El dueño de Povisa se hace con el único hospital de gestión público-privada de Portugal

El Gobierno portugués adjudica a Ribera Salud la gestión del hospital de Cascais, de 277 camas y el último del sistema de salud público dirigido por una empresa privada

Hospital de Cascais José Almeida / Camara de Cascais

Hospital de Cascais José Almeida / Camara de Cascais

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Ribera Salud añade un nuevo hospital a su portafolio. El grupo que compró Povisa a José Silveira Cañizares y que gestiona también Polusa (Lugo) y el Juan Cardona de Ferrol se hace ahora con un nuevo centro en Portugal. El Gobierno luso, a través del Ministério das Finanças y el Ministério da Saúde, ha adjudicado a la empresa valenciana la gestión del Hospital de Cascais, de 277 camas hospitalarias y ubicado en el distrito de Lisboa.

Las instalaciones de Cascais son las últimas que operan bajo un modelo de colaboración público-privada en el país vecino, que llegó a contar con cuatro hospitales bajo este mismo formato, ahora totalmente públicos: el de Braga, el de Vila Franca de Xira y el de Loures.

El que gestionará Ribera Salud se inauguró en 2008 y partió de un contrato público para buscar dos alianzas empresariales, una para la construcción y gestión del edificio y otra para el equipamiento hospitalario y la prestación de servicios sanitarios integrados en el sistema público de salud portugués. De esto último se encargará el dueño de Povisa, quien resultó adjudicatario del concurso el pasado mayo, según avanzó el diario Eco y confirmó el Ejecutivo de António Costa.

Tras la adjudicación es necesario que Ribera Salud cumpla una serie de trámites, entre ellos, la creación de la sociedad que gestionará las instalaciones, antes de la firma del contrato, que también debe estar avalado por las autoridades de competencia. Por este motivo aún no se había hecho público el nombre del nuevo gestor.

Las compras de Vivalto Santé

Será el segundo que tenga el Hospital de Cascais, que desde su puesta en funcionamiento tuvo a los mandos al grupo Lusíadas Saúde. Esta compañía lusa, con 10 hospitales en el país, renunció a presentarse al concurso al entender que las cuantías que abona el Estado por el servicio no garantizaban la sostenibilidad de la actividad. Sí que aceptó prorrogar tres años su contrato para facilitar la nueva licitación. Curiosamente, la francesa Vivalto Santé, que acaba de acordar la compra de Ribera Salud, ultima también la adquisición de Lusíadas.

Según publicó en su momento ECO, el coste para las arcas públicas de este contrato podría superar ampliamente los 800 millones en ocho años.

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