El presidente de Navantia prevé que los astilleros abandonen los números rojos dentro de tres años

El presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, prevé que el grupo de astilleros públicos dependiente de la SEPI se mantenga en números rojos unos tres años más, pese al crecimiento de su cartera. No obstante, el ejecutivo destaca la gran oportunidad que se abre sobre la compañía de construcción naval y augura un futuro estable para su negocio en Ferrol. “Hace más de 10 años que no entraban 5.000 personas a trabajar en el astillero”, expone.

Así lo indica en una entrevista concedida a El Periódico, en la que Domínguez reivindica a Navantia como una “empresa tractora” que jugará un papel fundamental en el nuevo ecosistema de defensa. “Navantia tiene que jugar el papel de dar respuesta a aquello que le demande el Ministerio de Defensa y, particularmente, la Armada dentro de su planificación. Y esto tiene que hacerlo dándole la mejor tecnología disponible en esos momentos”, apunta.

Momento bueno para Ferrol

Domínguez indica que los próximos cinco años serán buenos en cuanto a carga de trabaja en Navantia, especialmente en los grandes astilleros de Ferrol y Puerto Real. “Es cierto que la consecución de los contratos es lenta. Desde que empezamos a hablar con un cliente internacional hasta que empezamos a construir, pueden pasar tres años, y otros tres o cuatro de construcción”, expone. “Ahora estamos en un momento bueno, estable. En Ferrol hace más de 10 años que no entraban 5.000 personas a trabajar en el astillero, hoy entran”, comentó, en referencia a la carga de trabajo ligado al programa de las fragatas F-110. “Ese contrato dentro de dos-tres años generará 9.000 empleos de forma sostenida, con lo cual da una estabilidad a la economía, en este caso, de Ferril, exactamente igual va a pasar o está pasando en Cádiz y exactamente igual en Cartagena”, apunta.

Sobre las perspectivas de balance del grupo, en la entrevista se recuerda que la compañía lleva sin dar beneficios desde el ejercicio 2007, lo que en buena medida deriva de su abultada deuda, de unos 1.800 millones. A este respecto, Domínguez indica que “quizás una empresa de otro tipo tomaría otras decisiones, pero somos una empresa pública”.

Compra del astillero del Titanic

“Navantia viene arrastrando una serie de pérdidas. ¿Podríamos estar dando números negros ya hoy? Diría que sí. Hace dos o tres en la proyección que teníamos podíamos estar dando números negros, pero decidimos acometer una serie de inversiones para estar en mejores condiciones. Mi proyección, y ojalá no me equivoque, es que en el plazo de tres años sí estaremos en números negros”, apunta.

“Estamos ahora mismo en números rojos, alrededor de unos 100 millones. Tenemos negocios que van muy bien, o nuestras filiales, que dan rentabilidad en Australia, por ejemplo. La compra del grupo británico Harland & Wolff creo que también nos da otro posicionamiento y va a contribuir a mejorar esa rentabilidad. No es una empresa fácil desde el punto de vista de la toma de decisiones, como digo, porque tenemos que mantener esas capacidades sí o sí”, explica.

Domínguez descarta que los astilleros públicos españoles acometan más compras como la recientemente cerrada del histórico grupo naval británico. La adquisición de su socia en el macrocontrato con la armada británica vino dado precisamente por la necesidad de dar cumplimiento a ese encargo. “Había dos caminos: nos caíamos y renunciábamos al contrato porque uno de los socios no daba respuestas o nos metíamos en un jardín. Y decidimos meternos. El Gobierno británico también es verdad que acompañaba y esto nos da capacidades en el entorno Commonwealth”, dice.