Nueva Pescanova aumentó su plantilla en casi 600 personas en el año del Covid-19

La compañía participada por Abanca pasó de emplear a una media de 10.181 trabajadores en 2019 a 10.749 el año pasado pese al recorte de ingresos por la pandemia

Consejo Pescanova

Imagen de los miembros de la cúpula de Nueva Pescanova tras la toma de control por Abanca

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La crisis desatada por el Covid-19 llevó a Nueva Pescanova a teñir de rojo su cuenta de resultados por segundo año consecutivo. La compañía ahora controlada por Abanca dio carpetazo al ejercicio 2020 con unas pérdidas de 39,1 millones de euros (2,4 millones menos que el año anterior) y un recorte de ingresos del 14,3% que le llevó a perder los 1.000 millones de euros de facturación y bajar hasta los 905,3 millones.

Sin embargo, esta pérdida de negocio como consecuencia de las restricciones por el coronavirus no se trasladó a su plantilla. La compañía, además de esquivar el expediente de regulación temporal de empleo (ERTE), generó casi 600 nuevos empleos a lo largo del ejercicio.

Así lo revela la pesquera con sede en Chapela (Redondela) en la memoria anual que ha presentado en el Mercado Alternativo de Renta Fija (MARF) para acompañar su emisión de pagarés por valor de 50 millones de euros. En ella se cifra en 10.749 el número medio de empleados en 2020, una cifra que supera a los 10.181 que se registraron a lo largo del ejercicio anterior.

Más ventas en supermercados

Nueva Pescanova amplió plantilla en un 2020 marcado por la crisis del Covid-19 que ha menguado y cambiado la forma de su mix de ingresos. Y es que la compañía vio recortadas sus ventas totales en un 14,5% pese a haberlas elevado en los países de la Unión Europea. En concreto, la pesquera gallega elevó de 273,8 millones de euros a 299,5 millones sus ingresos procedentes de países del bloque comunitario, exceptuando a España, en donde las ventas descendieron un 6,5%.

Precisamente el caso de España ejemplifica el otro giro que ha sufrido su cuenta de resultados. Las ventas obtenidas en el canal food service (principalmente, hostelería) se desplomaron un 28,3% en el país (cuatro décimas menos que el dato a nivel global) ante las fuertes restricciones que se le impusieron al sector para reducir las interacciones sociales y frenar así la propagación del coronavirus.

Este espacio fue ocupado, solo en parte, por el canal retail (supermercados), que por el contrario, se anotaron un alza del 4,3%. La cifra en este último caso se llegó a elevar hasta el 6,6% en Portugal, el 17,2% en Italia, el 25,8% en Grecia o el 29,5% en Estados Unidos en un 2020 en el que la compañía dijo adiós precisamente a uno de los productos con los que había irrumpido en supermercados como los de Mercadona.

Según constata en el documento remitido al MARF, la compañía capitaneada por José Maria Benavent vendió en julio de 2020 las seis plantas productivas de su filial Katei Alimentación, a través de la cual canalizaba su negocio de producción de sushi. “Supuso un reconocimiento de una pérdida por importe de 6,3 millones de euros”, explica Nueva Pescanova, que disolvió esta sociedad cinco meses más tarde, en diciembre de 2020.

Adiós a la losa de la deuda

Pese a este descenso de ingresos provocado por la pandemia, Nueva Pescanova logró sacar su resultado operativo de números rojos al pasar de arrojar pérdidas por valor de 6,8 millones de euros a un beneficio de 567.000 euros en este apartado. Esta última cifra contrasta con los números rojos de 39,1 millones de euros a los que asciende el resultado neto. La razón de esta diferencia se encuentra, principalmente en la losa de la deuda con la que la compañía cargaba hasta ahora.

En concreto, Nueva Pescanova dedicó el año pasado 44,3 millones de euros solo al pago de los gastos financieros por el pago de intereses y la devolución del principal de los pasivos contraídos. La deuda neta de la compañía, que salió de concurso de acreedores hace siete años, ascendía a 659 millones de euros al cierre del ejercicio, una situación a la que le ha dado un vuelco en el arranque de 2021. Abanca decidió el pasado mes de febrero recapitalizar un total de 542 millones de euros de deuda, una operación con la que se busca otorgar estabilidad “a medio y largo plazo” y que, además, ha provocado que la entidad presidida por Juan Carlos Escotet haya elevado su participación en la pesquera gallega hasta el 97,5%.

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