Tasga logra el aval de la Xunta, que declara estratégica su inversión de 440 millones en Meirama
El Gobierno gallego aprueba la declaración como proyecto industrial estratégico de la central de bombeo reversible de Coventina Renovables, filial de Tasga, en Meirama, con una capacidad instalada de 440 MW

Derrumbe de la central térmica de Meirama
Tasga da un paso importante para consumar su proyecto de levantar una central de bombeo en Meirama, zona de transición justa tras el apagón de la central térmica de Naturgy. El grupo de renovables, vinculado a José Luis Suárez, el presidente de Copasa, ha conseguido la declaración de proyecto estratégico por parte de la Xunta para su iniciativa, que prevé una inversión de 443 millones.
La propuesta de Tasga, a través de la filial Coventina Renovables, consiste en construir una central de bombeo reversible de 440 MW, utilizando el lago de As Encrobas como depósito inferior y excavando una nueva balsa en el terreno para utilizarla como depósito superior. La previsión es que la nueva instalación genere 44 empleos directos.
El Consello da Xunta, celebrado este lunes, aprobó la declaración de proyecto industrial estratégico para la central, lo que permite acortar de manera significativa el proceso de tramitación.
Central en caverna
Según la información trasladada por el propio Gobierno gallego, el volumen total de la futura central será de 5,25 hectómetros cúbicos de agua embalsada, que circulará entre los depósitos a través de un circuito hidráulico subterráneo y una central hidroeléctrica en caverna que aprovechará el desnivel entre ambos para generar o almacenar energía.
La nueva central se conectará a la red eléctrica a través de la subestación de Meirama, con una línea de evacuación de 7,2 kilómetros. La Xunta dice que este proyecto refuerza su apuesta por una energía sostenible y supondrá la «revitalización de la actividad económica y de creación de empleo en una zona castigada tras el cierre impuesto por el Estado de la central térmica de Meirama». Aprovecha el Ejecutivo de Alfonso Rueda para culpar al Ejecutivo central del cierre, aunque fue la propia Naturgy la que decidió adelantarlo, provocando además que el equipo de Alberto Núñez Feijóo expresará públicamente su enfado con el grupo de Francisco Reynés.