuntura, y según ha podido saber este medio, está previsto que la terminal reciba, al menos, un buque adicional más de los inicialmente contabilizados, lo que estaría relacionado con esa entrada en el mercado español de más metaneros.

Si bien Reganosa no es una comercializadora de gas, sino que recibe la energía para que sea utilizada por terceros, la planta está firmando un ejercicio de récord. En el primer semestre del año, la descarga de gas natural licuado en las instalaciones de Mugardos superó en un 50% los volúmenes del mismo periodo de 2020.

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