Ribera Salud, el rey de la sanidad privada en Galicia, alcanza los 900 millones de facturación
El grupo que controla Povisa, Polusa y el Juan Cardona emplea a 9.200 profesionales y gestiona 1.875 camas
Elisa Tarazona, consejera delegada de Ribera Salud, participa en unas jornadas de Ahosgal en Santiago / Ribera Salud
Ribera Salud acaba de hacer pública su memoria de sostenibilidad del pasado ejercicio, que por primera vez incluye la cifra de facturación del grupo, aunque no así los beneficios ni el ebitda. La compañía valenciana, primer operador sanitario privado en Galicia, alcanzó los 900 millones de facturación, según refleja el documento. Supone un fuerte incremento respecto a las cuentas presentadas por su sociedad de cabecera, el holding Primero Salud, que cerró 2021 con una cifra de negocio de 660 millones; y todavía más significativo con respecto a la propia Ribera Salud, que ingresó 550 millones el año pasado.
Ribera Salud cambió de manos el año pasado, cuando la compañía francesa Vivalto Santé llegó a un acuerdo con la norteamericana Centene para hacerse con el grupo sanitario, que gestiona 12 hospitales y 1.875 camas. Desde la entrada del inversor francés, Ribera logró un contrato para gestionar durante ocho años el hospital luso de Cascais, que le supondrá unos ingresos próximos a los 800 millones. También adquirió el Virgen de la Caridad de Cartagena y sus centros auxiliares.
En definitiva, continuó con una fase de expansión que se evidencia en Galicia, donde se convirtió en el principal operador sanitario privado. Primero adquirió Povisa al grupo de José Silveira, un centro deficitario pero clave por su concierto con el Sergas para atender pacientes derivados del sistema público de salud. Posteriormente se hizo también con el Polusa de Lugo y las clínicas Santo Domingo; y en 2021 el Juan Cardona de Ferrol.
Tras estas inversiones, Ribera Salud es un grupo de 9.200 profesionales que atendió en 2022 a más de un millón de pacientes. A los hospitales suma 64 centros de atención primaria y 36 policlínicas. También es previsible que la deuda haya aumentado, aunque la memoria de sostenibilidad no hace referencia a nada parecido. A cierre de 2021 la deuda no corriente de Primero Salud ascendía a 170 millones, mientras que el pasivo corriente rondaba los 400 millones.
